El alcohol es una droga, sí, pero una droga bastante particular: para empezar, su venta es legal, su empleo es más antiguo que la historia escrita y su abuso genera más costes a la sociedad que todas las sustancias ilegales juntas. A nivel bioquímico, también es especial: en comparación con la cocaína o la heroína, se necesita consumir una cantidad 1.000 veces mayor de alcohol para notar sus efectos sobre el organismo.
La mitad de los participantes se habían emborrachado antes de los 16 años.
La falta de supervisión paterna y la conducta de los amigos también pueden incrementar el riesgo de los adolescentes de beber alcohol en exceso, afirma la investigación llevada a cabo en Inglaterra por la Fundación Joseph Rowntree.
Daños neurológicos, problemas psiquiátricos, perforación del tabique nasal… Algunas de las consecuencias del consumo habitual de cocaína son muy conocidas. Todos hemos visto alguna referencia a ellas en alguna película o campaña de concienciación. Otras, sin embargo, permanecen más ocultas para la opinión pública. Es el caso de los trastornos de corazón, un grave problema que se deriva directamente del consumo de esta droga y que, además, puede pasar desapercibido hasta que ya es demasiado tarde.
Cadáveres, pulmones enfermos y personas con ventilación asistida. Son las nuevas y directas imágenes para las cajetillas de tabaco que proponen las autoridades sanitarias de EEUU con la intención de disuadir a los fumadores y que dejen los cigarrillos.
.Si el hombre fuma mientras su pareja está embarazada, a sus futuras hijas se les adelantará un año la menopausia, según un estudio publicado en la revista Fertility and Sterility.
.Mareos, vómitos, malestar general, frio, euforia, depresión, etc. Son algunos de los síntomas que puede generar el alcohol en las personas. Como todas las drogas y como ya sabemos, tienen un uso y un abuso, y realmente es algo penoso que los jóvenes, menores de edad, de nuestro municipio accedan a esta sustancia tan fácilmente a pesar de estar prohibida por la legislación vigente.
.Los datos de prevalencia sitúan al consumo de cannabis en el primer lugar entre las drogas ilegales (tercero si se tiene en cuenta el tabaco y el alcohol). Dicho consumo supone un serio problema a nivel sanitario y social. Este trabajo repasa dichas complicaciones, especialmente en poblaciones jóvenes. Se señalan asimismo las vías para su correcto diagnóstico y orientación terapéutica desde Atención Primaria. Dicho dispositivo, por las características de los usuarios y de la sustancia, es el primer nivel de asistencia en la mayoría de los casos.
.Según un reciente estudio, presentado en la conferencia de la American Thoracic Society, celebrada en Denver (Estados Unidos), las mujeres que fuman durante el embarazo podrían estar exponiendo a su futro hijo a un mayor riesgo de alteraciones en el ADN.
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