El cibersexo esporádico y controlado no es malo, incluso puede ser una propuesta de terapia sexual, sin embargo cuando se vuelve una práctica compulsiva y descontrolada ya sí que es un problema: el 8% de la población es adicta al cibersexo y la mitad de ellos tienen pareja estable, ¿cómo influye en su vida cotidiana?
Produce problemas en el hígado, el páncreas o el estómago y en el sistema nervioso, entre otros daños físicos o psicológicos. Los que están en riesgo.
No permitiremos que las drogas cercenen el futuro de nuestros niños
La Diputación de Valladolid ha puesto en marcha un proyecto pionero para evitar la dependencia excesiva de los jóvenes de la provincia a internet ...