Sí, las adicciones se pueden “curar”. Aunque quizás el concepto “curar” no es aquí el más adecuado, pues no hablamos de una enfermedad como tal sino de un problema psicológico complejo producto de diversos factores personales y sociales. Diríamos por tanto, más bien, que el tratamiento y la recuperación sí son posibles. Los modelos de adicción más tradicionales, de corte estrictamente biológico y por tanto reduccionista, entendían que la adicción era una enfermedad cerebral crónica e incurable. Con esta idea, el consumo de la sustancia alteraría de tal forma el sistema de recompensa cerebral, entre otras estructuras, que inevitablemente la persona adicta lo sería para siempre. Esta perspectiva no solo es errónea desde un punto de vista científico sino que es estigmatizante para el individuo y dificulta las posibilidades de recuperación.
En los últimos meses vengo realizando talleres para familias y profesionales, sobre el efecto del consumo de porno violento y otros riegos sexuales de Internet que tienen que ver con las adicciones. Se trata de intervenciones dirigidas a aquellos progenitores que les da corte (vergüenza o simplemente no saben cómo hacerlo) hablar de estos temas con sus hijos/as. Por esa razón los talleres pretenden animarlos a que lo hagan, capacitándoles para tan difícil tarea, ya que los efectos de que el porno violento sea el referente educativo principal de nuestros niños y niñas pueden ser devastadores. Y he de reconocer que aprendo mucho de lo que me cuentan.
El Presidente afirmó que su gobierno buscará los medios necesarios para impedir que los cigarrillos electrónicos se comercialicen y dañen a la población.
La revista científica The Lancet publicó el primer estudio que cuantifica el impacto del COVID-19 en la prevalencia de la depresión y la ansiedad en la población mundial. El balance: 129 millones de personas afectadas.
La sobrecarga de tareas se celebra y se premia, pero cada vez más especialistas y formaciones políticas advierten de sus peligros.
Limitar el uso compulsivo del teléfono móvil puede generar síndrome de abstinencia, según el reconocido especialista en tecnologías Marc Masip. A partir de qué edad recomienda el uso de celular
Estos trastornos de alimentación agravan los problemas del corazón. Cómo son los tratamientos y cómo prevenir, en palabras de las expertas
La pandemia por coronavirus incrementó el consumo de drogas y sustancias en la población joven mexicana, reveló un estudio encabezado por el Population Council de México en colaboración con otras instituciones. De acuerdo con el estudio “Voces-19", presentado este lunes, el consumo de opioides entre adolescentes y el de marihuana entre jóvenes tuvieron un incremento del 18 % y 21 %, respectivamente, en los meses que ha durado la pandemia.
LOS FUMADORES tienen un 80 por ciento más de probabilidades de ser ingresados en el hospital con covid-19 que los no fumadores, según un estudio dirigido por la Universidad de Oxford. Los datos observacionales se analizaron junto con los datos de las pruebas de coronavirus hospitalaria y la información genética del Biobanco del Reino Unido por primera vez, y los hallazgos han sido publicados en Thorax.
Sabemos que la vida en el mundo actual es muy ajetreada y por lo general buscamos estar alertas para cumplir con nuestros deberes, nuestro trabajo o para disfrutar de esos momentos de ocio. En ocasiones, por diversas razones no tenemos tanta energía como quisiéramos y aunque la clave está en nuestra alimentación y hábitos de descanso, muchos optamos por el camino fácil y consumimos alguna bebida energética. Sin embargo, tal como la misma lata lo dice, no es recomendable tomar más de una ni hacerlo de forma continua y un jugador tuvo que aprenderlo por la mala.
|