16 de febrero del 2021
anonimo
Salir de compras no constituye un problema y, en muchas ocasiones, es necesario para satisfacer necesidades básicas. Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil resistir el impulso de comprar cosas, aunque no las necesiten. En la actualidad, ni siquiera resulta necesario salir de casa, pues podemos hacerlo online a través de numerosas aplicaciones o páginas web.
Hoy día vivimos bombardeados por anuncios, que nos venden cosas que ni siquiera necesitamos. Empresas enteras se dedican a la comercialización de productos, para los cuales llega hasta crearse la “necesidad” de adquirirlo. La inversión en estudios para entender la psicología del marketing y el consumidor es cada vez mayor. Sin embargo, la adicción a las compras no es un fenómeno nuevo, pues tiene una historia documentada de más de 100 años.
La adicción a las compras hace referencia al impulso incontrolable de comprar. Las personas compran de forma compulsiva, cuestión que les produce malestar y perjuicios en numerosas áreas de su vida. Refieren que, en ocasiones, se han propuesto parar, pero que no pueden hacerlo. Además, tras estos episodios de compras, suelen experimentar culpa y arrepentimiento.
Salir de compras no constituye un problema y, en muchas ocasiones, es necesario para satisfacer necesidades básicas. Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil resistir el impulso de comprar cosas, aunque no las necesiten. En la actualidad, ni siquiera resulta necesario salir de casa, pues podemos hacerlo online a través de numerosas aplicaciones o páginas web.
Hoy día vivimos bombardeados por anuncios, que nos venden cosas que ni siquiera necesitamos. Empresas enteras se dedican a la comercialización de productos, para los cuales llega hasta crearse la “necesidad” de adquirirlo. La inversión en estudios para entender la psicología del marketing y el consumidor es cada vez mayor. Sin embargo, la adicción a las compras no es un fenómeno nuevo, pues tiene una historia documentada de más de 100 años.
La adicción a las compras hace referencia al impulso incontrolable de comprar. Las personas compran de forma compulsiva, cuestión que les produce malestar y perjuicios en numerosas áreas de su vida. Refieren que, en ocasiones, se han propuesto parar, pero que no pueden hacerlo. Además, tras estos episodios de compras, suelen experimentar culpa y
Salir de compras no constituye un problema y, en muchas ocasiones, es necesario para satisfacer necesidades básicas. Sin embargo, a muchas personas les resulta difícil resistir el impulso de comprar cosas, aunque no las necesiten. En la actualidad, ni siquiera resulta necesario salir de casa, pues podemos hacerlo online a través de numerosas aplicaciones o páginas web.
Hoy día vivimos bombardeados por anuncios, que nos venden cosas que ni siquiera necesitamos. Empresas enteras se dedican a la comercialización de productos, para los cuales llega hasta crearse la “necesidad” de adquirirlo. La inversión en estudios para entender la psicología del marketing y el consumidor es cada vez mayor. Sin embargo, la adicción a las compras no es un fenómeno nuevo, pues tiene una historia documentada de más de 100 años.
La adicción a las compras hace referencia al impulso incontrolable de comprar. Las personas compran de forma compulsiva, cuestión que les produce malestar y perjuicios en numerosas áreas de su vida. Refieren que, en ocasiones, se han propuesto parar, pero que no pueden hacerlo. Además, tras estos episodios de compras, suelen experimentar culpa y arrepentimiento.
Las consecuencias de la adicción a las compras pueden ser variadas, la más evidente es el perjuicio económico que ocasiona al individuo y a la familia. Estas personas suelen endeudarse, pidiendo créditos con condiciones muy desventajosas. A esto se añade que resulta frecuente que no puedan cumplir con los pagos, cuestión que añade problemas legales.
Por supuesto, el ambiente familiar se ve afectado por esta conducta más allá del aspecto económico. También se han documentado afectaciones en el área laboral y las relaciones con los compañeros de trabajo.
Por último, se ha observado que coexiste con otros trastornos psiquiátricos, donde los rasgos obsesivo-compulsivos puede tener un rol destacado. Un paciente con un patrón compulsivo de compras comentaba que necesita comprar los artículos en números pares. Ejemplo, dos relojes, dos cinturones y así sucesivamente. En octubre de 2018, Comprehensive Psychiatry publicaba un estudio que analizaba similitudes entre el trastorno obsesivo-compulsivo y el patrón compulsivo de compras.
Se estima que el 5% de la población podría tener un patrón de adicción a las compras. En España, esta cifra podría ascender al 7%
Los autores llegaron a la conclusión de que ambas patologías comparten la dimensión de la acumulación, poca introspección y diversas fobias sociales. Estos pacientes también comparten otros trastornos que implican dificultades en el control de los impulsos como la cleptomanía, la adicción a Internet o el trastorno de atracones. Para finalizar, es necesario aclarar que, de los casi 1.000 pacientes evaluados con trastorno obsesivo compulsivo, solamente el 75 mostraban un patrón compulsivo de compras.
Se estima que el 5% de la población podría tener un patrón de adicción a las compras, aunque su inclusión como un trastorno dentro de los clasificadores de enfermedades aún se encuentra en discusión. En España, esta cifra podría ascender al 7% de la población, de acuerdo a los datos de un estudio publicado en abril de 2014 en BMC Psychiatry.
Como ya adelantaba, no es un tema nuevo. De hecho, en marzo de 1990 se publicaba un artículo en el Journal of Consumer Policy titulado El rasgo adictivo en la conducta de comprar, donde el autor defendía
arrepentimiento.
Las consecuencias de la adicción a las compras pueden ser variadas, la más evidente es el perjuicio económico que ocasiona al individuo y a la familia. Estas personas suelen endeudarse, pidiendo créditos con condiciones muy desventajosas. A esto se añade que resulta frecuente que no puedan cumplir con los pagos, cuestión que añade problemas legales.
Por supuesto, el ambiente familiar se ve afectado por esta conducta más allá del aspecto económico. También se han documentado afectaciones en el área laboral y las relaciones con los compañeros de trabajo.
Por último, se ha observado que coexiste con otros trastornos psiquiátricos, donde los rasgos obsesivo-compulsivos puede tener un rol destacado. Un paciente con un patrón compulsivo de compras comentaba que necesita comprar los artículos en números pares. Ejemplo, dos relojes, dos cinturones y así sucesivamente. En octubre de 2018, Comprehensive Psychiatry publicaba un estudio que analizaba similitudes entre el trastorno obsesivo-compulsivo y el patrón compulsivo de compras.
Se estima que el 5% de la población podría tener un patrón de adicción a las compras. En