12 de noviembre del 2020
Anónimo
El LSD es «Dietilamida del Acido Lisérgico», una droga alucinógena o psicodélica que se extrae químicamente del cornezuelo del centeno.
Carece de olor y color y tiene un sabor ligeramente amargo. Se vende en forma de minúsculos sellos con diferentes formas y colores.
Se toma de forma oral, ingiriendo o tragando los micropapeles impregnados con el LSD.
Los efectos del LSD son impredecibles. Dependen de la cantidad que se tome, la personalidad, el estado de ánimo y las expectativas del usuario y el entorno en que se use la droga.
Los efectos que se experimentan cuando se toma LSD son descritos como un «viaje» porque se experimenta una sensación de traslación a otro lugar-espacio-tiempo. Esta experiencia se puede dividir en cuatro fases:
El uso frecuente de LSD produce cambios drásticos en la personalidad del individuo que influyen negativamente en su desarrollo posterior.
El uso de LSD puede producir graves alteraciones mentales como:
Debido a estas posibles alteraciones mentales, cuando se ha tomado LSD se cometen muchas imprudencias y temeridades.
Muchos de los usuarios de LSD experimentan escenas retrospectivas (flashbacks), recurrencias de ciertos aspectos de la experiencia de la persona, sin que el usuario haya tomado la droga nuevamente.
Esto ocurre súbitamente, a menudo, sin aviso previo y puede ocurrir varios días después o más de un año después de haber usado LSD.
Las escenas retrospectivas ocurren en personas con uso crónico de alucinógenos o con un problema subyacente de personalidad, sin embargo, personas por lo demás saludables que ocasionalmente usan LSD, también podrían tener escenas retrospectivas.