08 de octubre del 2020
Anónimo
Hoy en día existe un gran número de dependencias que las personas pueden llegar a desarrollar. A pesar de que ya se conoce mucha información sobre las adicciones más comunes, éstas no siempre actúan igual en cada paciente. Por otro lado, una gran parte de la población nunca llega a informarse completamente a la hora de tratar una dependencia. Hoy repasamos los tipos de adicciones y sus consecuencias.
Cuando se habla de adicciones, la gente tiende a relacionarlas generalmente con el abuso de una sustancia nociva para el organismo. Sin embargo, no son exclusivas del hecho de consumir algún producto químico que pueda dañar la salud de las personas. Las dependencias pueden llegar a padecerse por cualquier cosa o circunstancia que haga que un individuo pierda el control sobre su conducta. Es por ello que, para evitar sufrirlas es necesario conocer su naturaleza y en qué condiciones aparecen posteriormente en los individuos.
Por lo que respecta a la clasificación de las dependencias, pueden catalogarse en dos tipos distintos y padecerse por tres variables distintas. Por un lado, las adicciones a una sustancia tóxica y las adicciones comportamentales. Por otro lado, su aparición por circunstancias sociales, por trastornos de la conducta o por factores genéticos. Repasamos las adicciones más comunes provocadas por el contacto con una sustancia.
Este tipo de dependencias son las más comunes. Tanto su legalidad como sus efectos sobre una persona son variables en función del contexto donde éstas tengan lugar.
La primera y la más importante de las adicciones más comunes es la del alcohol. A pesar de ser legal, es una de las sustancias más peligrosas que existen. Puede ocasionar serios daños en la salud tanto a corto como a largo plazo. Su padecimiento conduce al alcoholismo, una enfermedad considerada de las más graves de entre las que pueden generar las adicciones.
Beber alcohol en exceso afecta negativamente tanto al organismo como al cerebro. Por un lado, desarrolla varios síntomas físicos en la persona. Por el otro, transforma su conducta hacia un comportamiento agresivo, desinhibido y peligroso que puede afectar también a la gente de su alrededor.
El problema fundamental del alcohol es que se trata de una sustancia tóxica legal y con una gran aceptación social. Por lo que popularmente se acostumbra a desestimar sus consecuencias y el daño que puede causar en la población. En muchos casos está relacionada con un delito.
La adicción a la nicotina deriva del consumo de tabaco. Una droga legal que, aunque muy similar al alcohol, hay una mayor conciencia social sobre su repercusión en la salud tanto individual como colectiva. Los principales efectos que provoca son ansiedad y nerviosismo al dejar de fumar.
El humo derivado del consumo de la nicotina desprende partículas tóxicas que dañan el sistema respiratorio de la persona. Los principales órganos afectados son la laringe, los pulmones y el corazón, siendo los responsables de padecer un cáncer, infartos o problemas cardiovasculares.
En los últimos años ha aparecido una fallida alternativa al tabaco con intención de ser más saludable conocida como el vapeo. Unos cigarrillos electrónicos que expulsan vapor simulando el humo de un cigarrillo. Sin embargo, varias entidades sanitarias ya la han catalogado como poco eficiente y potencialmente dañina.
Otra de las adicciones más comunes es la dependencia a medicamentos y fármacos que causan una alteración psicológica. A pesar de que muchos de ellos requieren de receta médica, mucha gente se las ingenia para conseguirlos de formas distintas. Además, es importante conocer que este tipo de sustancias cuentan con un potencial adictivo muy elevado.
La principal consecuencia de la adicción a los fármacos es que existe una gran variedad de productos que pueden causar la dependencia. Por otro lado, sus efectos dependen de la tolerancia de la persona y del número y cantidad de dosis que ésta ingiere. En consecuencia, cada adicto desarrolla unos síntomas diferentes que requieren un tratamiento distinto.
La dependencia hacia el café o el té es una más de las adicciones más comunes. Al tratarse de una droga muy consumida socialmente y de bajo riesgo, frecuentemente se discute si reúne los requisitos para provocar una adicción.
La cafeína es una sustancia legal que se toma para estimular el cerebro y aumentar la capacidad de atención y memorización de los datos. Entre sus consecuencias está el insomnio y la dificultad para concebir el descanso. Efecto que a largo plazo altera la conducta de la persona y modifica su capacidad para relacionarse con los demás y su productividad en el trabajo.
Los opiáceos son una de las variedades de tóxicos más nocivos para la salud. Entre ellos, se incluye la heroína, una sustancia letal que provoca daños irreparables en la persona que lo consume. Existen varias formas de consumo, a cada cual más peligrosa, y con un potencial adictivo muy elevado que puede llegar desde la primera dosis.
Además de contar con un síndrome de abstinencia muy difícil de superar, sus consecuencias son casi completamente psicológicas. Por lo que el funcionamiento normal del cerebro queda alterado impidiendo que el individuo pueda interactuar con normalidad con su entorno.
Los principales efectos de consumir opiáceos son problemas en el corazón, el sistema nervioso, dificultades respiratorias y un mal funcionamiento del sistema digestivo.
Los esteroides son sustancias sintéticas que en la mayoría de los casos son muy parecidas a la testosterona que genera naturalmente el organismo. Se utilizan a menudo en el mundo del deporte para agilizar con poco esfuerzo físico la creación de masa muscular. Cuando se consumen frecuentemente provoca lo que se conoce como la vigorexia.
El abuso de esteroides afecta a todo el organismo en general, por lo que implica varios efectos físicos. Entre los más comunes destacan una aparición acelerada del acné, problemas cardíacos, dificultades cardiovasculares y ginecomastia.
El cannabis es una de las drogas ilegales más consumidas en el mundo, especialmente entre los jóvenes y adolescentes que fuman marihuana. Se cultiva a través de la planta anteriormente mencionada y erróneamente se la asocia con algo sano porque es natural.
El cannabis cuenta con muchas propiedades, hecho que la convierten en una sustancia ideal para todo tipo de finalidades. Se utiliza mayoritariamente tanto para uso recreativo como para tratamientos terapéuticos. A través de su consumo en forma de porros, brownies o “pasteles de hierba”, alivia la ansiedad y provocan un estado de gran relajación en la persona.
A pesar de ello, la adicción al cannabis también puede comportar síntomas muy negativos. Disminuye la actividad cerebral, comprometiendo las facultades cognitivas, como la inteligencia, la memoria y el habla. A largo plazo, puede causar esquizofrenia.