04 de septiembre del 2020
Anónimo
El trastorno dismórfico corporal (años atrás catalogado como dismorfofobia) es una enfermedad de tipo mental que se caracteriza por la percepción exagerada de un defecto físico y una sobrepreocupación por la imagen corporal.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-V, este tipo de alteración se incluye en la actualidad dentro de la categoría de trastornos obsesivos ya que tiene un componente obsesivo muy marcado alimentado por el perfeccionismo. Aunque cabe destacar que con anterioridad se incluía en la clasificación de trastornos somatomorfos (grupo de enfermedades relacionadas con un malestar físico significativo que no está asociado a una causa médica sino a factores psicológicos).
Características principales del trastorno dismórfico corporal
Causas y problemas asociados al trastorno dismórfico corporal
Es un trastorno que cursa con una obsesión o preocupación excesiva por defectos físicos imaginarios, leves o incluso invisibles a los demás, hecho que comporta que nuestra apariencia física se perciba de manera negativa y /o distorsionada.
Estos aspectos preocupantes pueden ser desde características físicas como la forma de la nariz, hasta defectos mínimos situados en pies, manos, pechos, etc...
La obsesión por esa parte del cuerpo percibida como defecto comporta un gran nivel de ansiedad y sufrimiento a la persona afectada, interfiriendo así en su vida diaria. Y además genera una insatisfacción corporal permanente provocando un gran impacto en la propia autoestima.
Es un tipo de trastorno que suele aparecer con mayor frecuencia en la adolescencia o en la primera juventud y en ambos sexos, tanto en hombres como en mujeres, aunque con un ligero predominio masculino.
Las causas precisas y concretas de esta patología son a día de hoy desconocidas, aunque parece ser que las causas biológicas y, en concreto, el componente hereditario, tienen un peso mayor frente a otros posibles factores psicológicos y psicosociales como baja autoestima o inseguridades personales.
El trastorno dismórfico corporal suele ir acompañado de otros problemas significativos como:
Adicción a las operaciones de estética: a menudo recurren a múltiples operaciones de cirugía plástica correctiva como una solución momentánea a su obsesión o como una alternativa para eliminar sus imperfecciones. Lo cierto es que la ciencia apunta a que un 15% de quienes buscan cirugía correctiva padecen este trastorno, aunque ésta parece ser contraproducente ya que comporta una retro-alimentación de las obsesiones.
Episodios de ansiedad social y/o depresión: están relacionados con la gran preocupación que le genera a la persona la presencia de estos defectos físicos y los sentimientos asociados de vergüenza, culpa o incluso soledad. Todo ello puede conducir al aislamiento social e incluso laboral.
Trastornos de la conducta alimentaria: sería el caso de la anorexia inversa, conocida también como vigorexia y, en especial, con la anorexia nerviosa, con la que guarda un mayor número de similitudes y conlleva un alto grado de severidad en consecuencia de la coexistencia de ambos trastornos.
Otro tipo de alteraciones mentales como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
El tratamiento se debe basar en la prioridad de aplicar procesos de psicoterapia, que pueden ir acompañados de episodios de psico-educación o tratamientos farmacológicos en casos de mayor gravedad.
Algunos de los objetivos terapéuticos principales a considerar para casos afectados de trastorno dismórfico corporal son:
Modificar los pensamientos obsesivos en torno a la preocupación por la imagen física.
Fomentar el cambio hacia una percepción mas positiva del propio cuerpo.
Adquirir herramientas y habilidades personales para afrontar el problema de manera distinta, disminuyendo así el impacto en la vida diaria de la persona.