11 de agosto del 2020

Rosa V.L

Los 2 tipos de anorexia más comunes

Principalmente hay dos subtipos de anorexia:

Tipo restrictivo

Se caracteriza por una pérdida de peso significativa mediante una dieta restrictiva, ayuno o práctica excesiva de ejercicio físico, y una gran autodisciplina, restringiendo la cantidad de comida ingerida, las calorías y sobretodo evitando la ingesta de alimentos altos en azúcar o grasas.

Se consumen menos calorías que las necesarias para mantener un peso adecuado, siendo una forma clara de autoinanición.

Tipo purgativo

Se caracteriza por una serie de atracones o purgas. La mayoría de las personas con este tipo de anorexia comen compulsivamente y después realizan conductas purgativas como vómito autoinducido y uso inadecuado de laxantes, diuréticos o enemas.

Hay algunas personas dentro de este subtipo de anorexia que no comen compulsivamente, pero realizan purgas después de comer pequeñas cantidades de comida. El objetivo de estas conductas es aliviar el miedo a ganar peso y el sentimiento de culpabilidad por haber comido.

Anorexia atípica nerviosa

A pesar de algunos de los estigmas asumidos sobre la anorexia (peso por debajo de lo “normal”), una persona puede presentar conductas restrictivas y características de la anorexia sin cumplir el criterio de un peso inferior a lo recomendado.

Una persona con anorexia atípica presentaría los mismos criterios que la anorexia (mencionados anteriormente) excepto la pérdida de peso, ya que mantienen un peso por encima o dentro del rango normal teniendo en cuenta su edad, sexo, etc. Esto hace que sea una anorexia atípica, presentando un miedo excesivo a engordar sin ningún cambio visible de peso, y con conductas relacionadas con la comida consideradas “anormales”, como contar las calorías, eliminar ciertas comidas del día o evitar eventos sociales que involucran comidas.

Muchas personas con este trastorno no se dan cuenta de que presentan un trastorno alimenticio grave por no cumplir el criterio de peso. Una persona puede pensar “no estoy suficientemente enferma como para tener un trastorno alimentario” solo porque tiene un peso superior o igual al considerado adecuado para su edad. Esto impide que se den cuenta de su verdadera situación y busquen la ayuda que necesitan.

Es importante comprender que el peso no es un criterio definitorio de un trastorno alimenticio, a pesar de las creencias populares.