19 de junio del 2020
Ciencia UANL
Los cienti?ficos alimentaron ratas durante una se- mana con comida chatarra. Luego del plazo establecido encontraron que los animales presentaban deterioro en la memoria. De igual forma sucedio? con las ratas cuya dieta era “sana”, pero bebi?an agua azucarada (como si se tratara de refrescos).
Un ana?lisis posterior demostro? que los animales teni?an inflamadas ciertas regiones cerebrales asociadas a la memoria espacial, entre ellas el hipocampo.
Por su parte, Margaret Morris, autora del estudio, explico? que asi? como la comida chatarra provoca inflamacio?n en el cuerpo, tambie?n produce cambios en el cerebro, los cuales sucedieron au?n antes de que las ratas aumentaran de peso. Una investigacio?n preliminar apunta a que el dan?o en las ratas no es reversible con una dieta saludable.
La velocidad a la cual se deteriora el cerebro a rai?z de una mala dieta es sorprendente. Los productos cha- tarra contienen sustancias como cafei?na y sodio que estimulan el apetito, convirtie?ndose para el ser humano en alimentos adictivos.
Los aditivos como conservantes, colorantes y potenciadores del sabor provocan hiperactividad y problemas en el comportamiento, y en otros estudios se les ha vinculado con el ca?ncer. Otros ingredientes contenidos en este tipo de comida son derivados del mai?z, azu?cares, agentes de fermentacio?n e ingredientes completamente sinte?ticos, que tambie?n generan ha?bito de consumo. El Dimetylpolysiloxane se oculta en las patatas fritas. Es un tipo de silicona utilizado en freidoras para detener la formacio?n de espuma, lo que ayuda a que el aceite dure ma?s tiempo. Tambie?n se usa como un agente antiaglomerante y emulsionante.
La industria de alimentos chatarra es muy poderosa a nivel mundial y promueve a trave?s de los medios de comunicacio?n el consumo masivo de estos alimentos, porque rinden muchos beneficios econo?micos; sin embargo, ningu?n qui?mico contenido en e?sta es dan?ino cuando se consume moderadamente.