17 de abril del 2020
Psicologia Online
Está claro que hay muchísimas ventajas en la utilización del teléfono móvil, como por ejemplo, para llamar a casa cuando voy a llegar tarde, cuando aviso para decir que me quedo a estudiar en casa de Lucía- pero muchos usuarios tiene que empezar a plantearse si no se estarán convirtiendo en auténticos “móvil-dependientes”, al no poder estar ni un minuto sin su teléfono.
Además, la publicidad está especialmente dirigida a chicos y chicas como vosotros, y enseñan el móvil como un instrumento que da independencia, libertad, que permite integrarse en un grupo, estrechar lazos con los amigos, pero ¿estamos seguros de que todo esto es verdad?… Tenemos muchas preguntas ¿Qué es esta adicción? ¿Por qué nos puede pasar? ¿Qué personas pueden ser adictas?
Para entender en qué consiste la adicción al teléfono móvil tenemos que entender la realidad que vivimos. A diario, se envían millones de SMS en el mundo entero, por todos los lugares oímos sonidos de timbres y melodías de forma constante y, casi en cualquier lugar: restaurantes, la cola del supermercado, el instituto, el parque, etc. y vemos muchas personas enganchadas a su fiel móvil para poder estar continuamente comunicado. ¡Se puede llevar hasta colgado del cuello! El móvil es importantísimo en nuestras vidas, ¿o no?
De la misma forma que se produce en otro tipo de adicciones, el uso del móvil se convierte en adicción cuando pasa a ser una conducta repetitiva y que nos produce placer. Se ha venido a llamar “Telefonitis” y es un impulso que no se puede controlar de usar el teléfono una y otra vez durante el día o la noche. Por primera vez, se empieza hablar de que las nuevas tecnologías han pasado a formar parte de las denominadas adicciones psicológicas o adicciones sin drogas.
Según los expertos, la adicción al móvil la sufren 1 de cada 1.000 personas que utilizan el móvil, y dicen que está afectando principalmente a jóvenes y adolescentes. Es por esta razón, por la que es importante que, todos y cada uno de vosotros, conozca qué es esto de la adicción al móvil, y que conozcáis las respuestas a esas preguntas que nos hicimos al principio para poder evitarlo.
A diferencia de otras adicciones, como el alcoholismo o la adicción al juego (ludopatía), etc. la edad en la que comienza es muy baja, desde los once o doce años, pues es muy fácil el tener un móvil, ya existen incluso móviles especialmente para los niños con dibujitos para ellos, y además los padres se sienten seguros de que su niño/a tenga un móvil para poder llamar ante cualquier urgencia.
Por tanto, no se trata de un problema de tomar una sustancia, como puede ser la droga, sino que el problema es la conducta. Una conducta irreprimible, incontrolable y exagerada que hace que dejemos otras actividades, como pueden ser la lectura, la conversación de tú a tú con nuestra familia, nuestros amigos, vecinos, etc...
Una población especialmente afectada por esta adicción son los adolescentes. La idea de “ocio y tiempo libre” parece ir ligada al teléfono móvil y parece impensable que un adolescente no disponga de este objeto.
La adolescencia es un gran momento de cambio (ya habréis notado algo, ¿verdad?): surgen ahora muchas dudas como ¿quién soy?, ¿qué voy a ser de mayor?, ¿por qué me pasan todos estos cambios físicos?, ¿por qué me parece que mis padres a veces no me entienden? No me gusta mi cuerpo y me van a rechazar porque estoy gordito o soy bajito, ¿cómo puedo cambiarlo? ¿Por qué no soy tan molón como mi amigo Pepe? y, encima, mis padres no tienen tiempo para ocuparse de mí....
Es una época en la que los puntos de referencia cambian, es muy normal que se empiece a producir distanciamiento y falta de comunicación con los padres: “...ya no voy a papá a pedir ayuda, mejor se la pido a mi amiguete que sabe más...” y cuando tenéis una duda, posiblemente no se elija la mejor fuente de información para aclararla.
Para que una persona tenga adicción al teléfono móvil solo basta con que sea una persona que tenga problemas afectivos, con dificultades para hablar con los demás, o que esté en una época difícil de su vida. En este último caso viene relacionado lo que acabamos de hablar, es decir, el periodo de la adolescencia en la que se es especialmente vulnerable a los múltiples reclamos que invaden la publicidad y que, en muchas ocasiones, no son verdad. Como, por ejemplo, que es moda adelgazar, atarse a los videojuegos, comprar productos y productos sin fin y, cómo no!, tener cuanto antes el último modelo de móvil.
Todo ello hará que un gran número de personas caerán víctimas de la dependencia móvil y, por tanto se convertirá en adicto. Y después, la adicción hará que la persona se desvíe de su entorno familiar, de sus amigos, llegando a un gran sufrimiento emocional.
Frente a las personas que utilizan de una forma adecuada el móvil, en las personas con adicción vamos a poder ver cómo están de forma continuada “vigilando” el aparatito, esperando siempre cualquier señal que venga de su aparato; cada muy poco tiempo, de forma compulsiva e incontrolada, consultando el móvil, aunque esté haciendo otra cosa.
Otros estudios recientes han demostrado que personas “adictas” que dejan de usar sus móviles, tienen como consecuencia lo que se puede llamar el “Síndrome de abstinencia psicológica y física”. Este síndrome tiene síntomas como una gran angustia, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, etc. Y todo ello desaparece cuando, de nuevo, tienen oportunidad de usar su móvil. Seguro que habréis observado, en vuestro propio grupo de amigos, la imagen de pandillas de chicos paseando juntos, pero cada uno hablando a través de su móvil o enviando un mensaje de texto a una velocidad de vértigo… miles de mensajes son enviados al día.