18 de marzo del 2020
DrugsFacts
La heroína se puede inyectar, inhalar, aspirar o fumar. Algunas personas mezclan la heroína con cocaína crack, una práctica que se conoce como "bola rápida" o speedballing.
La heroína ingresa con rapidez al cerebro y se adhiere a los receptores opioides de células ubicadas en distintas zonas, especialmente en las que están asociadas con las sensaciones de dolor y placer y las que controlan el ritmo cardíaco, el sueño y la respiración.
Los analgésicos opioides recetados, como OxyContin® y Vicodin®, tienen efectos similares a la heroína. Las investigaciones sugieren que el uso inapropiado de estos medicamentos puede abrir la puerta al consumo de heroína. Datos del 2011 mostraron que aproximadamente entre el 4% y el 6% de quienes consumieron opioides recetados en forma indebida pasaron a consumir heroína, y alrededor del 80% de las personas que consumían heroína habían consumido antes opioides recetados en forma indebida. Datos más recientes sugieren que la heroína es con frecuencia el primer opioide que consumen las personas. En un estudio de personas que comenzaban un tratamiento para el trastorno por consumo de opioides, alrededor de un tercio reportó que la heroína fue el primer opioide que usaron regularmente para drogarse.4
Esto sugiere que el abuso de los opioides recetados es solo uno de los factores que llevan al consumo de heroi?na. Encontrara? ma?s informacio?n sobre este problema interrelacionado en nuestro Informe de la investigación sobre los opioides recetados y la heroína (en inglés).
Las personas que consumen heroína reportan sentir una euforia o "rush", una oleada de sensaciones placenteras. Sin embargo, la droga tiene otros efectos comunes, entre ellos:
Las personas que consumen heroína durante mucho tiempo pueden experimentar:
Las personas que se inyectan drogas como la heroína tienen un mayor riesgo de contraer el VIH y el virus de la hepatitis C. Estas enfermedades se transmiten por contacto con la sangre y otros líquidos corporales, algo que puede suceder al compartir agujas u otros elementos utilizados para inyectarse. La hepatitis C es la infección de transmisión por sangre más común en Estados Unidos. También se puede contraer el VIH (y, con menor frecuencia, la hepatitis C) durante la actividad sexual sin protección, algo que el consumo de la droga hace más probable.
Infórmese más sobre la conexión entre la heroína y estas enfermedades en nuestro informe La heroína: Abuso y adicción.
La heroína a menudo contiene aditivos como azúcar, almidón o leche en polvo que pueden obstruir los vasos sanguíneos que llegan a los pulmones, al hígado, a los riñones o al cerebro, y causar daños permanentes. Además, compartir los elementos que se utilizan en la inyección de la droga y no pensar con claridad cuando se consume la droga pueden aumentar el riesgo de contraer enfermedades infecciosas como el VIH o la hepatitis (ver "El consumo de drogas inyectables, el VIH y la hepatitis").
Sí, una persona puede sufrir una sobredosis de heroína. La sobredosis de heroína ocurre cuando la persona consume una cantidad de droga suficiente para generar una reacción que pone en peligro su vida o le causa la muerte. En los últimos años ha habido un aumento de los casos de sobredosis de heroína.
Cuando una persona sufre una sobredosis de heroína, su respiración se enlentece o se detiene completamente. Esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce como hipoxia. La hipoxia puede tener efectos cerebrales de corta o larga duración y efectos sobre el sistema nervioso, entre los que se incluyen el estado de coma y daño cerebral permanente.