27 de May del 2019
ANONIMO
Se discute la filiación nosológica de dicho comportamiento desadaptativo: para unos depende de un síndrome de adicción a internet y para otros corresponde al descontrol de impulsos, relacionado con el juego patológico. Se han propuesto diferentes criterios diagnósticos para este problema.
Otra controversia es si el uso problemático de internet debiera establecerse como un trastorno psiquiátrico per se (adicción a Internet) o si los adictos a internet desarrollan dependencia a recompensas en el entorno virtual y que también existen en la vida real (como sexo o dinero). Se ha señalado que el uso problemático de internet sólo sería la manifestación de un problema subyacente, así se destaca la frecuente comorbilidad con trastornos anímicos, de ansiedad y con otras adicciones. Empero, hay consenso en que el abuso de internet es una conducta maladaptativa que acarrea secuelas diversas. Las actuales tendencias no restringen el uso del término "adicción" a aquellas conductas donde hay consumo de sustancias. El persistente involucramiento de un individuo en una conducta autodestructiva a pesar de las consecuencias adversas, se concibe como núcleo de los problemas adictivos; el uso problemático de internet sería comprendido entonces en las llamadas adicciones conductuales o tecnológicas.
La adicción a internet se ha reportado en distintos contextos socioculturales; las prevalencias halladas oscilan entre 6% y 14% -aunque no hay escalas o criterios estandarizados para el diagnóstico-. Las consecuencias del uso excesivo de internet abarcan un amplio espectro: desde problemas posturales y osteomusculares, pérdida de vínculos familiares y amicales, disminución de rendimiento académico, interferencia con el desarrollo normal de los niños y adolescentes, problemas económicos, de pareja y paternofiliales (16,18,19).
El Perú es el segundo país latinoamericano en cuanto a tasa de penetración de internet (11,5 usuarios/100 habitantes) y el 66% de adolescentes de Lima acceden a internet regularmente -la mayoría a través de cabinas públicas. Un estudio local halló 7% de prevalencia de adicción entre usuarios de internet. Otra investigación reciente encontró al 46,9% de una muestra de universitarios limeños en riesgo alto o franca adicción a internet. Se puede afirmar que este problema se presenta crecientemente en nuestra población. En la Dirección de adicciones del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado –Hideyo Noguchi se atiende esta nueva patología hace algunos años. Ante esta realidad problemática, nos planteamos la necesidad de conocer las características clínicas y epidemiológicas de los pacientes hospitalizados en nuestro instituto con el diagnóstico de "adicción a internet".
MATERIAL Y MÉTODOS
Se diseñó un estudio retrospectivo y transversal, de revisión de casos, a partir de las historias clínicas de pacientes registrados desde abril del 2001 en que se inauguró el servicio de hospitalización del Departamento de adicciones, hasta febrero del 2006. El área de influencia del Instituto Nacional de Salud Mental abarca el cono norte de Lima (aproximadamente tres millones de habitantes) y la Dirección de adicciones atiende a 3 000 pacientes anuales en consultorio externo y 130 pacientes en hospitalización, sin distingo de edad o sexo.
Se usó el formato de evaluación inicial abreviado - FEIA instrumento semiestructurado de evaluación psiquiátrica implementado en las historias clínicas. Además se revisaron las hojas de evolución médica, informes psicológicos, de enfermería y servicio social. Se diseñó mediante revisión de la bibliografía un formato para recoger conductas relativas al uso de internet, las que de no estar consignadas en la historia clínica se obtuvieron mediante entrevista a los pacientes durante sus controles de consulta externa -previo consentimiento informado-. Se incluyeron a todos los pacientes que registraron en el eje I diagnóstico de "adicción a internet" o términos similares (p.ej.: ciberadicción), sin distingo de edad, sexo o comorbilidad en cualquier eje. Se excluyeron aquellos que usaban internet pero sin alcanzar deterioro funcional o severidad clínica (no recibieron el diagnóstico de "adicción a internet"). Los datos obtenidos se procesaron estadísticamente, con el empleo del programa SPSS 10,0.
RESULTADOS
Se evaluaron treinta pacientes con adicción a internet. Cinco pacientes habían ingresado el año 2004, 20 pacientes el año 2005 y en el 2006, en sus dos primeros meses, ya se habían hospitalizado cinco pacientes, igual número que en todo el año 2004.
Características demográficas
La edad promedio fue de 18,3 ± 3,8 años. El rango de edades iba entre los 13 y los 28 años. El 76,7% de pacientes tuvo edad menor o igual a 21 años. Todos los pacientes eran varones y solteros. Diecinueve de los pacientes (63,3%) tenían instrucción secundaria completa pero a su vez 20 pacientes (66,7%) habían abandonado –es decir, dejaron inconclusos por la adicción- sus estudios secundarios o superiores.
Antecedentes personales
El 26,7% de los pacientes tuvo antecedente de problemas perinatales, igual porcentaje registró alguna anormalidad en el desarrollo psicomotor. Entre los diagnósticos médicos comórbidos resalta que 3 (10%) de los pacientes sufrieron tuberculosis pulmonar durante el tiempo de su adicción. Uno de los pacientes tenía infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
El 36,7 % de los pacientes presentaron historia de pobre rendimiento escolar aunque 20% tuvo antecedente de un rendimiento sobresaliente. Trece (43%) registraron historia de problemas disciplinarios en la infancia
En ocho pacientes (26,7%) se encontraron antecedentes psiquiátricos (enuresis en dos, déficit de atención e hiperactividad en dos, y trastorno de conducta, ansiedad de separación, onicofagia y episodio depresivo en cada uno de los otros cuatro respectivamente). No hubo diagnóstico definitivo de trastorno de personalidad en ningún caso –la mitad de los pacientes era menor de 18 años-, sin embargo se describieron rasgos disociales en 40% de los pacientes, evitativos en 26%, dependientes en 10% y pasivo-agresivos en 6,6% de ellos.
Antecedentes familiares
Hubo historia de disfunción familiar (violencia de cualquier tipo, discordia o separación de los progenitores) en 24 pacientes (80%). A su vez 17 (56,7%) recibieron algún tipo de maltrato infantil (físico, psicológico o sexual). Respecto a los antecedentes psiquiátricos familiares, los tenían 17 pacientes (56,7%); desagregando los diagnósticos hallamos que 70% de los familiares afectados reportaban problemas adictivos (35% eran adicciones químicas –al alcohol, cocaína, marihuana o nicotina- y 35% eran adicciones conductuales -ludopatía, "adicción a internet"-); el 25% adolecía de cuadros depresivos y hubo un caso de esquizofrenia.
Características clínicas
Es importante resaltar que 13 de nuestros pacientes (43,3%) tuvo como antecedente previo al cuadro clínico el uso excesivo de videojuegos y 2 (6,7%), el de antecedente de juegos de apuesta (billar, naipes). Veinticinco pacientes (83,3%) declararon haber iniciado el uso de internet al menos dos años antes de la hospitalización y 46,7% del total tenía inclusive más de cuatro años de uso habitual. Sólo un caso de treinta reportó menos de un año de contacto con el internet. El 90% de los pacientes era usuario de cabinas públicas.
Es menester señalar que de los 15 pacientes con un consumo diario mayor a 6 horas, 6 de ellos (20%) incluso tenían un consumo mayor a las 8 horas diario
Paralelamente, 27 pacientes (90%) admitieron que se conectaban a diario al internet y sólo 3 (10%) manifestaron una frecuencia menos que diaria, esto es, 5 a 6 veces por semana.
En el rubro de actividades a las que se dedicaban preferentemente los pacientes dentro del entorno virtual, 27 de los 30 pacientes (90%) se abocaban a los juegos en red prácticamente con exclusión de toda otra actividad en línea; sólo 11 de ellos (36,7%) también usaba el chat simultáneamente a los juegos en red –esto es, dejaban "abierta" la ventana del chat, mientras jugaban-. Dos pacientes (6,7%) se dedicaban indistintamente al chat y a descargar música, fotos o videos, incluyendo pornografía. El paciente restante jugaba prioritariamente ajedrez en el entorno virtual.
Seis pacientes (20%) presentaron ideación o intento suicida en algún momento de la enfermedad actual.
El máximo periodo sin conectarse a internet fue entre un día a una semana en 9 pacientes (30%), mayor a una semana pero menor a un mes en 8 (26,7%). Trece pacientes (43,3%) no podían permanecer más de un día sin conectarse a internet.