09 de May del 2018

Israel Manuel Fagundo Pino

En el momento actual está claro que las adicciones no se limitan al consumo de sustancias (cannabis, cocaína, opiáceos, cafeína, nicotina, alcohol, psicofármacos u otras). Existen hábitos y comportamientos aparentemente inofensivos que pueden convertirse en adictivos y complicar la vida de un ser humano.

Como ocurre en las adicciones químicas, las personas adictas a determinada conducta cuando no pueden realizarla experimentan un síndrome de abstinencia dado por alteraciones físicas y emocionales (ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, insomnio, inquietud, trastornos de conducta, entre otras manifestaciones).

Lo esencial del trastorno es que el enfermo pierde el control sobre la actividad elegida y continúa con ella a pesar de las consecuencias adversas que ella le produce.
Las adicciones a sustancias, tras largos años de investigaciones, están conceptualizadas de una forma exhaustiva. En estos tiempos es necesario delimitar las adicciones conductuales y sus consecuentes comportamientos, así como las interferencias que puede provocar en la vida cotidiana de una persona.

No existe aún, de forma completa y consistente, una clasificación de este tipo de adicciones, lo que da lugar a que en ocasiones se haga un uso inadecuado del concepto, esto llevaría al extremo de considerar que cualquier conducta podría acabar convirtiéndose en una adicción.

Por ejemplo, habría que determinar hasta qué punto pueden considerarse un problema de adicción algunos comportamientos obsesivos, compulsivos o reforzantes, como el someterse a cirugía estética continuamente, o aquellas mujeres que siguen al lado de un maltratador a pesar de que se quejan de sus sufrimientos.

Por otro lado: ¿Sucede algo anormal con los que se tatúan el cuerpo obsesivamente hasta no dejar un solo centímetro libre de piel o quienes se pasan la vida comprando artículos y objetos de dudosa necesidad?

También se hace necesario delimitar con mayor claridad entre el uso y el abuso de las nuevas tecnologías, el trabajo, el juego, el deporte, el sexo y otros comportamientos que tienen muchas recompensas inmediatas y pocos límites preestablecidos.

Las adicciones conductuales siguen en proceso de estudio, algunos especialistas las consideran un problema de control de impulsos y no como una verdadera adicción. Hoy se carece de una clasificación aceptada y se siguen estudiando los comportamientos más representativos que tienden a ser reconocidos como adicciones conductuales:

Adicción al juego.

• Adicción al sexo.

• Adicción a la pornografía.

• Adicción a la comida.

• Adicción a las compras.

• Adicción al trabajo.

• Adicción al deporte.

• Adicciones tecnológicas (Internet, videojuegos, smartphone)

Quiero compartir contigo cuáles son los síntomas principales de una adicción conductual. Aquí están.

- Intenso deseo, ansia o necesidad imparable de realizar la actividad placentera.

- Pérdida progresiva del control sobre la misma, hasta llegar al total descontrol.

- Progresiva focalización de las relaciones, actividades e intereses en torno a la adicción.

- Descuido de las actividades habituales previas, tanto familiares, académicas, laborales o de tiempo libre.

- Irritabilidad y malestar ante la imposibilidad de concretar el patrón o secuencia adictiva e imposibilidad de dejar de hacerlo.

- Cuando personas allegadas le advierten al adicto de estas consecuencias negativas, el mismo no detiene la actividad y se pone a la defensiva, negando el problema que padece.

Pensar en estos temas es de gran importancia para prevenir trastornos emocionales en una época llena de cambios vertiginosos, entre ellos el desarrollo de nuevas tecnologías. Sobre el tema seguiré comentando en próximos encuentros entre El Psiquiatra y Tú.

Fuente

http://www.radioangulo.cu/el-psiquiatra-y-tu/22235-que-son-las-adicciones-sin-sustancias