30 de April del 2018
Desirée Pozo
Olvidarse de los problemas, ser capaz de socializar, encajar… Las variables que pueden llevar a una persona a consumir son múltiples. Como también lo son las drogas a las que una persona puede engancharse.
No se puede olvidar que las drogas han estado presentes (y continúan) a lo largo de nuestra historia: desde los chamanes que utilizan brebajes como la ayahuasca hasta los soldados norteamericanos que lucharon en Vietnam puestos hasta las cejas de heroína, metanfetaminas o lo que pillasen.Pasando por la cocaína y su uso en Perú para soportar las altas presiones o el uso terapéutico que hacía Freud de esta sustancia, que después se descubrió que era adictiva.
Pero no todas las drogas son ilegales, como ocurre con el tabaco y el alcohol. E incluso fármacos como los antidepresivos y los ansiolíticos pueden terminar creando una adicción.
El cerebro es uno de los culpables de que uno se vuelva adicto a cualquier sustancia porque todas activan una zona muy concreta del cerebro: el circuito de recompensa, como explica Roy A. Wise en Neurobiología de la adicción, un artículo publicado en la Revista de Toxicomanías editada por el CAT de Barcelona, dirigida por el psiquiatra Manuel Mas-Bagà Blanc.
Es por este motivo que todas las personas adictas que están desenganchándose sufren un síndrome de abstinencia muy similar independientemente de la sustancia que están dejando: ansiedad, irritabilidad, alteraciones del sueño y sobre todo el deseo psicológico de consumir la droga o realizar el hábito perjudicial. No obstante, el resto de síntomas dependen del tipo de sustancia que se consuma porque entran en juego otras zonas del cerebro.
No obstante, es muy importante tener claro que “una adicción no se puede entender desde el punto de vista exclusivamente biológico, como ninguna conducta humana”, señala Eparquio Delgado director del centro psicológico Rayuela. Llegar a estar enganchado a una sustancia es un proceso multifactorial: “Claro que actúa la biología, pero siempre nos vamos a encontrar con un problema con factores como la personalidad, el contexto individual o factores culturales y sociales”, explica Delgado.
Un ejemplo que pone el psicólogo para ilustrar que los factores culturales y sociales son muy importantes es Marottichal, un pueblo de la India con una historia interesante al respecto: en esta zona se fabricaba y comerciaba con alcohol, por lo que pronto se convirtió en una forma de vida, pero sobre todo en una adicción para muchos de los hombres del pueblo.
Es por esto que a mediados de 1960 las autoridades locales decidieron prohibir el alcohol ya que la adicción se había convertido en un problema social. La nueva ley incluía realizar redadas y requisar las bebidas en medio de la noche, por lo que algunos vecinos se presentaron voluntarios. Es en este contexto, mientras esperaban para realizar las redadas, cuando comenzaron a jugar al ajedrez. Marottichal pasó de ser un pueblo alcoholizado a dedicar horas y horas a esta actividad de ocio, una costumbre que se mantiene también hoy en día.
Fuente
https://hipertextual.com/2018/04/adicciones-causas-drogas-terapia