23 de octubre del 2019
Dr. Salvador Giménez - www.medicina21.com
Conoce los hechos
El alcohol afecta a tu cerebro. Beber alcohol conduce a la pérdida de coordinación, mal juicio, enlentecimiento de los reflejos, distorsión de la visión, pérdidas de memoria e incluso pérdidas de conciencia.
El alcohol afecta a tu cuerpo. El alcohol puede lesionar cualquier órgano de tu cuerpo. Es absorbido directamente a la circulación sanguínea y puede aumentar el riesgo de gran variedad de enfermedades graves, incluido el cáncer.
El alcohol afecta a tu autocontrol. El alcohol deprime el sistema nervioso central, reduce tus inhibiciones y deteriora el juicio. La bebida puede conducir a comportamientos de riesgo como las relaciones sexuales no protegidas, lo que puede exponerte al SIDA y a otras enfermedades de transmisión sexual o a un embarazo no deseado.
El alcohol puede matarte. Beber grandes cantidades de alcohol puede conducir al coma e incluso a la muerte. Casi la tercera parte de las muertes en accidente de tráfico de jóvenes entre 15 y 20 años de edad están relacionadas con el alcohol.
El alcohol puede afectarte, incluso aunque no bebas. Si vas con amigos que beben, tienes un aumento del riesgo de padecer lesiones graves, por accidentes de tráfico o actos de violencia. Como mínimo vas a tener que hacerte cargo de otros que se van a encontrar mal, fuera de control o están incapacitados para cuidarse de sí mismos.
Conoce la ley. Es ilegal comprar o beber alcohol si eres menor de edad.
Infórmate. Un control de alcoholemia positiva puede implicar serios trastornos personales: retirada del carné de conducir, multas, juicios si ha habido un accidente, etc.
No es un juego. La “borrachera de fin de semana” significa que se toman cinco o más bebidas en ese plazo de tiempo. Uno de cada siete adolescentes son bebedores de fin de semana y tienen mayor riesgo de volverse alcohólicos en la edad adulta.
Conoce los riesgos. Mezclar alcohol con medicamentos u otras drogas es extremadamente peligroso y puede producir una muerte accidental. Las interacciones de los medicamentos con el alcohol representan un factor importante en 1 de cada 5 ingresos en los servicios de urgencia.
Cuida tu salud. El alcohol hace aumentar de peso y dificulta la respiración, predispone a enfermedades graves, y al alcoholismo.
Mira a tu alrededor. La mayoría de los adolescentes no beben alcohol. Siete de cada diez jóvenes entre 12-20 años de edad no beben, excepto muy ocasionalmente.
¿Cómo saber si un amigo tiene problemas con el alcohol? En ocasiones es difícil. Pero hay signos que pueden buscarse o que pueden observarse. Si un amigo tuyo tiene uno o más de los siguientes signos de alarma, tiene un elevado riesgo de tener serios problemas con el alcohol.
Emborracharse con cierta frecuencia Mentir acerca de la cantidad de alcohol que bebe Creer que al alcohol es necesario para divertirse Tener peleas frecuentes Encontrarse abatido, deprimido o intentar suicidarse Tener pérdidas de conciencia, no saber qué hizo cuando estaba bebido Tener problemas en el colegio o con la ley ¿Qué puedes hacer para ayudar a alguien con un problema con el alcohol?
Ser un verdadero amigo. Incluso puedes salvarle la vida. Ayuda a tu amigo a buscar ayuda profesional.
Es importante que sepas que:
Ninguna bebida es más “segura” que otra. Una cerveza de 330 ml tiene tanto alcohol como un vaso de vino de 150 ml o una copa de licor de alta graduación de 40 ml. El alcohol afecta más a los adolescentes que a los adultos, ya que su organismo está en pleno desarrollo y tiene un mayor impacto sobre el bienestar físico y mental. Los jóvenes que empiezan a beber antes de los 15 años tienen 4 veces más riesgo de desarrollar alcoholismo que los que empiezan a los 21. El alcohol es un mal amigo. La mayoría de los jóvenes no beben. Simplemente di NO: “No, gracias”; “No, no me gusta”; “No, no bebo”; “No, no me interesa”.