Te hablamos de las adicciones
  • ALCOHOL Y ACCIDENTES AUTOMOVILISTICOS

22 de August del 2011

M. Carmen Del Rio Gracia.

 

M. Carmen Del Río Gracia.
Departamento de Farmacología y Terapéutica, Facultad de Medicina.
Universidad de Valladolid.

 

 

- Los efectos del alcohol sobre el organismo humano son conocidos: Produce una depresión no selectiva del sistema nervioso central, deteriorando la función psicomotora y la percepción sensorial (vista y oído), entre otras cosas.

 

- Está perfectamente demostrado que el alcohol deteriora de una forma importante la función psicomotora y la capacidad para conducir un vehículo correctamente. Quizás uno de los efectos más importantes sobre el cuerpo, es que aumenta el tiempo de reacción, es decir, aumenta el tiempo que tarda la persona, después de percibir plenamente las sensaciones y/o recibir información, en decidir qué debe hacer y cuándo actuar.

 

- El alcohol produce importantes efectos sobre la visión, es por eso que la acomodación y la capacidad para seguir objetos con la vista se deterioran, incluso con niveles bajos de alcohol en sangre. Bajo los efectos del alcohol el campo visual se reduce, se altera la visión periférica y se retrasa la recuperación de la vista después de la exposición al deslumbramiento.

 

- Al beber, hay importantes efectos sobre la coordinación y se altera la capacidad para juzgar la velocidad, la distancia y la situación del vehículo, así como la habilidad de seguir una trayectoria o hacer frente a una situación inesperada. Estos efectos disminuyen marcadamente la posibilidad de conducir con seguridad.

 

- Los efectos del alcohol sobre las distintas funciones relacionadas con el riesgo de sufrir un accidente de tráfico, varían principalmente según la edad, forma de consumo de alcohol (habitual, esporádico), la experiencia en la conducción de vehículos e incluso según el tipo de vehículo.

 

- Los jóvenes, por distintas circunstancias (conductores inexpertos, consumos elevados los fines de semana, conducta desinhibida, etc.) son particularmente vulnerables. Se estima que el riesgo relativo de sufrir un accidente mortal en los conductores con niveles de alcohol en sangre de 80 mg/100 ml es máximo entre los jóvenes de 16-17 años (165 veces) y entre los de 18-19 años (70 veces).

 

- El alcohol contribuye en la gravedad de las lesiones, es decir, tras un accidente de tráfico, el ocupante de un vehículo que se encuentre bajo los efectos del alcohol tiene tres veces más posibilidades de padecer lesiones mortales que quién esté libre de alcohol, a igual severidad y circunstancias del accidente.

 

- Es sobre la base de esta relación entre el consumo de alcohol y el riesgo de accidente de tráfico, a partir de la cual se han establecido los niveles máximos de alcohol en sangre (y otros fluidos biológicos) a los que está permitido conducir.

 

 

Algunos mitos y creencias sobre el alcohol y la conducción

 

Existen con frecuencia mitos y creencias con relación al alcohol y la conducción de vehículos que nada tiene que ver con la realidad.

 

 "No hay peligro si estoy por debajo del límite legal"

 

Totalmente falso. De hecho con niveles de 0.15-0.2 gr/litro de alcohol en sangre ya empieza a observarse deterioro de la función psicomotora, y existe un mayor riesgo de accidente.

 

 "Dos personas que beben lo mismo tendrán la misma concentración en sangre"

 

Falso. La concentración de alcohol en sangre depende directamente de la cantidad de alcohol consumida: a mayor cantidad de alcohol consumida mayor cantidad de alcohol en sangre. Sin embargo, el nivel de alcohol en sangre se ve influenciado por el peso y el sexo del individuo.

 

 "El alcohol consumido con la comida no se absorbe"

 

Falso. El beber alcohol con las comidas hace que se retrase la absorción del alcohol aunque al final éste se acaba absorbiendo. Por el contrario, el ingerir alcohol con el estómago vacío favorece que el alcohol se absorba más rápidamente (y consecuentemente, sus efectos se inicien antes).

 

 "¡Un café, un sueñito, y como nuevo!"

 

Muchas personas tienen la creencia errónea de que el tomar un café o un té les va a contrarrestar los efectos del alcohol. También hay algunas personas que creen que por dormir un poco ya tienen restablecidas sus funciones psicomotoras. Nada más lejos de la realidad, ya que los efectos del alcohol están en relación directa con los niveles de alcohol en sangre, y ni el café, o el té, o darse una ducha, o dormir un poco son capaces de alterar los niveles de alcohol en sangre.

 

 

Si tienes dudas acércate a nosotros. La puerta está abierta.

Oficinas: 52450595

Línea de contacto: 13241082