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  • TRATAMIENTO

22 de February del 2010

ALCOHOL

El primer objetivo es conseguir por parte de la persona alcohólica la comprensión de su enfermedad y la necesidad de seguir un tratamiento adecuado. A partir de aquí, las siguientes etapas serán la desintoxicación alcohólica, la deshabituación y el seguimiento posterior.

En pocas ocasiones estas personas consultan directamente por su hábito etílico ya que, o bien no son conscientes de ello, o tienen una actitud negadora como mecanismo de defensa. En la mayoría de los casos son las quejas por parte de los familiares o la presencia de complicaciones, de tipo orgánica o de tipo psicosocial, las que motivan la consulta. Para la desintoxicación, en primer lugar debe suspenderse la ingesta de alcohol y corregir el déficit nutricional provocado por excesivo consumo del mismo. Frente a la posibilidad, aunque sea mínima, de que aparezca un síndrome de abstinencia (ansiedad, temblor, insomnio, taquicardia, sudación, nauseas, vómitos y diarrea), se indican medicamentos sedantes, como el tetrabamato. Además, es conveniente el tratamiento con vitaminas B1 - B6 - B12. En todos los casos , el síndrome de abstinencia debe acompañarse desde un abordaje psicológico.

En cuanto a las diversas Asociaciones de Alcohólicos, ningún otro tipo de tratamiento ha resultado tan beneficioso para los alcohólicos como el proporcionado por ellos mismos a través de Alcohólicos Anónimos. Estos grupos ponen en contacto a la persona enferma con compañeros abstemios siempre accesibles, dentro de un entorno donde pueden establecer relaciones sociales fuera del bar. Además, el nuevo miembro escucha a otras personas confesar ante el grupo las mismas justificaciones que él ya se había hecho en privado acerca de su afición a la bebida. La ayuda puede devolverle la autoestima y confianza en sí mismo que antes sólo encontraba en el alcohol.

Otro medicamento utilizado es el disulfiram, que interfiere en el metabolismo del alcohol, por el cual se acumulan productos intermedios. Esto produce síntomas de intoxicación e intensas molestias como rubor facial, conjuntivas del ojo enrojecidas, cefalea pulsátil, taquicardia y sudación. De 30 a 60 minutos después aparecen náuseas y vómitos, puede haber disminución de la presión arterial, vértigo y a veces pérdida de conocimiento. Las molestias son tan intensas que pocos pacientes se arriesgan a ingerir alcohol mientras están tomando disulfiram. Este medicamento está contraindicado durante el embarazo, así como en pacientes con descompensación cardíaca.