02 de December del 2025

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Fumar tiene un impacto directo e indirecto en tu audición. El humo del cigarrillo contiene más de 7.000 sustancias químicas, muchas de las cuales son tóxicas. Estas sustancias pueden causar daños en diversas partes del cuerpo, incluidos los oídos.

Circulación sanguínea reducida

La nicotina y el monóxido de carbono, dos de las sustancias más nocivas del humo del cigarrillo, contraen los vasos sanguíneos. Esto provoca una reducción del flujo sanguíneo en el cuerpo, incluido el oído interno. El oído interno se encarga de convertir las ondas sonoras en señales eléctricas que interpreta el cerebro. Un flujo sanguíneo deficiente puede dañar las células ciliadas de la cóclea, que son esenciales para una buena audición.

Estrés oxidativo

Fumar provoca un aumento de los niveles de radicales libres en el organismo. Estas moléculas inestables pueden dañar las células, incluidas las delicadas células del oído interno. El estrés oxidativo contribuye al envejecimiento prematuro y puede acelerar la pérdida de audición.