Te hablamos de las adicciones
  • UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN SOBRE LA ADICCIÓN

22 de February del 2010

INFORMACIÓN ADICCIONES

Por: Liora Stavchansky

Para a hablar de adicciones, no sólo se debe comenzar por preguntarse sólo sobre la adicción al alcohol, la droga o el cigarro, sino por el tipo de personalidad que tiende a esta conducta, o más aún, a la persona que actúa compulsivamente para lograr relacionarse consigo mismo por medio de un producto externo o interno, y que le es difícil dejar o que no desea abandonar.

Cuáles son las reflexiones que giran en torno a esto: ¿todos somos adictos? ¿son las adicciones inevitables?, ¿existen adicciones más peligrosas que otras?  ¿cuáles adicciones son “sanas” o “saludables”?, ¿si se deja una adicción es probable que se vuelva a caer en otra?

Hay muchas posturas y corrientes de pensamiento -especialmente psicológicas y psiquiátricas- que han abordado este tema, determinando que es una cuestión que no sólo preocupa a estas teorías que interpelan  al concepto de adicción, sino que también cuestionan de manera crítica a la sociedad en general, a la institución familiar, a la educación y sobre todo al concepto de salud.

¿Qué es una adicción? Es una conducta repetitiva por un plazo de tiempo considerable que conlleva a la persona a sustituir –en muchas ocasiones de forma inconsciente- situaciones conflictivas o desagradables, y que le cuesta trabajo abandonar. Es decir, es una conducta que permite realizar un vínculo vivencial con el placer más profundo y primitivo del ser humano, haciendo un cortocircuito con la sociedad que le rodea, con la familia y con los propios principios y valores.

Las adicciones más dañinas conocidas popularmente como al alcohol y la droga, propician una separación casi completa de la persona con su entorno; un rechazo de los objetos significativos de su exterior. Y lo que cuesta trabajo creer, es que el producto adictivo (drogas, alcohol, cigarros, etcétera) es puesto y ofrecido por la misma sociedad que pone a disposición de las personas. Es decir, es un producto industrial con el que se trafica, se negocia, y es arrojado por el mercado industrial y social para el comercio y consumo individual. Así es como el producto adictivo responde a una demanda de “aniquilación” en beneficio de un ser sin estímulos ni atenuantes.

Este aniquilamiento implica apartarse de esa sociedad que ofrece la droga o el alcohol, paradójico pero real, apartarse simultáneamente de la conciliación entre los valores y principios propios para atender a una demanda que conduce al vacío; hacia la falta de motivos en pro de un equilibrio saludable. La adicción es una manera de no querer saber más nada; sólo querer saber nada, saber nada solamente, nada… nada más.