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Te hablamos de las adicciones
  • Los cicarros electrónicos y su prohibición en México

04 de February del 2025

Mtro. Alor Ruiz

Motivos de la prohibición: El principal motivo para la prohibición, está en que el Gobierno de México busca proteger la salud de los mexicanos, previsto en el artículo 4° constitucional, atendiendo el derecho fundamental a la protección de la salud de toda persona y para evitar el daño, incluso irreversible, en la población particularmente en niños, adolescentes y jóvenes. Estas disposiciones también atienden compromisos y recomendaciones internacionales; la máxima autoridad sanitaria a nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS), respalda la prohibición de importación, venta y distribución de vapeadores, como máxima medida regulatoria. Las medidas adoptadas privilegian el derecho a la protección de la salud, en particular de las infancias y adolescencias, por encima de los intereses comerciales de las tabacaleras y sus asociados, con esto se privilegia el interés público, sobre el privado. La justificación de la prohibición Evidencia científica tanto nacional como internacional y libre de conflicto de interés o intervención de la industria del tabaco y asociados, concluye que los vapeadores en todas sus modalidades, son un riesgo debido a que son altamente adictivos y ocasionan daños a la salud. En México la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), alertan que los vapeadores pueden causar diversos daños: Daños respiratorios por la inflamación del tejido pulmonar, causando padecimientos como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y asma. Daños cardiovasculares por los cambios en la circulación sanguínea, los cuales pueden causar arterioesclerosis e infartos al corazón; y alteraciones como la disfunción eréctil. Daños mutagénicos que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer. También destacan que un cartucho para vapeadores (5% de sal de nicotina) es equivalente hasta tres paquetes de cigarros. Estas altas concentraciones de nicotina tienen efectos adversos a corto y largo plazo, especialmente en el desarrollo del cerebro de niños y adolescentes. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) analizó en el contenido de los vapeadores y encontró sustancias altamente inflamables (dimetil éter), sustancias usadas como insecticidas contra moscas y cucarachas (linalol), entre otras sustancias altamente perjudiciales para la salud de las personas. Además estos productos emiten aerosol toxico (nunca vapor), con nicotina, sustancias toxicas, asociadas al cáncer e incluso contienen más metales pesados que el humo del cigarro convencional. Los vapeadores son un riesgo para las personas que no consumen, pero están expuestas al aerosol exhalado por los usuarios de vapeadores, ya que las soluciones y mezclas utilizadas suelen estar disueltas en sustancias dañinas (propilenglicol o glicerina), especialmente para el corazón y los pulmones. Los vapeadores representan un riesgo para la salud individual y de terceras personas. La OMS además indica que los vapeadores pueden contener niveles de sustancias tóxicas y compuestos carcinógenos, en ocasiones superiores a los cigarros convencionales y concluye que los vapeadores son indudablemente dañinos, representan una amenaza actual y real para la población en general. Además de los muchos riesgos y daños que representa el consumo de vapeadores, la Conadic alerta sobre el efecto negativo de estos dispositivos para el control del tabaquismo, debido a que mantiene la adicción a la nicotina, al mismo tiempo desincentiva dejar de fumar, y puede ocasionar el consumo simultáneo de vapeadores y cigarros convencionales. Adicionalmente no se cuenta con evidencia que compruebe su eficacia como alternativa para dejar de fumar. Las empresas tabacaleras y asociados, promueven los vapeadores a través de publicidad engañosa, y difunden la falsa creencia de que estos productos son de “bajo riesgo o riesgo reducido”, generando percepción errónea entre la población, especialmente entre los niños, adolescentes y jóvenes. En el 2017 en México, 938 mil adolescentes habían probaron alguna vez vapeadores, y 160 mil lo utilizaban de manera habitual; para el 2022, cinco millones de personas entre 12 y 65 años de edad habían usado alguna vez un vapeador, y su consumo regular se presentó en 975 mil personas. Esto alertó al Gobierno de México, ya que el consumo de vapeadores representa la puerta de entrada de adicción a la nicotina y otras drogas.