Conducir bajo los efectos del alcohol ha sido un problema en los Estados Unidos durante muchos años. Los conductores embriagados (borrachos) son noticia, pero los peligros de conducir después de fumar marihuana o usar otras drogas a menudo pasan desapercibidos.
Hace veinte años los estadounidenses se movilizaron para poner fin a los trágicos e innecesarios accidentes automovilísticos relacionados con los conductores ebrios (borrachos). Como resultado de este esfuerzo, coordinado por activistas de la comunidad, la industria del espectáculo, legisladores y oficiales del gobierno, médicos, maestros y padres, hemos logrado crear mayor conciencia sobre los peligros de beber alcohol y conducir. Más importante aún, hemos logrado cambiar la conducta de los estadounidenses y, como resultado, las cifras de muertes a causa de conducir bajo los efectos del alcohol se han reducido de 18,444 en 1982 a 10,959 en 1998.

A nivel nacional, continuamos recordándole a las personas que no deben beber alcohol y conducir ni viajar en un automóvil conducido por una persona que ha bebido alcohol.

Pero, ¿cuántos padres le hablan a sus hijos sobre los riesgos de viajar en un automóvil conducido por una persona bajo los efectos de la marihuana? ¿Cuántos creen que la marihuana realmente los hace mejores conductores?

Al igual que el alcohol, la marihuana y otras drogas pueden afectar muchas de las destrezas necesarias para conducir bien, tales como estar alerta, tener la capacidad de concentrarse, tener coordinación y reaccionar a tiempo. Estos efectos pueden durar hasta 24 horas después de fumar marihuana. Síse combina el uso de drogas con la inexperiencia en las carreteras y la conducta de alto riesgo de los adolescentes, tenemos todos los ingredientes necesarios para un desastre. En 2002, la Administración Nacional de Seguridad en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), calcula que del 10 al 22 por ciento de los conductores involucrados en accidentes automovilísticos habían usado recientemente una droga ilícita, a menudo en combinación con el alcohol.

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