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Te hablamos de las adicciones
  • La cafeína y las adicciones

25 de marzo del 2024

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¿Qué es la cafeína? La cafeína, tanbién denominada teínam guaranina o mateína, es un constituyente natural presente en más de 60 especies de plantas. Se podría considerar la sustancia estimulante de mayor consumo y la más socialmente aceptada a nivel mundial. Se cultivó por primera vez en Etiopía, de la misma forma que el té en China y el Cacao en América del Sur. En el siglo XV se desarrrolll la técnica de tostar y moler los granos de café y en poco tiempo su consumo se expandió por todo el mundo. ¿La cafeína es mala? Los efectos negativos de la cafeína tendrían lugar cuando se consumen cantidades excesivamente elevadas. La ingesta de café en grandes cantidades provocaría un aumento de la ansiedad y esto daría lugar a, por ejemplo, taquicardias, dificultades para dormir, o incluso a un empeoramiento del control motor fino. Cuando el consumo supera aproximadamente, los 300 mg al día, el sistema motor puede verse activado sobremanera, así como resultar alterado el ciclo de sueño-vigilia además de aumentar de forma generalizada las tasas de metabolismo cerebral. ¿Pero la cafeína puede crear dependencia? El consumo de cafeína actúa únicamente en el núcleo caudado, otra parte del cerebro, lo que guardaría relación con las propiedades estimulantes de la cafeína en la actividad psicomotora. Por otro lado, la cafeína también estimula la liberación de dopamina en la corteza prefrontal que sería consistente con sus propiedades psicoestimulantes y con el refuerzo de la conducta de consumición. Para que la cafeína incrementase la actividad funcional de la corteza del núcleo accumbens (y por tanto produjera dependencia) debería consumirse en una cantidad cinco veces mayor a la media diaria. Por eso se afirma que a pesar de que la cafeína cuente con algunos criterios para ser considerada droga de abuso, hay un riesgo de adicción muy bajo. Sin embargo, en personas con una adicción a sustancias, especialmente cocaína y/o alcohol, la cafeína puede convertirse en una sustancia “de sustitución” y tener efectos secundarios importantes. La cafeína tiene una serie de efectos activadores del sistema nervioso central que la hacen psicoestimulante: Aumenta la alerta, reduce la sensación de cansancio y fatiga, aumenta la capacidad de mantener un esfuerzo intelectual y mantiene el estado de vigilia a pesar de la privación de sueño. Además sus efectos vasodilatadores hacen que mejore el rendimiento físico y potencia la disminución de la sensación de cansancio y fatiga. Estos efectos, especialmente los psicoestimulantes, recuerdan, aunque sea de lejos, a los efectos estimulantes de la cocaína y a los efectos euforizantes de los consumos de alcohol. Esto es lo que hace que personas que han desarrollado una adicción, sin darse cuenta la mayor parte de ocasiones, incrementen de forma elevada la cantidad de café o de otras bebidas con cafeína. Altera el sistema nervioso lo suficiente como para que pueda aparecer un craving y llevar a una recaída, Lo que ha pasado es que el consumo de cafeína se ha usado como un pretendido "sustituto" de la substancia principal de la adicción, pero al no ser posible, ha provocado o como poco, facilitado, la recaída.