04 de diciembre del 2023
https://nida.nih.gov/es/publicaciones/drugfacts/el-canabis-marihuana
Según la Encuesta Nacional sobre la Salud y el Consumo de Drogas (en inglés), el cannabis (marihuana) es una de las drogas más consumidas en Estados Unidos, y su consumo se encuentra muy extendido entre los jóvenes. En 2021, el 35,4% de los adultos jóvenes de entre 18 y 25 años (11,8 millones de personas) declararon haber consumido marihuana en el último año.1 Según la encuesta Monitoring the Future (en inglés), las tasas de consumo de marihuana del último año entre los estudiantes intermedios y secundarios se han mantenido relativamente estables desde finales de la década de 1990. En 2022, el 30,7% de los alumnos de 12º grado reportaron haber consumido marihuana durante el último año y el 6,3% declararon consumir marihuana a diario. Muchos jóvenes también utilizan dispositivos de vapeo para consumir productos derivados del cannabis. En 2022, casi el 20,6% de los estudiantes de 12º grado reportaron haber vaporizado marihuana (en inglés) en el último año y el 2,1% reportaron consumirlo a diario.2 La legalización de la marihuana para usos médicos y para el consumo recreativo de personas adultas que está ocurriendo en una cantidad cada vez mayor de estados en el país puede tener cierta influencia en estas opiniones. Encontrará más información sobre el uso medicinal de la marihuana en nuestro documento DrugFacts: La marihuana como medicina. ¿Cómo se consume la marihuana? La marihuana se fuma en cigarrillos enrollados (llamados porros o joints), en pipa o en pipas de agua (bongs). También se fuma en blunts, que son cigarros vaciados y vueltos a rellenar parcial o totalmente con marihuana. Para no inhalar el humo, algunas personas usan vaporizadores. Estos aparatos extraen los ingredientes activos de la marihuana (incluido el THC) y recolectan el vapor en una unidad de almacenamiento. La persona entonces inhala el vapor, no el humo. Algunos vaporizadores usan un concentrado líquido de marihuana. La marihuana también se puede mezclar con alimentos (comestibles de marihuana) —como por ejemplo bizcochos de chocolate, galletas o golosinas— o beberse en forma de infusión como si fuera un té. Un nuevo método popular de consumo es fumar o comer distintas formas de resinas con alto contenido de THC ¿Qué efecto tiene la marihuana en el cerebro? La marihuana afecta el cerebro a corto y largo plazo. Efectos a corto plazo Cuando una persona fuma marihuana, el TCH pasa rápidamente de los pulmones a la corriente sanguínea. La sangre transporta entonces la sustancia química al cerebro y a otros órganos del cuerpo. Si la persona ingiere o bebe el THC, el organismo lo absorbe más lentamente. En ese caso, los efectos se sienten por lo general entre 30 y 60 minutos después de consumir la droga. El THC actúa sobre ciertas células receptoras específicas en el cerebro, las células que normalmente reaccionan a sustancias químicas naturales similares al THC. Estas sustancias químicas naturales desempeñan un papel en el desarrollo y el funcionamiento normal del cerebro. La marihuana sobrestimula las áreas del cerebro que contienen la mayor cantidad de estos receptores. Eso genera la euforia o “high” que experimenta la persona. Otros efectos incluyen: alteración de los sentidos (por ejemplo, los colores se ven más brillantes) alteración de la percepción del tiempo cambios en el estado de ánimo limitación de la movilidad corporal dificultad para pensar y resolver problemas debilitamiento de la memoria alucinaciones (cuando se consume en grandes dosis) delirio (cuando se consume en grandes dosis) psicosis (el riesgo es mayor con el consumo regular de marihuana de gran potencia) Efectos a largo plazo La marihuana también afecta el desarrollo del cerebro. Cuando una persona comienza a consumir marihuana en la adolescencia, la droga puede reducir la capacidad de pensar, la memoria y las funciones cognitivas (funciones de aprendizaje), y puede afectar la manera en que el cerebro establece conexiones entre las áreas que son necesarias para realizar estas funciones. Los investigadores todavía continúan estudiando cuánto tiempo duran los efectos de la marihuana y si algunos de los cambios que causa podrían ser permanentes. Por ejemplo, un estudio de Nueva Zelanda realizado en parte por investigadores de Duke University demostró que las personas que comenzaron a fumar mucha marihuana en la adolescencia y continuaron consumiéndola perdieron, en promedio, 8 puntos de coeficiente intelectual entre los 13 y los 38 años de edad. Las personas que abandonaron la marihuana siendo adultos no recuperaron totalmente la capacidad mental que habían perdido. Quienes comenzaron a fumar marihuana en la edad adulta no mostraron una disminución notable del coeficiente intelectual.5 En otro estudio reciente realizado con hermanos mellizos, los que consumieron marihuana mostraron una declinación importante en conocimientos generales y en la habilidad para expresarse verbalmente (equivalente a 4 puntos de coeficiente intelectual) entre la preadolescencia y el comienzo de la edad adulta, pero no se halló ninguna diferencia predecible entre los mellizos cuando uno de ellos consumió marihuana y el otro no. Esto sugiere que la disminución del coeficiente intelectual en quienes consumen marihuana puede deberse a otros factores no relacionados con la droga, como pueden ser los factores familiares comunes (factores genéticos o el ambiente familiar, por ejemplo).6 El estudio Adolescent Brain Cognitive Development (ABCD) del NIDA sobre el desarrollo cognitivo del cerebro adolescente es un amplio estudio longitudinal que está siguiendo a una muestra grande de estadounidenses jóvenes desde el final de la infancia hasta el inicio de la edad adulta para ayudar a clarificar cómo y en qué medida la marihuana y otras sustancias, solas o combinadas, afectan el desarrollo del cerebro en los adolescentes. Encontrará más información sobre el estudio ABCD en nuestra página Estudio longitudinal del desarrollo cognitivo del cerebro adolescente ¿Qué otros efectos tiene la marihuana sobre la salud? El consumo de marihuana puede tener una amplia variedad de efectos físicos y mentales. Efectos físicos Problemas respiratorios. El humo de la marihuana irrita los pulmones, y quienes fuman marihuana con frecuencia pueden tener los mismos problemas respiratorios que quienes fuman tabaco. Estos problemas incluyen flema y tos crónica, enfermedades pulmonares más frecuentes y un mayor riesgo de sufrir infecciones pulmonares. Hasta ahora los investigadores no han hallado evidencia de que las personas que fuman marihuana tengan un mayor riesgo de cáncer de pulmón.8 Ritmo cardíaco acelerado. La marihuana aumenta la frecuencia cardíaca por hasta tres horas luego de fumarla. Este efecto puede aumentar la posibilidad de un infarto. El riesgo puede ser más alto para las personas mayores y quienes sufren de problemas cardíacos. Problemas con el desarrollo del niño durante y después del embarazo. Un estudio halló que alrededor del 20% de las mujeres embarazadas de 24 años o menos tuvieron resultados positivos en pruebas de detección de marihuana. Sin embargo, este estudio también halló que era dos veces más probable que las mujeres tuvieran un resultado positivo en una prueba de consumo de marihuana que lo que ellas mismas reportaban.9 Esto sugiere que los índices de consumo de marihuana que reportan las mujeres embarazadas no son una medida precisa y es posible que no se reporte todo el consumo. Además, en un estudio de dispensarios, se halló que personal no médico de los dispensarios recomendaba marihuana a las mujeres embarazadas para combatir las náuseas, aunque los expertos médicos advierten contra ello. Esto preocupa a los expertos médicos porque el consumo de marihuana durante el embarazo está vinculado con menor peso del recién nacido10 y un mayor riesgo de problemas cerebrales y de comportamiento en los bebés. Si una mujer embarazada consume marihuana, la droga puede afectar ciertas partes del cerebro en desarrollo del feto. Los niños que estuvieron expuestos a la marihuana mientras estaban en el vientre de la madre tienen un riesgo mayor de tener problemas de atención11 y de memoria y menor capacidad para resolver problemas, en comparación con niños que no estuvieron expuestos a la droga.12 Algunas investigaciones también sugieren que el THC pasa en cantidades moderadas a la leche de la madre que está amamantando13. Con el consumo regular, el THC puede estar presente en la leche materna en cantidades que pueden afectar el cerebro en desarrollo del bebé. Otras investigaciones recientes sugieren un mayor riesgo de nacimientos prematuros.27 Es necesario investigar más. Puede encontrar más información sobre la marihuana y el embarazo en nuestro Informe de investigación sobre la marihuana. Náuseas y vómitos intensos. El consumo regular y prolongado de marihuana puede causar el síndrome de hiperemesis cannabinoide en algunas personas. Esto hace que la persona tenga ciclos regulares de intensas náuseas, vómitos y deshidratación, que a veces requieren atención médica de emergencia.