26 de julio del 2023
Raquel Rodríguez Cortés
¿Qué es la adicción a las Redes Sociales?
El incremento del uso de las redes sociales (RRSS) es algo que se ha vuelto problemático en los últimos años. Cada vez son más las personas que hacen uso de estos dispositivos y cada vez es más temprana la edad de comiendo de uso. Esto relacionado con que los jóvenes suelen percibir mayor sensación de enganche que los adultos (Atela et al. 2014) es un problema que debe ser estudiado.
Además, tal y como se puede leer en diversas investigaciones como, por ejemplo, la realizada por Jiménez y Pantoja en el año 2007, este uso excesivo de las redes podría generar dependencia psicológica.
El problema aquí, como ya comentamos en los artículos sobre adicciones conductuales y sobre adicción al juego es que este tipo de adicciones no se incluyen en el principal manual diagnóstico de los trastornos mentales (DSM-5, APA 2013). Por eso, es complicado poder establecer un diagnóstico o comentar cuáles son sus principales síntomas.
¿Cuáles son los síntomas de las adicciones a las Redes Sociales?
Relacionado con lo anterior, para poder establecer cuáles son los síntomas tendremos que fijarnos en los síntomas de las adicciones con sustancia. Los más frecuentes son:
Además, también pueden aparecer otros síntomas como, por ejemplo: inestabilidad emocional, impulsividad, necesidad de tener que tener siempre emociones excitantes o fuertes, etc.
¿Cuáles son las consecuencias de las adicciones a las Redes Sociales?
Según diversos autores, las consecuencias más comunes derivadas del uso excesivo o adicción a estos dispositivos son:
Además, también pueden existir otros trastornos asociados como puede ser la adicción a internet o la adicción al teléfono móvil. Esto es así porque para hacer uso de las redes sociales, en la mayoría de las ocasiones, se hace a través de un teléfono móvil y es necesaria una conexión a internet.
Tratamiento de la adicción a las redes
No existen muchas guías clínicas sobre cómo debería ser el tratamiento psicológico en estas adicciones. Aun así, desde mi punto de vista es imprescindible que se tenga en cuenta todo lo siguiente:
Exploración del problema. Recabar información sobre las horas de uso, desde cuando se percibe la posibilidad de que exista un problema, posibles consecuencias que este problema tiene en la vida diaria, cantidad de redes sociales con las que se siente dependencia, etc.
Evaluación psicométrica mediante cuestionarios estandarizados. Es importante saber en qué punto se encuentra la persona afectada para poder establecer los objetivos terapéuticos. Mediante la evaluación tanto cuantitativa como cuantitativa se podrá establecer cuál es la gravedad del problema.
Psicoeducación sobre qué son las adicciones conductuales y como nos podemos enfrentar a ellas. Hay poca información sobre qué son estas adicciones y sobre qué es la adicción a las redes sociales. Por eso, es fundamental informar a la persona afectada para que se pueda identificar con los síntomas y que pueda ver que es un problema.
Explicación e identificación de las posibles consecuencias. Un problema se convierte en problema, entre otras cosas, cuando existe afectación de la vida diaria. Es decir, cuando dejamos de hacer cosas por estar publicando. También se debe ver si hay una gran dependencia psicológica o no.
Auto-registros del uso. Para poder establecer cuánto uso se produce se recomienda apuntar cuántas publicaciones se realizan y en qué redes sociales. Además de servirle al psicólogo para ayudar a determinar la gravedad del problema, también puede servirle al paciente a conocer cuál es realmente en número de veces que publica. Muchas veces no hay conciencia de esto último.
Control estimular. Se suele recomendar desinstalar las aplicaciones o utilizar herramientas para limitar el uso que se pasa en ellas.
Abordaje de otro tipo de problemáticas asociadas como las comentadas en el punto anterior (ansiedad, depresión, problemas de afrontamiento, baja autoestima, problemas de extroversión, etc.).
También se utilizan técnicas para el control de la ansiedad que puede producir reducir el consumo, etc.
Conclusiones
Es de vital importancia que este tipo de adicciones sean incluidas en los principales manuales diagnósticos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Para poder establecer un buen diagnóstico y utilizar instrumentos de medida adecuados para realizar la evaluación, esto es muy importante.
Es una problemática que, sobre todo, está asociada a personas cada vez más jóvenes. Además, cada vez es más temprana la edad de uso del teléfono móvil y de, por lo tanto, las redes sociales. Es cierto que las redes suelen tener una edad mínima para poder registrarse. Esta suele ser entre los 13 y 14 años. Sin embargo, mentir es muy sencillo y nos encontramos con que niños y jóvenes de 10 años ya tienen redes sociales.
Lo comentado en el punto anterior puede ser problemático por dos motivos. Por un lado, puede producirse una adicción a una determinada red social y, por otro lado, esa persona de corta edad se expone totalmente a la comunidad de esa red social con todos los peligros que esto puede acarrear.