20 de febrero del 2023
Fact Checked
En estos casos, el deporte suele utilizarse como “vía de escape” de otros problemas. Así, algunas personas al sentirse bien realizándolo, acaban recurriendo a este como un medio para regularse emocionalmente. En otros, el ejercicio físico se realiza por una necesidad de estimulación constante, inseguridad u otros motivos.
Incluso, la adicción al ejercicio físico puede acabar desembocando en vigorexia, un trastorno psicológico que implica una distorsión de la imagen corporal.
La adicción al ejercicio físico es una adicción comportamental a la práctica del deporte. David González-Cutre, investigador de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la Universidad de Elche, explica que la adicción al ejercicio físico es relativamente reciente. Por ello, aún existen pocos datos al respecto.
Según el González, a raíz de este “nuevo” trastorno han aumentado las lesiones que llegan a atención primaria derivadas de esta práctica. Por otro lado, el investigador señala que la adicción al ejercicio físico puede ser primaria, cuando es el deporte lo que genera la propia adicción, o secundaria, cuando deriva de otro trastorno (por ejemplo un trastorno de la conducta alimentaria).
Por su parte, es pertinente aclarar que este trastorno no se contempla como entidad diagnóstica en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales), aunque se estudia su futura inclusión.
Cuando una persona se vuelve adicta al ejercicio físico, presenta una serie de síntomas o conductas que lo evidencian. Por ejemplo, la adopción de un estilo de vida muy concreto, con unas rutinas de deporte y ejercicios (y muchas veces también de dietas) muy específicas. Estas rutinas suelen ser obsesivas y exageradas, y la persona que las desarrolla se siente mal si no sigue su “plan establecido”.
A ello, a veces se le suma un consumo descontrolado de proteínas y carbohidratos (sobre todo en los casos de vigorexia), incluso de esteroides (sustancias que estimulan el crecimiento musculo-esquelético y el desarrollo de rasgos sexuales masculinos).
Dicho esto, vemos que la adicción al deporte va acompañada de la obsesión por comer de forma saludable o por seguir dietas para ganar masa o perder masa muscular (dependiendo del caso). En el caso de la vigorexia, insistimos, la obsesión está en ganar masa muscular.