26 de enero del 2023
De la Serna J.M
Entre los humanos la mentira funciona para relacionarse entre ellos mismos, además, es un mecanismo de protección. Sin embargo, decir la verdad es un valor para respetar a los demás. De hecho, en algunos casos mentir en exceso podría ser un trastorno psicológico llamado mitomanía.
¿Cómo distinguir a un mentiroso de un mitómano?
De acuerdo con Dolores Mercado, un mitómano dice mentiras porque vive insatisfecho con su realidad y en casos extremos llega a creerse esa invención.
Tiene baja autoestima y considera que sus capacidades no son bien aceptadas por la sociedad. Además, se crea una imagen para ser aceptado, e incluso se vuelve un personaje histriónico. “Son personas muy seductoras y atractivas”.
De hecho, para los mitómanos mentir es un hábito y se relaciona de acuerdo a su propia realidad. Una de sus principales características es que sufren de ansiedad y la mitomanía es una estrategia para disminuir ese sentimiento negativo.
De esta forma afrontan el ambiente social y físico de una forma más tranquila. Sin embargo, un mitómano está inconsciente de sus falacias y en algunos casos se cree su propia invención.
En cambio un mentiroso utiliza este método para obtener un fin que lo beneficie. Es decir, la falacia se convierte en un instrumento para obtener la recompensa que requiere.