29 de noviembre del 2022

Mundo Psicologos

Las personas con un miedo excesivo a los gérmenes creen que el mundo es un “lugar sucio”. Como consecuencia, siempre están lavando o limpiando. Suelen pasar la mayor parte del día haciendo estas actividades. También gantas grandes cantidades de dinero comprando productos de limpieza, exponiéndose así a los productos químicos dañinos que contienen la mayoría de ellos.

Las personas con miedo extremo a los gérmenes t tienden a pensar en los microbios todo el tiempo. Temen contaminarse por la suciedad, el polvo, la mugre o las personas que estornudan o tosen. Cuanto más a menudo un misofóbico se enferma, más probable es que crea la necesidad de limpiar. Esto puede afectar severamente el funcionamiento diario de la persona.

¿Cuales son las causas?

La misofobia suele provenir de un trastorno obsesivo compulsivo u obsesivo compulsivo. 

Se cree que la herencia y la genética tienen una fuerte relación con el miedo a los gérmenes. Los niños con un padre o cuidador obsesivo-compulsivo tienen más probabilidades de convertirse en misófobos.

Además, un evento traumático (personal o presenciado) en el pasado o incluso un evento aleatorio puede desencadenar la Miofobia.

Síntomas

Dependiendo del nivel de miedo, se pueden observar diferentes síntomas en el individuo.

Los síntomas físicos de un ataque de pánico (en lo que se percibe como la presencia de gérmenes) tales como temblores, sequedad de boca, sudoración, náuseas, latidos cardíacos rápidos e irregulares, etc. Es probable que el paciente también se entregue a comportamientos o acciones irrazonables como:

• Lavar con frecuencia y en exceso.
• Negarse a usar los baños públicos.
• Evitar todo tipo de actividades sociales o lugares que incluyan entrar en contacto con personas o animales “gérmenes”.
• Negarse a compartir artículos personales como peines, cepillos o alimentos con cualquier persona.

El individuo puede imponerse muchas restricciones a sí mismo, incluyendo negarse a tocar las perillas de las puertas directamente o a estrechar la mano de alguien, así como a usar constantemente productos como desinfectantes para manos o jabones. 

Tratamiento 

Existen varios tratamientos efectivos para la misofobia, algunos de los cuales tienen sus raíces en la terapia.

• Terapia de conducta cognitiva. Se enfoca en ayudar al individuo a cambiar sus pensamientos y comportamientos inútiles, en este caso, aquellos relacionados con los gérmenes.
• Terapia de exposición. Este método expone lentamente a una persona con fobia a los gérmenes en situaciones controladas y, finalmente, en situaciones de la vida real.
• Medicamento. Algunos medicamentos ayudan a tratar los síntomas. Más específicamente, algunos antidepresivos, que también se usan para tratar la ansiedad.
• Técnicas de relajación. La respiración profunda, el yoga y otras técnicas de relajación también pueden resultar útiles para las personas que sufren de misofobia.

Recuerda, no estás solo. No tienes que navegar tu misofobia por ti mismo. Un profesional de la salud mental puede ayudarte a comprender mejor su presentación específica de este trastorno y determinar el mejor tratamiento para ti.