08 de noviembre del 2022
UMBRAL
Adicionalmente esta es una edad vulnerable en el desarrollo que, por lo mismo, conlleva mayor riesgo para desarrollar una dependencia al tabaco y todos los problemas de salud asociados; resulta más preocupante al saber que iniciar el consumo de tabaco antes de los 15 años de edad incrementa la probabilidad de usar y abusar de otras drogas. Se sabe que si una persona no comienza a fumar antes de los 18 años, difícilmente se convertirá en fumador.
El tabaco es el único producto de uso legal que al consumirlo, mata a la mitad de sus consumidores; por lo tanto la viabilidad de la industria tabacalera a largo plazo se basa en que puedan obtenerse fumadores jóvenes de remplazo para aquellos que mueren o abandonan el consumo, en donde la publicidad es un factor de riesgo.
La publicidad de tabaco favorece el consumo en las mujeres, debido a que la mercadotecnia de cigarros esta fácilmente a la vista en medios impresos (revistas para jóvenes, o periódicos) y puntos de venta como tiendas o supermercados, donde los cigarrillos están fácilmente a la vista de las menores.
Otros sitios también son utilizados como el caso de internet, donde se puede ver un uso creciente de anuncios, igualmente en redes sociales, series de televisión, películas y también en video juegos; todos con la intención de generar consumo de tabaco en quienes no fuman.
Las estrategias de mercadotecnia además atraen a las consumidoras utilizando categorías falsas como light, es así que más mujeres que hombres fuman cigarros light al creer erróneamente que esto significa, más seguro; las mujeres que fuman cigarros light suelen inhalar más profundo para absorber la cantidad deseada de nicotina.
La Organización Mundial de la Salud, considera que las evidencias han dejado muy en claro que el tabaco está asociado a diversas enfermedades, que disminuyen la calidad de vida, causan pobreza económica y malestar, pero sobre todo el tabaquismo es considerado la primera causa de muerte prevenible en el mundo.
El daño puede ser inmediato, ya que el humo del tabaco puede producir coágulos sanguíneos, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares repentinos, tan solo fumar un cigarro de vez en cuando es suficiente para causar daño y alterar la forma en que el cuerpo se sana a sí mismo.
En las mujeres el tabaquismo ha traído como consecuencias daños adicionales y específicos como, cáncer de seno, cervicales, insuficiencia ovárica prematura, menopausia temprana, disminución de la fertilidad, menstruación dolorosa, envejecimiento prematuro entre otras.
Las mujeres que fuman y toman anticonceptivos orales tienen hasta 40 veces más probabilidades de sufrir un ataque cardiaco que las mujeres que no fuman ni toman anticonceptivos, y las mujeres fumadoras presentan la menopausia dos años antes que las mujeres no fumadoras, aumentando en función del número de cigarrillos que consume la mujer.
Las mujeres fumadoras tienen mayores riesgos que las no fumadoras de desarrollar osteoporosis y sufrir fracturas de cadera. También se ha relacionado al consumo de tabaco con las arrugas faciales y las fumadoras tienen mayores probabilidades que las no fumadoras de tener arrugas prominentes.
El consumo de tabaco disminuye la calidad y duración de vida de una persona, estudios han estimado que las personas fumadoras viven en promedio 10 años menos que las no fumadoras.
Más importante aún, el tabaquismo en las mujeres causa inestimables costos en sufrimiento para quienes enferman, padecen secuelas como alguna discapacidad y pierden a un ser querido. Dejar de fumar salva vidas.
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