25 de octubre del 2022
JĂșlia Rovira
Como se ha mencionado anteriormente, el trastorno facticio, antes denominado como síndrome de Munchausen, consiste en que el paciente, de forma intencionada, reproduce y crea unos síntomas físicos o psicológicos sin llegar a tener ninguna enfermedad real. Con estas actuaciones, el paciente no busca ningún beneficio personal, sino que necesita asumir el rol de enfermo para ser atendido por los servicios médicos ya que, tienen la necesidad, consciente o no, de que alguien los cuide o les atienda constantemente.
Hay diversos factores que pueden ayudar a que este trastorno aparezca, como, por ejemplo, haber vivido situaciones de abusos sexuales o maltrato durante la infancia, padecer algún trastorno de la personalidad, depresión o haber sufrido una pérdida importante, entre otros.
Según el Manual más actualizado de Trastornos Mentales, existen dos tipologías del trastorno facticio, el aplicado a uno mismo y el aplicado a otro.
Dentro del trastorno facticio aplicado a otros, podemos encontrar el síndrome de Munchausen por poderes. Actualmente está considerado como una forma de maltrato infantil, el cual el cuidador del niño/a inventa enfermedades y síntomas o provoca síntomas reales para que parezca que el menor está enfermo.
A continuación os explicaremos los diferentes síntomas que pueden tener las personas que padecen el trastorno facticio.
El trastorno facticio generalmente es difícil de tratar por el personal sanitario y, a día de hoy, aún no existe ningún tratamiento que haya resultado ser totalmente eficaz para esta enfermedad. Sin embargo, el tratamiento psicológico puede ser útil.