11 de agosto del 2022
Nahum Montagud Rubio
Sin ir mucho más lejos y evitando explicaciones complejas, la adicción a las compras se observa cuando el consumidor pierde cualquier noción de necesidad real al adquirir el producto, llegando incluso al absurdo de comprar cosas que ni siquiera se sacarán del embalaje. El usuario compra por comprar; estando triste o contento; disfruta del proceso de compra -especialmente mediante tarjetas de crédito-; siente un alivio al realizar la compra y un largo etcétera de síntomas.
Cabe destacar la explosión de empresas y compañías dedicadas a vender mediante plataformas on-line o incluso aplicaciones en dispositivos móviles que se han adaptado a la perfección a las exigencias del consumidor. La inmediatez y facilidad con la que se puede obtener un producto cualquiera, agrava el grado de adicción de quien la sufre. Hoy en día se puede realizar la compra del supermercado.
Las dificultades a las que se enfrentan los enfermos de adicción a las compras no son menores. El primer resentimiento lo encuentran en sus propios recursos económicos, necesarios para hacer frente a los gastos básicos para el día a día. Se ha dado el caso de que algunos individuos renuncian a una buena alimentación con tal de suplir los gastos materiales.
Desde el punto de vista emocional, los grados de depresión y tristeza son extremadamente intensos. La acumulación de objetos inutilizados genera un sentimiento de culpa asfixiante. al no saber dónde esconder los productos, se convierten en el reflejo del problema ya que están a la vista en todo momento.
Como suele suceder con cualquier patología, el primer paso a tomar es el reconocimiento que tiene el sujeto con la adicción a las compras. No es baladí reconocerlo a los propios allegados y familiares para sentir el apoyo psicológico. El entorno debe mostrar una empatía real y voluntad de ayudar al afectado. Así pues, la colaboración entre estos actores será fundamental.
Evidentemente, el tratamiento correcto debe ir acompañado de otras muchas medidas. La ayuda de un profesional es indispensable, pero otro ejercicio de fuerza de voluntad reside en el control del consumo. Por ejemplo, cancelar las tarjetas de crédito fiduciario es un buen método a seguir. En algunas empresas bancarias existe la posibilidad de restringir este tipo de servicios y/o productos limitando la cantidad de crédito o facilidades de consumo.
Link: Adicción a las compras: síntomas, causas y tratamiento (psicologiaymente.com)