19 de julio del 2021
MTRO. ALOR RUIZ
Lo primero a considerar es que la marihuana es una droga de abuso y como todas las sustancias en esta categoría, puede causar adicción, una enfermedad caracterizada entre muchas cosas, por la incapacidad de la persona para detener su consumo, aun cuando presenta daños a la salud o efectos negativos en su vida.
La marihuana es una droga que puede tener efectos depresores y alucinógenos, esto hace que quienes la consumen se sientan relajados y también experimenten alteración de los sentidos (sentir sensaciones que parecen reales pero que no existen); algunas personas que consumen marihuana por primera vez presentan ansiedad y crisis de angustia. Los consumidores crónicos también pueden tener experiencias desagradables, cuando consumen marihuana más potente de la acostumbrada, o si lo hacen por una vía a la que no están acostumbrados (por ejemplo, comiéndola).
La principal preocupación y riesgo radica cuando la mariguana es consumida en la adolescencia o incluso antes, cuando el cerebro del consumidor esta aún en desarrollo, la evidencia indica alteraciones que pueden afectar la atención, aprendizaje, memoria, dificultades para pensar, resolver problemas y que pueden disminuir el coeficiente intelectual; estudios también revelan que consumir marihuana a temprana edad se asocia posteriormente al fracaso escolar, menores ingresos económicos, desempleo y consumo de otras drogas. Además existe una relación entre el consumo de marihuana en la adolescencia y el riesgo de desarrollar síntomas psicóticos o esquizofrenia.
La marihuana también altera la coordinación motora, el tiempo de reacción, el procesamiento de la información y la atención, todo esto interfiere severamente en la capacidad de conducir, aumentando el riesgo de lesiones y muertes en accidentes de tránsito; la marihuana es la droga ilegal más identificada en los accidentes fatales.
El consumo de marihuana a largo plazo se relaciona a un deterioro cognitivo, trastornos mentales como depresión, ansiedad y conducta suicida; y efectos adversos en la salud como enfermedades cardiovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cánceres respiratorios; incluso la marihuana contiene muchos de los carcinógenos del tabaco y en mayor cantidad (50% más), tres o cuatro cigarros de marihuana al día tienen los mismos efectos que veinte o más cigarros de tabaco al día.
Adicionalmente la mariguana hoy es mucho más potente, que las versiones anteriores, favoreciendo los riesgos de dependencia física, adicción y otras consecuencias negativas.
Estos son solo algunos de los riesgos y daños del consumo de marihuana, y más allá de los debates, intereses comerciales y posicionamientos personales, debe prevalecer la protección de los menores de edad, los más vulnerables y quienes están en mayor riesgo de consumir.
Hablar con los hijos sobre el consumo de drogas no siempre es fácil, pero es crucial, acercarse a ellos e informar es prioritario, antes que la influencia provenga de sitios o personas que pongan en riesgo su salud física y mental.
Referencias: