20 de julio del 2021
Mtro. Alor Ruíz y Mtra. Betty Mochón
Estar al tanto del desarrollo de los hijos es muy necesario y sobre todo en el caso de los padres de familia cuando tienen hijos en etapa adolescente.
Es frecuente que cuando un padre sospecha que su hijo adolescente tiene un problema con drogas, ya haya experimentado o incluso tenga problemas serios; algunos jóvenes en tratamiento por drogas, llevaban más de dos años consumiendo alcohol y otras sustancias sin que sus padres lo supieran.
Esto es común ya que los jóvenes tratan de ocultar de su familia el hecho de que consumen drogas y también frecuentemente los padres se niegan a creer y aceptar que sus hijos pueden estar en esas actividades.
En principio es recomendable que los padres confíen en sus instintos, si tienen la sospecha que su hijo, sobre todo, adolescente pueda estar involucrado en drogas, no lo ignore, hable tranquilamente con su hijo y explíquele detalladamente sus inquietudes y sospechas.
La cordialidad y sinceridad es esencial para que no se viva como una agresiva acusación. Es mejor hacer un plan antes de hablar con su hijo y escoger un momento en que tengan privacidad y haya un mínimo de interrupciones, y de preferencia mientras conversan enviar a otros hermanos menores a otro cuarto o fuera de la casa.
Tiene que prepárese, ya que si su hijo se sincera y habla abiertamente sobre su consumo o abuso de drogas, será necesario apoyarle o incluso buscar asistencia profesional.
La actitud que adopte será fundamental para resolver el problema, sea fuerte y asuma una postura para tranquilizarlo y demostrarle que lo ama, y que aunque haya cometido un error, ahora es momento de corregirlo juntos y evitar que el consumo se agrave.
En ocasiones los hijos niegan su consumo de sustancias, si hay sospechas no descarte la posibilidad, manténganse atento a la situación y vigile de cerca cambios de conducta, en particular extremos, problemas de rendimiento escolar, consumo entre compañeros o cambio de amistades.
Uso de incienso, desodorante ambiental o perfume para esconder los olores a humo o químicos.
Pedir dinero prestado con mayor frecuencia.
Cuando se cuenta con evidencia física, como encontrar drogas o utensilios en el cuarto de su hijo, fotos en redes sociales o mensajes de texto acerca de compra, venta o consumo de drogas, puede usarles para forzar una intervención, siempre manteniendo la calma, también puede acompañarse de un especialista.
Especialistas consideran que un padre de familia tiene el derecho de violar la privacidad de un joven y buscar si tiene drogas. Los adolescentes no son adultos autónomos que viven en la casa de sus padres. Algunas veces, con el fin de protegerlos, es esto lo que se necesita hacer.
Considere también que comportamientos alterados o cambios conductuales, de un hijo, aun cuando no encuentre evidencia de consumo de drogas, es posible que se explique por un problema médico o de salud mental; algunas conductas, como mostrarse indiferente y distante, podrían también ser síntomas de tristeza o ansiedad, quizá el adolescente esté pasando por momentos difíciles, pero no ha tenido confianza y contado todos los detalles. Cualquiera que sea el origen del problema, el especialista en salud mental o incluso el médico puede ayudarle a entender lo que está pasando.
Cuando descubre a su hijo bajo los efectos de alguna droga, es preferente no confrontarlo en ese momento, no se pueden comunicar así, es mejor esperar hasta que todos se hayan calmado y él esté sobrio.
No lo haga sentir culpable, ni lo juzgue sin saber que ha pasado, trate de obtener la mayor información respecto al consumo y sus motivaciones, quienes abusan de sustancias sentir remordimientos al ser descubiertos y por la angustia que han causado.
La violencia física o verbal, así como la humillación y ridiculización solo empeorará el problema y posiblemente haga que empeore el consumo.
Del mismo modo que usted protege a su hijo contra otras enfermedades físicas, puede ayudarlos contra el consumo de drogas, facilitándoles apoyo y acceso a especialistas, antes de que se encuentren en situaciones peligrosas o mortales.
Cuando los niños no se sienten cómodos hablando con sus padres, buscan las respuesta en otras fuentes, incluso aunque no sean fiables. Y los niños que no están bien informados se exponen mucho más a participar en comportamientos inseguros y a experimentar con las drogas.
Los padres que están bien formados sobre los efectos del consumo de drogas pueden proporcionar a sus hijos información correcta y aclarar cualquier confusión o idea equivocada que puedan tener. Usted es un ejemplo para su hijo, y su forma de enfocar el consumo del alcohol, el tabaco y las drogas puede influir considerablemente sobre lo que piensa su hijo. Por lo tanto, haga que el tema de las drogas forme parte de sus conversaciones sobre la salud general y la seguridad.
https://kidshealth.org/es/parents/talk-about-drugs-esp.html