El testimonio de una mujer ucraniana desde el sótano en el que se esconde junto a su familia: "No queremos sangre"
Katia, una mujer ucraniana de mediana edad, se ha despertado esta madrugada, a las 5 de la mañana, tras escuchar una fuerte explosión desde su casa de Kiev. Era el inicio de la guerra. En ese momento ha decidido reunir sus pertenencias y marchar a toda prisa a la casa que sus padres tienen a 60 kilómetros de la capital, donde la familia ha preparado un sótano en el que guarecerse durante los próximos días.
"Es un momento de frustración, pánico contenido y de mucha rabia y miedo", explica a cámara en su perfecto español mientras muestra los alimentos de los que su familia ha hecho acopio y las dimensiones del lugar en el que tienen previsto instalarse si los bombardeos -que ya se han cobrado la vida de decenas de personas - continúan.
Descarta huir de Ucrania
"No podemos creer que esto esté ocurriendo, nadie se lo imaginaba", asegura en el video al que ha tenido acceso en exclusiva 'Antena 3 Noticias', al tiempo que el móvil con el que graba la escena muestra alimentos apilados ("los típicos que consumimos los ucranianos en invierno") y las mantas y almohadas que han dispuesto en el suelo.
Sobre la posibilidad de abandonar Ucrania, Katia asegura que nunca, ni ella ni su familia, se lo han llegado a plantear. "Es muy peligroso huir por las carreteras y, por lo que hemos escuchado, la frontera polaca está colapsada".
"Rusia quiere que entremos en pánico, sintamos miedo y huyamos, pero los ucranianos somos fuertes y valientes y tenemos muchos amor hacia nuestro país", apunta visiblemente emocionada.
"Hay demasiada sangre en la Historia de Ucrania"
"Sé que los hombres y mujeres que se alisten están preparados para defendernos y nosotros haremos lo mismo en la medida que podamos, por ejemplo con este video", agrega.
La mujer ha aprovechado su mensaje para pedir ayuda a Occidente. "Necesitamos mucho apoyo internacional, no queremos que esta guerra siga ni que este país siga amenazado por Rusia; no queremos sangre, ya ha mucha sangre en nuestra historia".
Mientras Katia y su familia se preparan para lo peor, Ucrania rompe relaciones diplomáticas con Rusia. En paralelo, crece el número de muertos mientras parte de la población de Kiev intenta dejar la ciudad en dirección al oeste, ante el temor a más bombardeos.