"No quería morirme”: Luis Eduardo, el joven que escapó del infierno de las drogas
A los 12 años, experimentó los efectos de la marihuana. Al principio, se sintió relajado, pero luego apareció un hambre voraz. Aunque usó esta sustancia por un tiempo, terminó abandonándola al no encontrarle placer.
A esa edad, Luis Eduardo desconocía cómo las drogas afectaban su cerebro, perjudicaban su capacidad para tomar decisiones y ponían en riesgo su salud, su futuro y su familia. Vivía el momento junto a sus amigos, ignorando las consecuencias.
Una experiencia que lo marcó fue escuchar voces que lo instaban a suicidarse. Esos delirios, producto del cristal, lo llenaron de miedo. Fue entonces cuando decidió nunca más consumir metanfetaminas ni crack. No quería morir, escuchar voces ni padecer el insoportable dolor de cabeza al día siguiente. Comprendió que sus amigos murieron porque no buscaron ayuda a tiempo, y ese fue el punto de inflexión para abandonar lo que antes le causaba placer.
Hoy, Luis Eduardo entiende las lecciones que dejó su pasado. Reconoce que el apoyo de su madre, Dalila Gómez García, fue crucial para superar su adicción. Con firmeza, afirma que su lucha será constante, pues sabe que no puede permitirse retroceder. “A donde quiera que vayas te van a ofrecer drogas”, reconoce.
tras terminar su terapia en el Centro de Integración Juvenil de Acapulco, compartió que las drogas están al alcance de todos: "La hierba verde y las pastillas azules están en todos lados. Depende de nosotros no consumirlas, aunque las malas amistades juegan un papel importante".
Concluye que superar la adicción es "una lucha contra uno mismo". Ahora, exhorta a otros a no rendirse y buscar ayuda.