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Te hablamos de las adicciones
  • ¿Ejercicio contra la resaca? El alcohol perjudica el rendimiento y favorece la aparición de lesiones

17 de octubre del 2023

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara en su manifiesto donde establece que no hay ninguna dosis de alcohol segura, de modo que, en el día a día, la dosis de cero alcohol debe ser la única dosis para toda la población. Sin embargo, en diferentes reuniones sociales con familiares y amigos cerca del fin de semana, podemos ingerir alcohol sin valorar que al día siguiente o durante ese mismo fin de semana teníamos partido, entrenamiento o nuestra rutina dominguera de ejercicio de carrera o bicicleta.

En el deporte profesional, uno de los casos más llamativos es el del jugador brasileño de fútbol Adriano, que reconoció su adicción al alcohol y explicó cómo en la época en la que jugaba en el Inter de Milán acudía a los entrenamientos borracho, aspecto que hizo que su entrenador (José Mourinho) lo mandase a casa debido a su estado, ya que no podía mantenerse de pie. Hay que recordar que el alcohol (etanol) es una sustancia no recomendada por la Agencia Mundial Antidopaje y además está prohibida por algunas federaciones que realizan test en aire espirado como la de tiro con arco. Pero, ¿qué nos dice la ciencia sobre los efectos en el rendimiento y cómo nos condiciona durante el ejercicio?

El consumo de alcohol tiene un claro efecto negativo en el rendimiento deportivo durante el ejercicio y las competiciones. Los efectos dependerán de los factores como la dosis (recordemos al jugador de fútbol Adriano, que no era capaz entrenar debido a ingestas elevadas), la ingesta habitual o esporádica, la duración del ejercicio, las condiciones ambientales, así como otros factores (edad o sexo entre otros). Sus efectos pueden resumirse en:

  • Metabólicos: el alcohol produce una mayor deshidratación del organismo y una disminución en la síntesis del glucógeno; este es un aspecto esencial para el deportista después del entrenamiento o la competición, llegando incluso a una hipoglucemia.
  • Cardiovasculares: genera una respuesta negativa en la frecuencia cardiaca, con un descenso del rendimiento del ventrículo izquierdo o un aumento de la presión sanguínea, aspectos que afectan al deportista no pudiendo rendir a su mejor nivel.
  • Neuromusculares: elevadas dosis de alcohol afectan el funcionamiento del sistema nervioso central, dando como resultado una disminución en la función cognitiva, las habilidades motrices y el tiempo de reacción. De este modo, la coordinación, el equilibrio, el control motor fino y el rendimiento quedan comprometidos.
  • Inflamatorios: afecta al daño muscular, ya que el consumo de alcohol puede provocar un empeoramiento del proceso de recuperación.
  • Termorreguladores: produce un empeoramiento de la regulación de la temperatura corporal, principalmente en condiciones de frío durante esfuerzos prolongados.
  • Psicológicos: el estado de ánimo depresivo y la hipersensibilidad, provocados por el consumo de alcohol, afectan el rendimiento.

En otras ocasiones, tras una resaca después de una noche de fiesta, hay quien tiene la idea de que hacer ejercicio intenso al día siguiente permitirá tener una recuperación y un beneficio completo, eliminando el alcohol del organismo. Sin embargo, la resaca condiciona mucho las respuestas del atleta o deportista, con una disminución de la respuesta aeróbica, y también condiciona la coordinación. Asimismo, no hay que olvidar que la ingesta de alcohol tiene un impacto sobre las lesiones, porque se asocia como un factor de riesgo. La prevalencia de lesión aumenta en los deportistas consumidores habituales de alcohol; en algunos, casos debido a que no se miden los riesgos durante el ejercicio o a niveles elevados de agresividad cuando se está bajo los efectos de estas sustancias.

En este sentido, hay que tener claro que la ingesta de alcohol afecta a la persona que se ejercita, a los compañeros del equipo con los que juega, o con los que está en el pelotón, e incluso puede poner en peligro la seguridad del grupo en actividades de motor o de montaña como la escalada, siendo más negativo su efecto cuando se realiza justo antes de hacer ejercicio. Según el tipo de ejercicio, afecta negativa o moderadamente cuando son ingestas reducidas y son esfuerzos de media distancia y de resistencia en deportistas de élite; los efectos negativos son más moderados en ciclistas amateurs.

En concreto, afecta al consumo de oxígeno, la producción de dióxido de carbono y el gasto de energía. En el caso de que se hubiese consumido alcohol, deberían dejarse pasar 48 horas para que no tenga un impacto en el evento deportivo. Asimismo, debería priorizarse una buena hidratación para favorecer el rendimiento y la recuperación óptima. Conviene recordar que la ingesta de alcohol puede provocar desequilibrios en la hidratación, por lo que su control durante el ejercicio y rehidratación es muy relevante para no incrementar los efectos negativos en el organismo.

De manera específica, se consideran rangos de ingesta alcohólica que produce efectos negativos en el ejercicio aeróbico a partir de 0,9 gramos de etanol por litro en sangre. El efecto sobre el rendimiento anaeróbico es menos claro: los resultados negativos sobre el rendimiento en el sprint no son del todo concluyentes. Es poco claro el efecto en el ejercicio de fuerza, aunque puede condicionar de manera negativa la contracción voluntaria, la función muscular y su recuperación. Y tampoco debemos olvidar que la ingesta de alcohol durante la recuperación muestra una afectación negativa en la función inmunoendocrina, en el flujo sanguíneo o la síntesis proteica, limitando la recuperación del daño muscular. Por todo ello, no es recomendable la ingesta de alcohol en general, pero con mayor motivo es necesario evitarla cuando se va a realizar ejercicio físico.

ENFÓRMATE es el espacio de EL PAÍS SALUD donde hablaremos de aquellos aspectos relacionados con la actividad física, el deporte y la salud física y mental. La actividad física y el deporte forman parte de la cultura de todas las civilizaciones y juegan un papel fundamental en la salud de la sociedad a todos los niveles, tanto física como mental, en todas las edades, desde la infancia a la vejez, tanto en hombres como en mujeres. Desde las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte se ha tratado de avanzar en el conocimiento científico sobre la importancia del movimiento y el ejercicio físico sobre el cuerpo, así como los procesos que explican por qué se producen ciertas adaptaciones, modificaciones o cambios a diferentes niveles (fisiológicos, anatómicos, motrices, emocionales o cognitivos). Por todo ello, este espacio persigue buscar las explicaciones científicas que fundamenten y justifiquen los motivos tan beneficiosos de la actividad física y del deporte. Asimismo, se tratará de discutir y rebatir ciertos mitos o falsas creencias existentes en la sociedad sobre temas específicos del ejercicio físico y la salud.