16 de septiembre del 2021
Por norma general asociamos la obesidad con comer en exceso y también con llevar un estilo de vida sedentario donde no tiene cabida la realización de ejercicio físico con regularidad. Sin embargo, existen otros factores que influyen directamente en el aumento de peso y suponen un riesgo para la obesidad.
En este sentido, un nuevo estudio publicado por la ‘American Journal of Clinical Nutrition’ asegura que controlar la ingesta de caloría no tiene una influencia tan grande como se piensa en la pérdida de peso.
Como comentábamos anteriormente, la obesidad se relaciona directamente por muchas personas con la ingesta de alimentos en exceso. No obstante, esta afirmación no es del todo cierto.
Según el mencionado estudio, existe otra razón importante que ejerce una gran influencia sobre el desarrollo de obesidad. En concreto, la ingesta de alimentos empaquetados y procesados son claves en el aumento de peso.
Este tipo de alimentos provocan que el metabolismo del cuerpo sufra una alteración inadecuada. Es decir, varía la forma en la que se procesa la grasa y posteriormente se almacena en el cuerpo. Este factor deriva en un mayor riesgo de obesidad.
Además de una alimentación excesiva, existen otros factores desconocidos que también tienen una importante influencia en el riesgo de desarrollo de obesidad. No hay que olvidar que la obesidad es un trastorno alimenticio perjudicial para la salud.
Entre los factores que provocan un mayor riesgo de obesidad destaca una dieta rica en alimentos procesados, síndrome de ovario poliquístico, inactividad física, estrés y predisposición genética.
Además de los alimentos procesados, los carbohidratos refinados y el azúcar son alimentos perjudiciales para la salud y en exceso pueden derivar en el desarrollo de obesidad. Hablamos de comida rápida, hamburguesas, pizzas, bacon o fideos instantáneos.
Esto es así debido a que este tipo de alimentos tiene un alto contenido de grasas saturadas y carbohidratos simples, que en diferentes situaciones se descomponen fácilmente en glucosa.
Otra de las principales causas que llevan a desarrollar obesidad es un estilo de vida sedentario. Es decir, personas que no realizan ejercicio físico con regularidad o simplemente no llevan a cabo ningún tipo de actividad física durante la semana.
La ingesta de calorías es un factor de riesgo para la obesidad, pero no realizar ejercicio físico deriva en que el organismo acumule la grasa y sea una combinación letal para el desarrollo de este tipo de trastorno alimenticio.
Así, en cuanto al riesgo de obesidad también encontramos diferentes factores no tan conocidos pero que igualmente juegan un papel protagonista en el desarrollo de este trastorno;
En cuanto al estado de ánimo, el aburrimiento también puede tener influencia. Ocurre que en muchas ocasiones las personas comen por puro placer y aburrimiento. Así, el estrés es un factor de riesgo para la obesidad.