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  • TRASTORNOS HEMODINAMICOS II

01 de julio del 2020

Revista Boliviana

INTRODUCCION

El organismo humano y su bienestar general, depende de una circulación sanguínea constante, ya que es la responsable del suministro y aporte de nutrientes y oxígeno a todos los órganos, tejidos y células que lo componen para la realización de sus funciones vitales; esta circulación sanguínea constante se vería afectada por ejemplo en el caso de una lesión que produzca ruptura de los vasos sanguíneos. Empero esta situación, en ciertos casos, a pesar de que exista un riego sanguíneo constante pueden producirse lesiones por alteraciones en el balance hídrico normal, en la permeabilidad vascular o en la hemostasia, factores que juegan también un rol importante en la salud ideal de los tejidos.

Conservar un balance hídrico normal implica el mantenimiento la integridad de la pared vascular, la presión intravascular, la osmolaridad y así también el mantenimiento del estado líquido de la sangre hasta que se precise la formación de un coágulo como respuesta a alguna lesión.

HIPEREMIA Y CONGESTION

Ambos términos refieren un aumento de volumen sanguíneo en un tejido en específico. La diferencia existente entre ambos es que la hiperemia es un proceso activo producto del aumento de flujo sanguíneo a los tejidos por una marcada dilatación arteriolar, mientras que la congestión es un proceso pasivo producto de una alteración del drenaje venoso o un flujo de salida alterado. Ambos procesos serán descritos a continuación:

- Hiperemia

Es resultado del aumento de flujo sanguíneo local en tejidos específicos debido a la dilatación arterial, la cual se manifestará clínicamente con eritema o enrojecimiento en el área afectada por la ingurgitación de los vasos con sangre oxigenada. Esta vasodilatación se producirá por estímulos térmicos, mecánicos o químicos los cuales activarán mecanismos neurógenos simpáticos y liberación de mediadores vasodilatadores como las prostaglandinas, óxido nítrico e histamina. Los tejidos u órganos afectados presentarán también tumefacción y aumento de la temperatura debido al mayor aporte sanguíneo y al consumo de oxígeno aumentado en la zona.

La hiperemia activa se clasifica en:

Hiperemia fisiológica: por ejemplo la que se produce en el músculo esquelético durante el ejercicio para disipar el exceso de calor del cuerpo.

Hiperemia patológica: en cuadros infecciosos, inflamatorios.

- Congestión

También denominada por varios autores como hiperemia pasiva, es un proceso causado por la obstrucción del flujo sanguíneo en vasos venosos, dando como resultado acumulación de hemoglobina desoxigenada la cual conferirá al tejido o zona dañada un color azulado rojizo, es decir cianótico.

La congestión se clasifica en:

Congestión sistémica: es causada generalmente por insuficiencia cardiaca derecha (retrógrada), provocando estasis venosa progresiva en la circulación mayor, y por la insuficiencia cardiaca izquierda (anterógrada) o gasto cardiaco insuficiente, provocando congestión venosa en la circulación menor la cual posteriormente se generaliza.

Congestión localizada: puede darse por obstrucción venosa por tumores, coágulos y compresión externa. Son ejemplos cuando el retorno venoso de una extremidad se encuentra obstruido o cuando sólo es afectada la circulación portal.

Dado que se producirá una mayor trasudación de líquido por la congestión en el lecho vascular, es habitual la coexistencia descongestión y el edema. Puede presentarse rotura capilar en estas zonas de congestión, por lo cual será posible evidenciar la presencia de pequeños focos hemorrágicos y pequeños grupos de macrófagos cargados de hemosiderina, debido a la destrucción y fagocitosis de eritrocitos.

HEMORRAGIA

Deriva del griego haemorragía que significa flujo de sangre por rotura de arterias o venas.

Se define como extravasación de sangre debido a la rotura de un vaso sanguíneo ocasionada por traumatismos, aterosclerosis o erosión inflamatoria o neoplásica del vaso, y como ya se mencionó se puede producir un pequeño foco hemorrágico en la congestión crónica, así también pueden prevalecer las llamadas diátesis hemorrágicas, que son la predisposición o tendencia aumentada de sangrado anómalo debido a alteraciones en alguna de las fases de la hemostasia, estas pueden ser congénitas o adquiridas.

Clasificación de hemorragias

Las hemorragias pueden clasificarse tomando diversos parámetros:

a) Por su localización:

Externa: producida por ruptura de vasos sanguíneos exteriorizada a través de la piel.

? Interna: contenida dentro de un tejido (hematoma), o dentro de una cavidad o parénquima del organismo (hemotórax, hemopericardio, hemoperitoneo, etc).

b) Por el vaso afectado:

? Hemorragia arterial: salida de sangre a presión y coincide con el pulso cardiaco. La coloración es roja brillante.

Hemorragia venosa: salida de sangre fluida y lenta, la sangre perdida es de coloración roja oscura.

? Hemorragia capilar: salida de sangre en sábana, es la menos grave.

c)   Por su etiología:

Rexis: rotura de la pared vascular en solución de continuidad por traumatismo.

Diéresis: lesión por incisión.

? Diabrosis: se refiere a la corrosión de la pared vascular acompañado de bordes mal definidos.

Diapédesis: salida de elementos celulares a través de las paredes del endotelio por aumento de la permeabilidad.

d) Por el tamaño y extensión:

? Petequias: hemorragias de 1 a 2 mm en piel o mucosas.

? Púrpuras: de tamaño mayor o igual a 3 mm, pudiendo ser secundarias a traumatismo, vasculitis o fragilidad vascular.

? Equimosis: son hematomas subcutáneos de tamaño mayor o igual a 2 cm, también se los denomina cardenales.

e) Según el volumen extravasado:

Hemorragia leve: pérdida del 10% de la volemia total.

Hemorragia grave: pérdida del 10 al 30%.

Hemorragia muy grave: pérdida del 30 al 60%.

Evolución de la hemorragia

La sangre acumulada en los diferentes tejidos está sujeta a sufrir una posterior lisis y reabsorción. Al hemolizarse o degradarse los hematíes dan como resultado la formación de hemoglobina, la cual posteriormente es convertida en bilirrubina y biliverdina, cambiando así la coloración de la zona afectada de un rojo azulado a un verde azulado, cambiando finalmente a una coloración pardo dorado a consecuencia de la hemosiderina.

HEMOSTASIA

Se define hemostasia como el proceso fisiológico normal cuya función es mantener la sangre en estado líquido en los vasos sanguíneos, y además inducir a la formación del tapón hemostático en los sitios donde exista lesión vascular. Este proceso es regulado por tres componentes principales:

? Pared vascular (endotelio)

? Plaquetas

? Cascada de coagulación

El proceso de la hemostasia se divide en dos grandes grupos:

1) Hemostasia primaria: esta primera fase se da inmediatamente después de la lesión inicial, se inicia con vasoconstricción mediada por un vasoconstrictor de gran potencia derivado del endotelio, la endotelina, y por mecanismos de reflejo neurógeno. De manera simultánea la matriz extracelular queda expuesta, lo cual facilita la adhesión de las plaquetas al endotelio, su activación y posterior agregación plaquetaria, formando así el tapón hemostático.

2) Hemostasia secundaria: llamada también coagulación, es la fase en la cual se activa la cascada de coagulación gracias a la interacción del fibrinógeno y los productos secretados por las plaquetas, consecuentemente la trombina es activada, la cual convierte el fibrinógeno soluble en fibrina insoluble capaz de polimerizar y entrelazarse dando lugar así al coágulo estable secundario.

La alteración del proceso fisiológico de la hemostasia hídrica normal será la responsable del desarrollo de los diferentes trastornos hemodinámicos, por lo cual debe controlarse que todos los valores se encuentren dentro de los límites fisiológicos para así asegurar la supervivencia de células y tejidos.