19 de febrero del 2020
Departamento de Farmacología,Facultad de Farmacia UCM
Con el nombre de salvias se conoce una serie de plantas, pertenecientes al género botánico Salvia. Este nombre deriva del latín salvere (ser salvado) debido a sus cualidades curativas, que son conocidas desde la antigüedad y gozan de la consideración de panacea. La salvia fue empleada por egipcios, griegos y romanos en el tratamiento de ulceraciones. Ya Plinio el Viejo le adjudicaba un efecto beneficioso para incrementar la memoria y en forma de deccociones o vinos para el tratamiento de afecciones de la cavidad bucofaríngea.
CARACTERES BOTÁNICOS
El género de la salvia es muy amplio (incluye aproximadamente 900 especies) y pertenece al orden Lamiales, a la familia Lamiaceae y a la subfamilia Lamioideas, distribuida por todo el mundo.
Se trata de plantas herbáceas con tallos tetrágonos, hojas simples, opuestas y decusadas carentes de estípulas y flores en inflorescencias bracteadas, cimosas o racemosas. Las flores son zigomorfas y pentámeras con cáliz bilabiado persistente con 5 sépalos parcialmente soldados en una estructura tubulosa. La corola está constituida por 5 pétalos soldados.
Por lo general, son plantas muy aromáticas, muchas de ellas aclimatadas a los países mediterráneos. Algunas especies pertenecientes a este género tienen interés en jardinería como ornamentales.
La especie oficinal (Salvia officinalis L.) es de origen mediterráneo, donde crece de forma espontánea y se cultiva principalmente sobre suelos calcáreos. Es un arbusto perenne cuyas hojas, de tamaño variable según sea su posición en el tallo, son lanceoladas, pubescentes, de color gris verdoso y con la superficie rugosa. Las flores, agrupadas en verticilos, son de color azul-violáceo.
La parte de la planta que se emplea como droga son las hojas. En numerosas farmacopeas figura como droga la hoja desecada, entera o troceada de la especie Salvia officinalis L. (foto de apertura y fig. 1), sin embargo también en algunas se considera como droga la Salvia lavandulifolia Vahl (antes subespecie de Salvia officinalis L.) o salvia de España y Salvia sclarea L. La monografía de Salvia officinalis L. publicada por The European Scientific Cooperative on Phytoteraphy (ESCOP) en marzo de 1996 indica que las hojas desecadas de salvia deben contener como mínimo un 1,5% V/m de aceite esencial.
COMPOSICIÓN QUÍMICA
Todas las salvias presentan una composición química compleja con abundantes metabolitos de naturaleza terpénica: monoterpenos y sesquiterpenos constitutivos de sus aceites esenciales, diterpenos (carnosol, rosmanol, epirrosmanol, ácido carnósico) y triterpenos derivados del ursano y oleanano. Además poseen abundantes compuestos fenólicos: flavonoides con sustituyentes sobre el C-6 y ácidos fenólicos, principalmente ácido rosmarínico.
TOXICIDAD Y EFECTOS ADVERSOS
La administración prolongada del aceite esencial y del extracto alcohólico puede originar convulsiones epileptiformes. El aceite esencial de Salvia officinalis es neurotóxico y puede provocar crisis convulsivas precedidas por vómitos e interrumpidas por episodios de obnubilización, hiporreflexia e hipotonía. En ratas induce convulsiones a la dosis de 0,5 g/kg por vía intraperitoneal y llega a ser letal a 3,2 g/kg. Las DL50 estimadas para el aceite esencial son 2,6 g/kg por vía oral en ratas y 5 g/kg vía intradérmica en conejos (Newall, 1996).
Esta toxicidad, debida principalmente a la presencia de monoterpenos oxigenados (tuyonas o en menor medida al alcanfor), se relaciona con una inhibición del metabolismo oxidativo de las neuronas y/o modulador del canal de cloro asociado al receptor GABA A y presenta una sintomatología similar al antagonista picrotoxinina (Hold et al, 2000). Por este motivo, la legislación comunitaria indica que las cantidades de estas tuyonas en los alimentos (al emplear aditivos aromatizantes) no deben sobrepasar 0,5 mg/kg en alimentos y bebidas y 5 mg/kg en bebidas alcohólicas.
Como se ha comentado, la composición de este aceite esencial varía estacionalmente. El porcentaje de alcanfor y tuyonas convulsivantes es mayor en invierno, por lo que conviene emplear plantas recolectadas durante la primavera.
Esta planta medicinal nunca se debe utilizar durante períodos largos de tiempo y siempre se deben emplear productos estandarizados con cantidades controladas de principios activos. El aceite esencial y los extractos alcohólicos no deben utilizarse durante el embarazo ni en madres en período de lactancia, ya que algunos constituyentes del aceite esencial son potencialmente tóxicos y además la salvia es antigalactógena.