19 de June del 2019
Anónimo
Según datos del CIS (2011) y de nuestro Servicio (2015):
El 63% de los jóvenes de 14 a 18 años utiliza Internet varias veces al día.
El 68,3% las utiliza en casa
El 66% utiliza las nuevas tecnologías para chatear y para conectar con pornografía sexual.
El 16,7% considera que el uso de nuevas tecnologías les priva del tiempo con amigos o parejas.
Menos del 2% ha pedido ayuda a sus padres por problemas relacionados con las nuevas tecnologías o internet; de ahí el interés que tiene el aprender a detectar las señales de alarma de una adicción.
Las variedades son muchas, pero destacan:
Adictos al cibersexo-ciberpornografia;
Relaciones cibernéticas: excesiva búsqueda de relaciones en línea;
Compras obsesivas en línea;
Buscadores obsesivos de información.;
Juego compulsivo en la red.
Los síntomas principales son:
Incremento progresivo de tiempo en la red a fin de conseguir satisfacción.
Habituación y escalada a accesos cada vez más frecuentes y durante periodos más prolongados.
Rumiaciones sobre lo que “debe estar pasando o qué me pierdo” en Internet.
Tic de los dedos “como si se tecleara en el vacío”.
La persona se muestra más irritable o ansiosa
Ha recibido quejas o llamadas de atención del colegio, instituto o del trabajo por el hecho de estar realizando la conducta en momentos inadecuados.
No quiere reconocer el problema y no quiere hablar de ello
Miente para poder seguir realizando la conducta o para ocultar o justificar que la ha realizado.
La persona se aísla de su familiar o entorno social para poder realizar la conducta (como encerrarse en la habitación durante muchas horas, no salir con los amigos los fines de semana, dormir menos horas para realizar la conducta)
La evaluación y el tratamiento protocolizado y personalizado de esta adicción es el objetivo principal de esta nueva Unidad. Consiste en evaluar, tanto la psicopatología asociada (ansiedad, estrés, depresión, ...), como las características de personalidad de riesgo.
El objetivo primordial del tratamiento será la psicoeducación y la adquisición de técnicas de control y habilidades sociales y personales para que el paciente consiga utilizar la aplicación tecnológica de forma moderada y sin dependencia. En algunos casos, se precisa la asociación de psicofármacos.