Te hablamos de las adicciones
  • Del abuso a la adicción

21 de September del 2018

Benjamín Ruiz Loyola

Lamentablemente, el uso abusivo de medicamentos es un problema que está creciendo. La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, que pertenece a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtió en su informe de 2007 que en el mundo “los casos fatales de sobredosis de medicamentos de venta con receta están aumentando”. 

En nuestro país los datos más recientes disponibles son los de la Encuesta Nacional de Adicciones (ENA) de 2002. Según esta encuesta, el número de personas que había usado drogas médicas de manera abusiva al menos una vez alcanzaba un total de 845 561, de entre 12 y 65 años de edad. Estas cifras son equiparables a las reportadas para el consumo de cocaína: habían consumido cocaína 857 766 personas, es decir, una diferencia de sólo 12 205 personas.

Hay medicamentos que al igual que las drogas provocan alteraciones de distintas clases: placer, euforia, somnolencia, vigor, tranquilidad, calma, bienestar… pero también debilitan física y mentalmente.

Los nuevos antigripales

La efedrina y la seudoefedrina son sustancias que se han empleado principalmente como antigripales. No obstante, su valor terapéutico es enorme. El motivo es que la efedrina y la seudoefedrina son precursores para la síntesis de metanfetamina, un estimulante ilegal sumamente poderoso que causa adicción con mucha facilidad. La seudoefedrina y la efedrina se han sustituido en los medicamentos antigripales por otros con menor actividad terapéutica pero sin los problemas del desvío de su uso.

Analgésicos

Su aparición revolucionó el uso de los medicamentos; éstos se comenzaron a obtener con mayor facilidad sin depender de que el farmacéutico.

El uso indiscriminado de un analgésico puede llevar a que cada vez necesitemos una cantidad mayor para quitarnos la molestia y esto conduce a la tolerancia al medicamento. Provocando que el cuerpo se acostumbre a la sustancia y requiere cada vez más cantidad de ella para alcanzar el efecto deseado.

Los analgésicos opiáceos incluyen morfina y codeína —derivadas del opio— y por ello sólo deben consumirse por prescripción médica, pues si no pueden provocar una fuerte adicción. 

Ansiolíticos

Ayudan a disminuir el malestar y la ansiedad generando un sentimiento de bienestar y facilitando el sueño. No obstante, pueden provocar cansancio, mareos, descoordinación muscular, falta de concentración, confusión y depresión. 

Junto al bienestar que puedan provocar, también llegan a causar confusión, depresión y alteraciones respiratorias, además de lagunas mentales por lapsos mayores a 24 horas y, en ocasiones, amnesia.

Estimulantes

Estos medicamentos se emplean regularmente para el desorden de déficit de atención, y algunos tipos de depresión. Aumentan el estado de alerta, quitan el sueño, reducen la sensación de cansancio y producen euforia. Cuando pasa su efecto inicial, pueden provocar crisis de angustia, depresión y si quien los ha consumido no bebe suficiente líquido, causan una deshidratación que puede provocar lesiones renales, cerebrales o la muerte. Acelera el corazón hasta ocasionar un paro cardíaco. No deben emplearse junto con medicinas contra los resfriados, con antidepresivos o con alcohol.

Prevención y tratamiento

Las adicciones a los medicamentos pueden ser tan terribles y peligrosas como la dependencia de las llamadas drogas duras. No sólo los jóvenes están en peligro de hacerse adictos; también es común en médicos, quienes soportan jornadas de trabajo muy largas, además que ellos pueden obtenerlos fácilmente..

Los tratamientos para abandonar el abuso de medicamentos deben ser tomados tan seriamente como los del abandono de las drogas duras y del alcohol y el tabaco, pues la adicción implica una dependencia física y psicológica de la sustancia. El tratamiento de los pacientes adictos a medicamentos debe incluir una terapia psicológica y el abandono de la sustancia.

La mejor manera de prevenirse contra la adicción a los medicamentos es no autorrecetárselos, consultar al médico y tomarlos sólo en las dosis indicadas.

Fuente: http://www.comoves.unam.mx/numeros/articulo/125/del-abuso-a-la-adiccion