19 de February del 2016
quo.mx
No todas las drogas son iguales ni provocan el mismo nivel de adicción. Tampoco son procesos simples, sino sumamente complejos. Según el doctor Eduardo Calixto González, jefe del Departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría, una adicción es biológica, psicológica y social.
"Desde el punto de vista psicológico, conlleva aspectos de reforzamiento positivo y aprendizaje que ocasionan tolerancia y dependencia a ciertas drogas. A nivel social, distintas condiciones y ciertas etapas de la vida, como la adolescencia, facilitan la predisposición a las adicciones”. Sin embargo, dice, según un enfoque neuroquímico, “una adicción es un proceso que genera, preserva y busca placer."
De hecho, el cerebro de los mamíferos, en especial el de los seres humanos, posee centros cerebrales relacionados con el placer, conocidos como "sistemas de recompensa", y están representados por el área tegmental ventral y el núcleo accumbens. Estos centros obedecen a estímulos específicos y son regulados por neurotransmisores o moléculas involucradas en la comunicación neuronal.
Para la Secretaría de Salud, una droga puede estimular los centros de placer y conducir al desarrollo de una dependencia. Eduardo Calixto menciona que las drogas más adictivas son las que promueven la liberación del neurotransmisor dopamina, principal modulador de las respuestas en los sistemas de recompensa.
"Aunque la dopamina esté involucrada en procesos naturales de bienestar, las drogas potencializan su efecto: mientras un orgasmo puede liberar hasta 450-500 ng de dopamina en el cerebro, estos niveles aumentan a 1,500 ng cuando se inhala cocaína. A partir de la primera exposición, el cerebro queda condicionado: ningún otro tipo de actividad le resultará más placentera”.
Ese fenómeno se llama “taquifilaxia”, que es la necesidad de consumir dosis cada vez mayores de una sustancia para conseguir los mismos efectos que se obtuvieron inicialmente; sus bases biológicas son variadas e incluyen la inhibición de los receptores de neurotransmisores, proteínas que están en la membrana de las neuronas y se encargan de reconocer este tipo de moléculas. A pesar de que no todas las drogas tienen el mismo poder adictivo, todas provocan muerte neuronal.
"Cualquier cambio neuroquímico genera, a su vez, cambios estructurales. La cocaína, por ejemplo, hace que las ramas de las neuronas comiencen a arborizarse; esto ocasiona que la neurona se toque a sí misma, cosa que nunca ocurre en las células normales. Y este es uno de los principios de la muerte neuronal progresiva”
La razón es sencilla: al autoestimularse, las neuronas liberan glutamato, un neurotransmisor excitador que permite el paso de calcio a su interior. Un poco de calcio es importante para realizar distintos procesos, pero en exceso puede ser fatal. La entrada de calcio activa distintas enzimas que degradan a las mismas células, dañando su citoesqueleto, su membrana y su ADN.
"Este mismo proceso ocurre cuando no hay suficiente oxígeno en el cerebro”, concluye.
Oficinas: 52450595
Línea de contacto: 13241082
Pag. Web: www.umbral.mx
Email: contacto@umbral.mx