22 de August del 2011
Linda Bucay
- La ludopatía o juego compulsivo es considerado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como un trastorno compulsivo de la conducta que convierte a quien lo padece, en una persona incapaz de resistir el impulso de jugar. Asimismo porque se agudiza de forma crónica y progresiva hasta convertirse en una adicción con consecuencias de alto riesgo.
- Del simple juego de azar a la ludopatía hay barreras apenas perceptibles, sobre todo cuando se fomenta la idea que jugando, una persona puede volverse rica de un momento a otro.
- Jugar de manera compulsiva es una enfermedad de naturaleza progresiva que no puede curarse, pero sí detenerse y controlarse.
- Psicológicamente, el juego de azar es un reto a la suerte, mediante el cual una persona proyecta sus esperanzas de cambiar mágicamente el futuro a su favor, o al menos de experimentar el placer del triunfo contra el riesgo del fracaso a pesar del sufrimiento que conlleva la incertidumbre.
- La raíz de esta enfermedad no son las finanzas, sino las emociones.
- Según investigaciones científicas, la ludopatía comparte varias similitudes con trastornos como el alcoholismo y la drogadicción, incluso a nivel orgánico.
- En las fases más graves de esta enfermedad, el jugador solamente piensa en las apuestas, y entra en un estado de pánico; padece crisis, se olvida de su familia, amigos, pareja, trabajo, y aumenta sus riesgos legales por la cantidad de dinero que pierde y por la cantidad de préstamos que pide.
- Como ocurre con otras adicciones, la ludopatía persiste a pesar de las consecuencias negativas y los conflictos que éstas provocan en el ámbito personal, conyugal, familiar y social del individuo, que por lo general se encuentran profundamente dañados.
- El jugador comúnmente padece depresión, ansiedad, ataques cardíacos (consecuencia del estrés) o incluso ideaciones suicidas derivadas de la angustia y desesperación.
- Es posible que el jugador, al haber perdido su empleo y arriesgado el bienestar de su familia, se termine viendo implicado en cuadros de violencia familiar, robos y estafas.
- La ludopatía no es un problema de moral, es un problema de salud
- En cualquier caso, el afectado es el último en reconocerlo, pues la negación viene adherida, por naturaleza, a todo comportamiento adictivo.
- En México, así como en nuestra comunidad, no hay una cifra exacta de ludópatas, pues la mayoría de los adictos al juego no saben que lo son; siguen considerándolo como un simple vicio.
- Todos los días hay personas que apuestan su patrimonio, su salud y a su familia por no aceptar que tienen un problema que va más allá de su control.
Si crees tener problemas con tu forma de jugar o conoces a alguien que los tenga, no sientas miedo de pedir ayuda. Acércate a nosotros y te haremos una valoración para determinar si necesitas tratamiento. No esperes a perderlo todo… En Umbral, la puerta está abierta.
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