22 de agosto del 2011
Linda Bucay
Según Goleman, “Inteligencia emocional” se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales de uno mismo y de los otros. Tener las habilidades para procesarlos, digerirlos y equilibrarlos, en vez de ahogarlos o callarlos. En los últimos años se han realizado estudiossobre el tema, y el investigador y periodisa del New York Times, Daniel Goleman, llevó el tema al centro de atención del mundo en 1995 con su obra “La inteligencia emocional”.
Es muy común el supuesto que el Coeficiente Intelectual es determinante en el éxito o fracaso de la vida de una persona. Sin embargo, es curioso encontrarnoscon que hay poca correlación entre estos factores. Por ejemplo, existen muchas personas que no terminaron la escuela, pero que tienen vidas estables y exitosas. Por el contrario, tenemos individuos con nivel de doctorado cuyas relaciones y afectos son totalmente disfuncionales. Según los estudios de Goleman, el cociente emocional es más importante para el desarrollo social y profesional que el intelectual.
Siguiendo esta misma teoría, los principales componentes de la Inteligencia emocional tienen que ver con autoconocimiento emocional o conciencia de uno mismo, autocontrol emocional, automotivación, reconocimiento de las emociones ajenas (empatía) y relaciones interpersonales (habilidades sociales).
Las adicciones son una enfermedad física, mental, emocional, espiritual, familiar y social, que se caracterizan por la dependencia emocional y orgánica a una sustancia o conducta. En este proceso, la atención del sujeto es desplazada hacia un lugar aparentemente menos doloroso que lo que percibe como su realidad. Las sustancias o conductas compulsivas, funcionan como una “anestecia” que transforma sus percepciones, emociones y pesamientos. Quien consume sustancias para acallar el dolor, lo hace porque no tiene otros recursos para manejar sus sentimientos de miedo, inseguridad, ansiedad, abandono, enojo o tristeza. Lamentablemente, el camino de las adicciones, genera heridas físicas y emocionales más graves que las originales, debido a que el alcohol o las drogas, están diseñados para generar tolerancia y dependencia. Su consumo, además, va dañando progresivamente el cuerpo y sus consecuencias pueden llevar a la muerte. En el caso de las conductas, como la ludopatía, en la que no se ingieren sustancias sino que se es adicto al juego, el sujeto puede terminar perdiendo todo su patrimonio, cometiendo fraudes y otras conductas ilegales, y poniendo en riesgo a su familia. Las consecuencias en la salud pueden llegar a ser igual de graves, por ejemplo, pueden aparecer síntomas de ansiedad, depresión, intentos suicidas u otras enfermedades físicas derivadas del estrés. La adicción no tiene cura, pero se puede controlar y después de un proceso de rehabilitación, se puede tener una vida feliz y funcional, en la que se aprenda a lidiar con las emociones de una forma más sana, que no lastime al sujeto ni a quienes le rodean.
Las investigaciones de Goleman, así como otros teóricos de la Psicología, establecen que el área emocional se puede trabajar y con ello mejorar y educar, mientras que el intelectual (C.I) es poco maleable.
Es sumamente importante que como padres y educadores, tengamos concencia de lo importante que es impulsar el desarrollo de las habilidades emocionales desde la infancia y adolescencia, pero también en la adultez. En promover las herramientas para que los individuos puedan discriminar las emociones propias, y emplear esta información para guiar los pensamientos y acciones en una forma sana y funcional. Así, se podrán remediar grandes problemas como las adicciones, y conseguiremos promover una mejor salud mental en los individuos que conformamos esta sociedad.