Te hablamos de las adicciones
  • EL FOCO QUE “OSCURECE” VIDAS. CONSUMIDORES DE CRISTAL EN LA COLONIA ALIANZA DE MONTERREY

12 de abril del 2023

Mayo clinic

Los grupos de narcotráfico ven en ellos, más que piezas clave, carne de cañón para su red delictiva; en muchos casos son atrapados a través del consumo de droga, como piedra de cocaína (crack), mariguana o cristal que los deja enganchados y debiéndole favores a las redes del crimen organizado. Son jóvenes de los denominados “ninis”, que ni estudian ni trabajan y encuentran la posibilidad de acceder de forma fácil y rápida al dinero a través del crimen organizado.

Muchos jóvenes en contextos populares urbanos están cayendo dentro de las redes de la criminalidad. Cuando hablamos de crimen organizado en México no sólo hablamos de crimen relacionado con la droga, sino de un sinnúmero de situaciones. Es como el tejido de una telaraña donde los jóvenes se ubican en la base, formando el eslabón más débil en la cadena social.

En nuestra ciudad, muchos de los integrantes de las pandillas se vinculan de dos maneras en la economía de las drogas en los barrios: por un lado, en el mismo consumo y, por el otro, en la venta y distribución del tóxico. Es un hecho que las pandillas dejaron de ser simples grupos de jóvenes que realizaban pintas y escuchaban música reunidos en las esquinas, para ser parte de un fenómeno que se ha denominado como narcocultura.

Los miembros de los grupos delincuenciales utilizan a los jóvenes de las pandillas para distribuir drogas debido al amplio conocimiento que éstos tienen en su sector. Un negocio exitoso porque esos mismos muchachos se convierten en sus clientes. A lo largo de este trabajo llevaremos a cabo un estudio exploratorio sobre las características de los jóvenes consumidores de metanfetaminas, en particular del cristal, en la Colonia Alianza de Monterrey.

El éxito del tóxico radica en lo barato de la dosis, la cual puede alcanzar un valor que oscila entre los $50 y los $100 pesos. Para su consumo, los usuarios utilizan un foco o una pipa. El bajo costo es un atractivo para enganchar a los usuarios, en su mayoría jóvenes menores de edad.

De acuerdo a datos oficiales en Nuevo León, el consumo de metanfetaminas se ha incrementado a tal grado que se le considera el estupefaciente de moda. La única cifra que tenemos al respecto señala que cuatro mil 800 personas acudieron durante 2016 a someterse a tratamiento. La preferencia de este estimulante sintético, conocido como “cristal”, se incrementó estadísticamente en los últimos años en la entidad, al pasar de 0.8% en 2010, a 3.2% para 2016 (Campos, 2017).

Cabe aclarar que los datos oficiales se refieren sólo a personas que acuden a los centros de tratamiento, por lógica desconocemos la cantidad de individuos que consumen cristal y no acuden a un centro para su atención. Con este universo desconocido, la cifra de usuarios de metanfetaminas puede resultar muy alta, aunado a que no hay estudios como en la colonia donde llevamos a cabo la investigación.

Asociado al aspecto de salud, el negocio de la droga se ha transformado en una forma de vida, una lógica donde adicción, criminalidad y narcomenudeo van de la mano. “Esta doble relación estructural configura las prácticas sociales violentas en la región, y permite no sólo la articulación social a redes criminales como las distintas expresiones del crimen organizado a lo largo de la historia regional, sino también una propensión a la acción violenta expresada en la vida cotidiana (violencia anómica, ordinaria, callejera, entre otras)” (Martínez, 2017).