29 de diciembre del 2021
Pedro Rada, Nicole M. Avena y Bartley G. Hoebel
Hay estudios que demuestran que la sensibilización se produce por cambios en diferentes receptores y en áreas específicas del cerebro. Es por eso que decidimos ver si las ratas hechas adictas al azúcar presentaban cambios a nivel de receptores en núcleos cerebrales del sistema límbico. Específicamente utilizamos la técnica de autoradiografía para medir los cambios en los receptores opioides mu y dopaminérgicos en el núcleo accumbens, área ventro-tegmental, caudado, corteza frontal, tálamo; sólo se observaron cambios en los receptores dopaminérgicos y opioides mu en el núcleo accumbens, similares a los obtenidos durante la adicción a la cocaína. Estos resultados confirman que la sensibilización al azúcar observada en los experimentos conductuales tiene una base molecular semejante a la observada en otras adicciones.
Desde el punto de vista neuroquímico, estudiamos el efecto de la ingesta de azúcar en ratas adictasal azúcar comparadas con ratas que tuvieron sólo dos exposiciones al azúcar. En primer lugar, replicamos los experimentos realizados por el grupo de DiChiara quienes consiguieron que la exposición repetida de un alimento gustoso para el animal sólo libera dopamina en la primera exposición y no en las subsiguientes exposiciones. Efectivamente, las ratas a las que se les permitió acceso al azúcar en 2 oportunidades mostraron un incremento significativo de la dopamina en el núcleo accumbens solo en la primera prueba, pero no así en las siguientes, en cambio las ratas hechas adictas al azúcar mostraron un reiterado incremento durante varias pruebas, similar a la respuesta obtenida con la inyección de las drogas de adicción.
No es de extrañar que las conductas naturales (comer) y las drogas de adicción probablemente comparten los mismos sistemas neurales. La búsqueda de alimentos nutritivos en tiempos de escasez como los de la prehistoria, debieron establecer mecanismos de adicción pues al hallarlos el consumo era máximo, lo que permitió la sobrevivencia en períodos prolongados de inanición. Estos mecanismos de adicción no sólo son útiles en la conducta alimentaria, se observa que el consumo de cocaína por los indígenas de los Andes, al igual que la cafeína por los trabajadores nocturnos, son también necesarios para la sobrevivencia, ya que mejora el rendimiento físico en dos situaciones difíciles.
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1690-31102005000200002