16 de June del 2021
Nuevos Trastornos tu salud
Algunas de las variantes más comunes son la pagofagia (deseo irresistible por comer hielo), la tricofagia (pelo), piedras (litofagia) o tierra (geofagia). Otra de las más conocidas, pero que suele clasificarse como un trastorno diferente, es la coprofagia; las personas afectadas por ella sienten el impulso de consumir heces humanas.
El simple hecho de consumir uno de estos materiales no es suficiente para considerar que una persona padece de pica. Según el DSM – IV, uno de los manuales más utilizados por los psicólogos para diagnosticar enfermedades mentales, el deseo de consumir estas sustancias debe permanecer al menos durante un mes.
Por otra parte, este consumo no puede formar parte del desarrollo normal de la persona (como en el caso de los niños, que utilizan la boca para identificar objetos), o tener que ver con una práctica cultural extendida. En general, la alotrofagia no se presenta en solitario, sino que suele surgir de la mano de otros trastornos mentales.
El principal criterio para diagnosticar a una persona con seudorexia es el consumo continuado de sustancias sin ningún tipo de valor nutricional. Para que la pica sea considerada un trastorno, este síntoma debe llevar a la persona a sufrir algún riesgo respecto a su salud física.
Los peligros que pueden derivar del consumo de sustancias no nutritivas dependerán de cuál sea la elegida por el individuo. En algunos casos, como en el de personas que tan solo ingieren hielo o pelo, el principal problema será la desnutrición. Al no comer suficientes alimentos reales, su cuerpo acabará mostrando síntomas similares a los de la anorexia.
En el caso de otras sustancias más peligrosas, como piedras o pintura, existen muchos otros riesgos que harán necesaria una intervención más temprana. Algunos de los más comunes son la intoxicación por determinados componentes, la obstrucción del aparato digestivo, o el envenenamiento.
En las variantes más dañinas de la pica, en muchas ocasiones será necesario intervenir primero en los problemas causados por la misma antes de tratar de solucionar el problema psicológico que lleva a la persona a comportarse de esta manera.
Las causas son desconocidas. Sin embargo, se han planteado diversas hipótesis para la aparición de la enfermedad. Estas suelen estar divididas en varios tipos: nutricionales, sensoriales, neuropsiquiátricas y psicosociales.
Es importante señalar que, en función de los datos de los que disponemos sobre esta enfermedad, no exista una sola causa responsable de su aparición en todos los individuos.
Por el contrario, parece sensato afirmar que cada caso se desarrolla de manera diferente, debido a una combinación de varios factores.
Los tratamientos para la pica varían de paciente en paciente y en función de la causa que se sospecha que ha provocado la enfermedad. Entre otras cosas, pueden utilizarse enfoques psicosociales, ambientales y comunitarios, además de realizar cambios en la dieta y el estilo de vida de los afectados.
El primer paso para tratar la pica tiene que ver con detectar y, en caso necesario, tratar la deficiencia de cualquier mineral que pueda estar causando el trastorno.
Como se ha mencionado anteriormente, la alotrofagia puede producir una gran cantidad de problemas de mayor o menor severidad en función del tipo de sustancia no nutritiva que la persona ingiera.
Si el individuo evita por completo la comida normal a favor de otro tipo de objetos, el primer problema será la desnutrición. Esto puede poner en peligro la vida del paciente, por lo que será necesario realizar una intervención similar a la que se aplica en los casos más graves de anorexia.
Otros problemas comunes en el caso de personas con seudorexia son las intoxicaciones, envenenamientos, daños en el sistema digestivo, boca o garganta, o infecciones por bacterias o virus