https://www.high-endrolex.com/17 Umbral
Te hablamos de las adicciones
  • NO ME DIGAS QUE SOY AFORTUNADO

17 de febrero del 2009

No Me Digas Que Soy Afortunado

Para aquellos que han sido lesionados por un conductor ebrio

No Me Digas Que Soy AfortunadoAgradecemos a las siguientes vÍctimas lesionadas, por sus comentarios y sugestiones: Emilie Anzolone, Ann Barks, Sue y Tracy Cook, Ruth Meserve, Bonnie Moore, Donna Nayduch, Ed y Kay Neil, John y Susan O'Keefe, Sandra Padden y Tom y Pat Satterly.

Les digo que mi cuerpo es como un automóvil, una vez que ha sido demolido, no importa qué bien haya sido rehabilitado, nunca es completamente el mismo.
Susan O'Keefe
Víctima Lesionada

No es como un pastel que si no lo voltea correctamente, lo puede tirar a la basura y volver a empezar. Todo lo que tenemos es lo que esta aquí, ahora.
John O'Keefe
Esposo de Susan


Cómo se siente ahora
Usted ha sido lesionado por un conductor ebrio. Puede usted estar experimentando intenso dolor físico además de todo lo que siempre ha sentido. A pesar del dolor, usted puede regocijarse simplemente porque está vivo. O sinceramente, puede desear haber muerto, sintiendo que el haber escapado a esta clase de dolor, podría haber sido una bendición.

Es muy probable que sus estados de ánimo cambien. Algunas veces se siente de una manera y otras de otra. Como se sienta en su vida, en un día determinado, depende del dolor, éxito o fracaso, y de cuanta esperanza tenga usted para el futuro. Sin embargo, está estacionado más bien en una posición mediana, preocupado y molesto de que lo que le ha pasado, pero decidido a mejorarse tan pronto como sea posible.

Una gran variedad de emociones, pensamientos y experiencias probablemente hagan que se sienta mal. Puede ayudarle saber que muchas de las cosas que usted piensa y siente, son comunes entre quienes han sido lesionados.

Usted puede luchar directamente con el recuerdo personal del choque. Puede estar angustiado por el recuerdo del violento y poderoso impacto y el sonido de los metales que se retuercen y de los cristales al hacerse añicos. Puede recordar el terrible dolor. Puede traer a la memoria como que se estaba moviendo en cámara lenta, creyendo que iba a morir, y de alguna manera, reviviendo mucho de su vida y pensando en aquellos que usted ama. La pérdida total de control que usted sintió, puede angustiarlo todavía. Puede usted recordar exactamente como se sintió cuando se dio cuenta de que todavía estaba vivo -el terrible silencio primero, haciendo inventario de su cuerpo y entonces, buscando por los otros.

Aunque usted concientemente no quiera pensar en ello, puede experimentar otra vez el choque o violencia en intempestivos y fugaces resplandores o pesadillas. Puede experimentar verdaderas noches de terror -sueños violentos que lo despiertan pero lo mantienen paralizado, sin poder hablar o moverse mientras la violencia gira a su alrededor, aunque sabe que está en su recámara y despierto .
Puede tener amnesia desde el choque. Sin embargo está inconsciente desde el momento del impacto; el traumatismo al cerebro le pudo haber afectado su memoria. Razones psicológicas pueden prevenirle estar recordando lo que ha pasado, un aditamento protector dentro de los seres humanos, les ayuda a olvidar algo que es doloroso de recordar.

Puede usted experimentar sentimientos que le parecen extraños. Puede frustrarse porque ha estado teniendo un tiempo difícil luchando con sus lesiones, especialmente si usted ha sido una persona fuerte, independiente y autónoma, quien siempre vio las crisis como retos.

Puede no solamente sentir coraje, sino irritarse. Su ira puede estar dirigida hacia el conductor ebrio por haber cometido el error de tomar y después manejar. Usted puede tener pensamientos y deseos vengativos contra el conductor ebrio,  el cual le causó problemas, aunque usted sabe que esos pensamientos y deseos son inofensivos.

Su ira puede volverse contra otros, quienes pueden o no merecerla -su familia y amigos, doctores y enfermeras, agentes de seguro y abogados. Probablemente está molesto consigo mismo por no haber podido evitar el choque, aunque usted sabe que hizo todo lo posible para evitarlo.

Puede encontrarse a si mismo sintiéndose culpable por estar vivo, especialmente si alguno de sus seres queridos pereció en el choque. Puede sentir que la muerte fue su error, aunque usted sepa que no lo fue. También puede sentirse culpable por estar siendo una carga para otros o porque piensa no haber tenido su responsabilidad normal.

Puede usted estar frustrado con aquellos que quieren consolarlo. Puede sentir que no lo entienden los que le dicen: "eres afortunado de estar vivo", porque usted no se siente afortunado del todo. Puede esforzarse por dar una respuesta cuando le dicen: "te estás sintiendo mejor, ¿verdad? Sabiendo que lo que ellos quieren es que usted se sienta mejor, de manera que ellos también se sientan mejor... pero usted no se siente mejor. La palabra "tiempo" puede ser una palabra de seis letras que usted no desea escuchar. Usted está cansado de oír, "será cuestión de tiempo", o "con el tiempo aprenderás a vivir con el dolor". Usted desea que la gente deje de preguntarle "¿estás bien?".

Además de luchar con sus lesiones físicas, usted tiene que  preocuparse por otras cosas; como por todo por lo que está pasando su familia, cuestiones de dinero, su futuro, sueños que quizá nunca podrán ser realizados. Aunque los recursos de los que puede echar mano usualmente están disponibles, se puede encontrar a si mismo pensando solamente en la desesperación que a veces siente.

La tensión bajo la que usted está, puede hacerle difícil dormir. Encontrar que la comida no le gusta y rechazarla, o sentirse cansado y confuso. Tener dificultad para concentrarse. Y el dolor, siempre está ahí.

Esto puede ser consecuencia de una grave lesión. O ambas, física y emocional. Solamente alguien más, todos aquellos que hayan experimentado esta situación, pueden saber realmente lo que les está pasando y que tan difícil es.

Lesión y aflicción
La gente que está afligido por el dolor de la muerte de alguien, atraviesa por un ciclo de tristeza un tanto previsible. Ello incluye perturbación y rechazo al principio, ira y coraje, que siempre van y vienen; culpabilidad por no haber sido capaz de proteger al  ser que amaba, una profunda tristeza y depresión. Eventualmente, la aceptación de la muerte llegará, aunque raramente será una aprobación total de ella; menos aún si esa muerte llega en manos de un conductor ebrio. Para esta gente, aceptar la realidad de la muerte en sus vidas, significa tristeza por lo que ha pasado, espasmos de dolor de tiempo en tiempo, e ira contra el sistema criminal de justicia, el que considera que el conducir ebrio es un crimen menor. Para muchos, se convierte en un serio compromiso para acabar con el hecho de conducir en estado de ebriedad en los Estados Unidos.

Como víctima que ha sido lesionada, su experiencia puede, probablemente ser diferente. Usted puede tener casi al mismo tiempo, diferentes ciclos de tristeza. Si alguien a quien usted amaba, falleció como resultado de un choque, usted estará experimentando, precisamente todo lo que ha sido descrito.

Sin embargo usted también se encuentra luchando con otros ciclos de tristeza. Un nuevo ciclo de tristeza empieza cada vez que se entera acerca de la gravedad de sus lesiones. Algunas veces el personal médico y sus familiares parecen ignorarlo, como si fuera una conspiración de silencio acerca de sus lesiones. Dado que ellos están real y sinceramente preocupados, pueden llegar a pensar que usted no podría luchar, si conoce la verdadera gravedad de todas sus lesiones, por lo que ellos se lo dicen poco a poco. Algunas veces, realmente no saben en conjunto, el alcance de sus lesiones, especialmente si tuvo una lesión en la cabeza, que haya cicatrizado, las que con demasiada frecuencia no son diagnosticadas hasta mucho después del choque.

Los ciclos de tristeza empiezan cada vez que usted trata de hacer algo con su pensamiento recordando que podía hacerlo y en el momento no. Trata de caminar y descubre que no puede. Trata de alcanzar o levantar algo y no puede. En el hospital puede hacer las cosas bien, pero no lo puede hacer en su casa. O puede hacerlo bien en su diario vivir en casa, pero falla cuando pretender hacerlo al regresar al trabajo. Si usted ha tenido una lesión en la cabeza, es muy posible que sus facultades pudieran haber sido alteradas y al tratar de intentar hacer algunas cosas, no puede realizarlas.

Se pone triste si no se hace realidad un buen pronóstico acerca de su salud. Los doctores pueden deliberar sobre una nueva cirugía, pero algunas veces los procedimientos médicos no funcionan. Puede presionar a sus doctores para que le digan cuánto tiempo durará su recuperación, y si la fecha que ellos le dicen no es la que usted espera, se aflige.

Su tristeza es por la pérdida de amigos y también por los miembros de su familia, quienes están incapacitados por no poder ayudarlo con sus lesiones, y por lo tanto, lo abandonan. Es doloroso darse cuenta de que aquellos en los que usted pensó que siempre podría contar, ya no puede confiar en ellos.

La tristeza por los sueños perdidos que tenga para su futuro,  y que ahora considera son imposibles. Sabiendo que usted puede arriesgar sus planes para compensar sus lesiones, es un peso que a veces puede sentirlo insoportable. Enfrentarse a un nuevo futuro  lleva mucho tiempo.

Regresando a casa
Usted sale del hospital y regresa a casa y todos en la familia tendrán que adaptarse. Su hogar, donde usted y sus seres queridos han establecido una rutina. Muchos, si es que no todos los componentes de esa rutina, ahora deberán ser revaluados, con el fin de compensarle por sus lesiones. Al comparar su nueva vida con la anterior, un vívido contraste se le presenta. Subir las escaleras o darse un baño de regadera en casa, ahora tiene un significado diferente que cuando lo hacía en el hospital. Puede enojarse cuando se da cuenta que no puede lavar el piso, sacar la comida del horno, o no tiene la energía suficiente para realizar las tareas del hogar. Ajustarse a un horario de trabajo, hacer presupuestos y reorganizar la casa son una gran empresa. Frustraciones, presiones y tensiones se amontonarón. Ahora usted dependerá de otros miembros de la familia para realizar muchas de las tareas que una vez fue capaz de hacer. Aunque ellos saben que tiene que ser así por algún tiempo, pueden llegar a cansarse y a resentirse. Es evidente que no es su falta, pero usted desearía haber podido facilitarles esa carga y hacerselas más llevadera. Hasta si ellos de buena gana quieren ayudarlo o cuidarlo, usted puede sentirse culpable de necesitar esa ayuda.

Los hijos en el hogar necesitaron atención especial. Ellos son muy vulnerables y podrían ponerse recelosos por el hecho de que alguien que se supone debe cuidar de ellos, ahora se encuentra lesionado y discapacitado. También pueden tener horror por los cambios físicos que ven o experimentan. Quizá podrían verse forzados a madurar anticipadamente adquiriendo más responsabilidades. Algunas veces se subestima a los hijos, porque muchos de los recursos de la familia y energías están enfocados en el que se encuentra lesionado. Observe cuidadosamente, si el nido empieza a esconderse, llama mucho la atención, hace ruido, se vuelve silencioso, sus notas escolares no son buenas, o ya no pasa tiempo con sus amigos. Los adolescentes inexplicablemente empiezan a sacar sus frustraciones, escapándose, usando el alcohol y otras drogas para tranquilizarse, o adoptando otras conductas también perjudiciales. Estas señales de advertencia indican una necesidad para que usted se decida a hablar y exhortarlos a conversar acerca de sus miedos y frustraciones. Deberá buscar asesoría. Hablar con alguien mas fuera de la familia que les ofrezca una solución saludable y constructiva. Muchas personas encuentran práctico, pedirle a otra familia o adulto, llevar a sus hijos a algunas excursiones o salidas especiales, o solamente invitarlos a pasar tiempo en su hogar, donde hay menos tensiones.

Los matrimonios y significativas relaciones, pueden volverse tensas por causa de lesiones. Una parte de la tensión surge por las preocupaciones financieras. Trabajar arduamente para hacer que la vida siga funcionando, puede producir fatiga simple y tensión nerviosa.

Otras relaciones sufren cuando las personas esconden mucho de lo que sienten y piensan acerca del cambio ocasionado por las circunstancias. Otras parejas, cuando est�n juntas, no hablan de cosas de importancia, tratando de proteger a sus seres amados que han sido lesionados. Creen que de esa manera, ellos le est�n haciendo la vida m�s f�cil a su ser amado, quien, en su lugar, llega a sentirse ignorado. Es dif�cil hablar honestamente acerca de circunstancias concretas y sentimientos que hayan sido resultado de una lesi�n; trate de invitar a un amigo de confianza, sacerdote o un consejero para facilitar dicha conversaci�n.

Despu�s de todo, comprendiendo la complejidad de la lucha con las lesiones no tiene uno porque aturdirse. Puede darle esperanza el saber cu�n dif�cil es poder ayudar a ser m�s paciente con usted mismo, tanto como a su lucha  con muchos de los componentes de su recuperaci�n. Puede ayudarle el que usted celebre buenos resultados, cuyas victorias, otra gente puede ver como peque�as, las que usted sabe son monumentales.

�Cu�nto tiempo durar� la recuperaci�n?
El per�odo de su recuperaci�n depende sobre todo de la gravedad y duraci�n de sus lesiones f�sicas. M�s que nada, depende de la esperanza y coraje que usted tenga en seguir el consejo de sus m�dicos, sin importar cu�n cansado y frustrado est�. Su habilidad para aceptar las limitaciones temporales o permanentes, ser�n tambi�n considerables adiciones a su calidad de vida, la de su familia y sus amigos.

Algunas v�ctimas se aislan, se vuelven pensativos y cortan los contactos de su vida social, porque se sienten afligidos y deprimidos por causa de sus lesiones. No pueden aceptar lo que les ha pasado, su imagen, su cambio de capacidad, sus nuevas realidades. Su auto imagen acent�a lo negativo y no hacen caso de lo positivo. Es posible que nunca se recuperen f�sica o emocionalmente del todo, porque se enfocan en el pasado y no tienen ninguna ilusi�n en el presente o futuro.

Otras v�ctimas aceptan sus nuevas limitaciones y buscan maneras constructivas para compensarlas. Hablan abiertamente acerca del problema que les caus� esas lesiones y buscan ayuda, algunas veces yendo de doctor en doctor hasta que encuentran uno que los entiende y sabe como tratar esas lesiones. Han aprendido a sentirse contentos si tienen que pedir ayuda cuando la necesitan. Si la familia y los amigos los abandonan, buscan en otros lugares, grupos sociales donde ellos puedan hacer nuevos amigos. No tienen miedo al afirmar diciendo cosas como, "no podr� esquiar o ir al boliche nunca m�s, pero puedo jugar a las cartas". Si tienen dificultad al ponerse de pie, se sientan durante todo el servicio en la iglesia, antes que decidirse a no ir porque no pueden participar de la misma forma como lo hacen todos los dem�s. Buscan instalaciones que est�n equipadas con lo necesario para hacer un poco m�s f�cil la vida de los discapacitados y van a lugares donde puedan acomodarse de acuerdo a sus lesiones en lugar de quedarse sentados en casa.
La recuperaci�n f�sica puede o no, ser completa siempre. A�n si sus lesiones no son graves, usted puede moverse un poco m�s lento que otros o experimentar un dolor intermitente. La recuperaci�n emocional podr�a nunca ser completa. A�n cuando pueda compensar sus lesiones a un nivel m�ximo, usted puede seguirse sintiendo angustiado cuando viaja en un carro, y �ste va demasiado cercano a otro, o corriendo a cierta velocidad, rebasando o tomando las intercesiones. Para usted esto puede tener un nuevo significado. Regresar a la escena del choque puede hacerle sentir angustiado.

Usted tendr� que encontrar un camino para luchar con lo que le ha pasado, tratando de encontrarle sentido, porque en su mente, estallar� de tiempo en tiempo, por el resto de su vida, lo sucedido. Mucha gente encuentra saludable el enfocarse en que el choque fue casual, pudiendo serles de much�sima utilidad. Llegan a la conclusi�n de que Dios no se los hizo a ellos, que no fue su falta, que el conductor sencillamente no quer�a hacerles da�o o que ellos sufrieran. En su lugar, el conductor ebrio, siendo un ser humano con libre albedr�o, eligi� dos cosas malas, una, tomar y la otra, conducir. Meditar sobre "si solamente..." no conduce a nada y si hay desgaste de energ�a. Enfocarse en el presente y el futuro, es la mejor elecci�n, a�n cuando no siempre sea f�cil.

�Porqu� es tan dif�cil mantener una Actitud Positiva?
A�n cuando su capacidad para pensar y razonar con madurez puede llevarlo a desarrollar una filosof�a positiva con respecto a sus lesiones, puede encontrar que sus sentimientos se han quedado a la zaga. Eso es normal.

En la vida, los seres humanos hacen tres cosas: sentir, pensar y actuar. Pensar puede ser racional o irracional y puede cambiarse. La conducta puede ser buena o mala, apropiada o inapropiada, y la mayor�a de la gente puede controlar la manera en que se comporta. No obstante, y a pesar de los pensamientos vengativos, la ley espera control sobre la conducta. Los sentimientos son simplemente sentimientos. Ellos son lo que son.

Porque les ha pasado algo muy injusto, ellos sienten de la misma manera que usted. Antes del choque, probablemente usted ten�a la vaga creencia de que solamente cosas buenas pasan a gente buena y cosas malas pasan a gente mala. Usted ha sabido siempre que el diablo existe en el mundo, pero nunca pens� que algo malo pudiera pasarle a usted. Ahora ya sabe que cosas malas pasan a gente buena, y que su seguridad, ingenuo punto de vista del mundo, ha sido pulverizado. Ya sabe que en la vida, usted es tan vulnerable como cualquiera de los dem�s seres humanos, y probablemente se sienta m�s vulnerable que otros. Esta nueva apreciaci�n puede llevarle a sentirse loco, confuso e iracundo. Puede pensar que los dem�s no toman la vida en serio.

Si se siente molesto, perm�tase la libertad de sentirlo. Usted tiene ese derecho. Las artima�as para recuperarse, es aprender a aceptar y a expresar lo que usted siente a aquellas personas que est�n dispuestas a tratar de entender (o, mejor todav�a a otros que han sido lesionados en choques de carro porque ellos realmente lo entienden). Ocultar sus sentimientos solamente incrementa la frustraci�n y depresi�n.

Mientras m�s se permita a si mismo expresar sus sentimientos, sin importar cuales sean, m�s r�pido usted los eliminar�. Tratar de no sentirlos, trag�rselos, o pensar en alguien m�s, y creer que as� usted no los sentir�, no funciona. Ellos se manifiestan de cualquier manera, en la forma de arrebatos de c�lera inesperados, s�ntomas de depresi�n, subiendo o perdiendo peso, enferm�ndose, etc.
Hasta ahora es mejor expresar su coraje cuando usted lo sienta, llore (aunque sea con gemidos y lamentos), o cuando se sienta lastimado o frustrado, y visualice claramente cuando est� sintiendo deseos de venganza. Si lo hace, probablemente encontrar� que puede pensar con m�s claridad. Si usted ama a alguien que vive con usted, es complaciente y le permite expresar sus sentimientos abiertamente durante su recuperaci�n, ser� una bendici�n. Si no, usted podr� encontrar alivio escribiendo sus sentimientos en un diario o libro de notas. La gente se beneficia asistiendo a grupos de apoyo para personas que est�n recuper�ndose de sus lesiones. Las cl�nicas del dolor con frecuencia tienen dichos grupos. Otros encuentran la consejer�a profesional provechosa y dicen que no hubieran podido sobrevivir emocionalmente sin ella.

Recuperaci�n
�Qu� significa la recuperaci�n del dolor y coraje y tristeza que usted siente, tanto como para luchar por sus lesiones? Significa la continuidad de buscar tratamiento m�dico hasta que usted se sienta libre del dolor y pueda moverse tanto como sea posible. Significa luchar cuerpo a cuerpo con sus limitaciones. Y finalmente, significa volver a hacer las cosas m�s comunes que usted hac�a perfectamente antes del choque:

  • Sinti�ndose bien cuando pasa algo bueno,   

  • Sinti�ndose esperanzado acerca de su futuro,   

  • Poniendo atenci�n y energ�a a cada d�a de la vida,   

  • Riendo y siendo alegre,   

  • Sintiendo paz dentro de usted mismo,   

  • Buscando maneras de socializar con otros.

Estas cosas no se pueden lograr completamente de la noche a la ma�ana, porque todo depende de la gravedad de sus lesiones, pero a la larga pueden superarse.  Ninguna ser� f�cil o r�pida. La recuperaci�n necesita paciencia y mucho trabajo. Pero se debe a usted mismo y a aquellos que lo necesitan y lo aman, trate de recuperarse tanto y tan r�pido como sea posible.

Qu� debe hacer para recuperarse
Aprenda todo lo que pueda acerca de sus lesiones. Mientras m�s sepa acerca de sus lesiones, mucha m�s paciencia tendr� consigo mismo y sus m�dicos, conforme vaya progresando a trav�s del camino para la recuperaci�n de su salud. Usted tiene el derecho de saber. Si sospecha que su m�dico no es capaz o est� renuente a darle m�s de su tiempo para  responder a sus preguntas, busque un trabajador social que est� dispuesto a ayudarle.

Debido a que el cuerpo es muy complejo, su m�dico puede no estar dispuesto a predecir el curso de su recuperaci�n total, frustr�ndose tanto como usted. Sin embargo, puede esperar a que discuta su caso con usted. Si usted no est� satisfecho con el tratamiento, disc�talo con su medico. Usted puede encontrar un especialista, que le d� una segunda opini�n, que le proporcione paz mental o le ayude a decidirse a cambiar de doctor u hospital.

No permanezca con su m�dico solamente porque �l o ella le es familiar. Usted necesita el mejor cuidado posible al mismo tiempo que su cuerpo recupera su habilidad al beneficiarse de ello. El ser tratado como "paciente", puede darle la sensaci�n de que tiene poco control sobre su propia vida. Es importante recobrar alg�n control, haciendo sus propias decisiones sobre los tratamientos y uso de la mejor asesor�a m�dica que pueda encontrar.

Aprenda acerca de las lesiones en la cabeza. Durante el choque, su cerebro puede haber sido lanzado con gran fuerza contra un lado de su cr�neo y entonces rebotar y pegar casi con la misma fuerza en el otro lado, rompiendo conexiones de las neuronas y matando c�lulas cerebrales. Los casos severos de lesiones en la cabeza son obvios. La v�ctima sufre la p�rdida de coordinaci�n f�sica, el habla y la capacidad de pensamiento. Ahora hay evidencias de que las personas con el hemisferio izquierdo del cerebro  da�ado, son m�s propensas a la depresi�n que aquellas que han sido da�adas en el hemisferio derecho.

Las lesiones en la mitad de la cabeza no son muy f�ciles de identificar. Es frecuente que despu�s de lesiones obvias, tales como huesos rotos y hemorragias internas, que ya han sido tratadas, esa lesi�n de la cabeza se haga m�s aparente, a�n despu�s de que el paciente haya dejado el hospital. Puede notar que usted no puede concentrarse tan f�cil o r�pidamente como una vez lo hizo. Puede experimentar problemas en sus relaciones, dolores de cabeza, cambios de humor, somnolencia o dificultad con su memoria. S�ntomas espec�ficos var�an de individuo a individuo, pero siempre hay un cambio de la personalidad. Debido a que es dif�cil determinar si existe una lesi�n en la cabeza o solamente est� deprimido por lo que ha pasado, puede usted dudar en que le sean practicados algunos ex�menes m�dicos. Ser� muy acertado consultar a un neurosic�logo o neur�logo especializado en lesiones en la cabeza, si sospecha que una lesi�n en la cabeza, pudiera ser responsable de su depresi�n u otros s�ntomas

Proc�rese por una comunicaci�n honesta. Puede encontrar que su familia y amigos, evitan discutir con usted ciertos componentes o elementos del choque o de su lesi�n. Pueden hablar bajando la voz para que nos los escuche, como si fuera usted un ni�o. Cuando experimenta un dolor muy grande, puede retroceder a un estado infantil, y necesitar� que alguien lo cuide, aunque m�s tarde usted se comunique con los que est�n a su alrededor, de manera sencilla y directa, m�s de adulto, y empiece a solucionar algunos de sus problemas por si mismo. Busque cuando menos un buen amigo o pariente, quien le ayude a entender esta necesidad. Pida ayuda (de ella o de �) para decidir c�mo y cuando:

  • Comunicarse con su patr�n acerca de la ausencia por enfermedad y discapacidad, seguro y beneficios.   

  • Ent�rese acerca del Seguro de Responsabilidad Civil del Conductor y considere una demanda civil por lesiones. Usted puede consultar un abogado especializado en demandas por lesiones personales, que est� dispuesto a ayudarle, asesor�ndolo y cobr�ndole sobre la base de un pro-bono u honorarios por una determinada cantidad por hora.   

  • Comunicarse con la Oficina del Fiscal de Distrito acerca del estado de los cargos criminales contra el conductor ebrio.   

  • Planear el cuidado infantil y el suyo propio para cuando salga del hospital rumbo a casa.   

  • Obtenga presupuestos de los ajustes que tengan que ser realizados en su casa o apartamento, de acuerdo con sus lesiones, y aprenda como adquirir los aparatos o mecanismos necesarios que necesitar� para su atenci�n y cuidado.

El mism�simo hecho de que usted fue impactado por un conductor ebrio, puede hacerle sentir imposibilitado, como si no tuviera control sobre lo que le ha pasado. Usted no ten�a control entonces, pero ahora si tiene control sobre lo que le ha pasado. Mientras m�s dispuesto se encuentre para manejar su propia vida, m�s r�pido se recobrar� emocionalmente.

Busque recursos disponibles. Bajo el Acta de Americanos con Discapacidades de 1991, usted podr�a tener derecho a un n�mero de adaptaciones. Es apropiado, por ejemplo, pedir a su patr�n por ajustes en su espacio de trabajo, horario o responsabilidades que le permitan continuar en el empleo. Es importante saber cuales son sus derechos, y hacer gestiones tan t�cticamente como sea posible con su patr�n.

Pregunte a su m�dico si la rehabilitaci�n despu�s de la hospitalizaci�n le ayudar�. Si bien con frecuencia es doloroso, trate de estirar sus habilidades tanto como sea posible. Un especialista en rehabilitaci�n tambi�n le puede informar de los mecanismos o materiales disponibles que le puedan hacer la vida m�s f�cil.

Usted puede tener derecho a beneficios econ�micos. Si fue lesionado mientras manejaba rumbo al trabajo o del trabajo, investigue sobre los beneficios de Compensaci�n al Trabajador. Si no est� capacitado para trabajar por seis  meses o m�s, podr�a ser elegible para beneficios de Discapacidad del Seguro Social. Aunque estas solicitudes con frecuencia son originalmente negadas, insista y siga adelante con las apelaciones. Dado que los beneficios son pagados solamente desde la fecha de su solicitud, solicite los beneficios tan pronto como sepa que podr�a estar incapacitado por m�s de seis meses. Tambi�n puede obtener fondos para reconvertir, educaci�n o equipo necesario para un futuro empleo de la Agencia Vocacional de Rehabilitaci�n del Estado. Finalmente, vea si califica para el programa estatal  de Compensaci�n a V�ctimas del Crimen.

 

 
Trabaje en la aceptaci�n de sus limitaciones. No es dif�cil recordar lo que le ha pasado. Su memoria lo sacar� a flote cada vez que se ba�e, que se vea en el espejo o que de un paso. Puede estar en forma o moverse en forma diferente a c�mo lo hacia anteriormente.

Puede tambi�n f�sica y mentalmente sentirse cansado m�s pronto que nunca antes. Puede ser necesario planear su tiempo y energ�a cuidadosamente, casi sobre las bases de hora por hora. Poco a poco, su auto-imagen deber� ajustarse a su nueva realidad. Entender que usted estar� afligido (a) por lo que ha perdido. La tristeza es dolorosa, pero es mejor expresarla abiertamente, antes que pretender, aunque parezca extra�o, que lo que le ha pasado no le importa.

Cuando usted est� triste, llore. Cuando est� enojado, expr�selo as�. El coraje puede tornarse en culpabilidad; el cual hace a todos, sentirse miserables; as� como, por su propia ira, hacer declaraciones como: "fui muy malo cuando..." en lugar de "me hacen sentir mal cuando..."

Cuando usted tenga miedo, pida ayuda a alguno de los que usted ama, especialmente cercano. Escriba sus sentimientos en un diario o libro de notas. Si no puede encontrar a alguien dispuesto a compartir su aflicci�n o dolor, busque un consejero. Comprenda que usted no puede llorar a gritos una sola vez y con ello arreglarlo todo. Como mencionamos al principio de este folleto, usted est� experimentando tantos ciclos de tristeza o dolor como quej�ndose por sus lesiones. Se sentir� una y otra vez, triste y enojado. A medida que usted madure aceptando sus limitaciones por las lesiones, trate de estar en contacto razonablemente con sus sentimientos y pensamientos.

Sienta que usted siente. Es bueno algunas veces, ser abrumado por sus sentimientos, pero no tanto que se abrume todo el tiempo. Trate de basar su conducta con pensamientos razonables y apropiados. Construya su Nueva Auto-Imagen de Manera que su Vida tenga Significado.

Debe comprender que usted es una persona que ha sobrevivido a un terrible trauma, que ha cambiado, y que tendr� que seguir adelante con su vida. No ser� f�cil, sin embargo, tiene que hacerlo m�s f�cil de lo que es ahora. P�ngase metas a si mismo. Pase tiempo con gente que lo acepte tal y como es usted, y encuentre la forma de realizar un trabajo de importancia. Mantenga real�sticamente sus metas. Trabaje en ellas de una en una, de manera que no se abrume. Usted tiene todo el derecho a la felicidad y satisfacci�n sin importar lo que le haya pasado. Sus intereses, preocupaciones y valores pueden ser diferentes ahora. Su vida puede estar dividida en dos segmentos, antes y despu�s del choque.

Probablemente encontrar� fortaleza donde nunca antes se imagin� que la ten�a. Podr�a tener una nueva sensaci�n de compasi�n y sensibilidad hacia la gente, que nunca tuvo antes. Ahora puede encontrar alegr�a en cosas que, antes del choque, eran normales. Tambi�n podr� compartir con su pareja, con sus hijos, con sus padres de una manera diferente, nueva y profunda. Podr� descubrir c�mo ayudar a otros que tambi�n hayan sido lastimados, y cuando lo haga, igualmente se sorprender� al darse cuenta que se siente mejor. Tan pronto como sea posible, cambie su enfoque de lo que perdi�, hacia lo que puede hacer ahora. Ponga Atenci�n a C�mo se Comunica.

La mayor�a de la gente fracasa para recuperarse tanto como quisieran, porque se empe�an en vivir en el pasado. Aunque es terap�utico contar la historia muchas veces al principio en un esfuerzo por entender m�s de la misma, la necesidad de decirla una y otra vez puede disminuir con el tiempo. La gente que insiste en pasar todo el tiempo pensando y hablando acerca del choque y de la naturaleza de sus lesiones, reviven las mismas memorias, dicen la historia de la misma manera una y otra vez, y se deprimen ellos mismos una y otra vez. Aunque hablar acerca de estas mismas memorias, puede ser un esfuerzo para hacer que la gente los entienda, usualmente se obtiene una reacci�n opuesta: los dem�s est�n tan cansados de o�r lo mismo, que lo evitan.

Observe si su familia y amigos est�n dej�ndolo s�lo. Es cierto que algunos le abandonar�n porque ellos tienen problemas enfrent�ndose con sus lesiones. Tambi�n es verdad que pueda alejarlos con su pl�tica constante del choque y su aflicci�n. Escuche a aquellos que est�n m�s cerca de usted. Si ellos piensan que usted est� atorado, y no camina hacia adelante para lidiar con sus lesiones, necesita hablar de ello con un consejero profesional. Un consejero puede ayudarle a decidir qu� decir y qu� no, de manera que conserve sus amigos y avance hacia su recuperaci�n. Se molestar� consigo mismo si espera milagros y nos ve. La recuperaci�n por lesiones graves, requiere de una gran cantidad de paciencia y trabajo. Probablemente ha realizado alg�n progreso, y entonces, despu�s de un rato, salir a la superficie o retroceder. Ese flujo y reflujo es natural a pesar del fastidio. Cuando usted ha tenido bajas, es bueno aislarse por un momento y acongojarse profundamente. Con el tiempo, usted deber� estar preparado para soportar e intentar otra vez.

Recuperar el control de su vida es esencial. Tan pronto pueda usted ver que est� haciendo progresos, aunque algunas veces m�s lentamente que otras, lo m�s probable es que usted se encuentre bien, tanto f�sica como emocionalmente. Invol�crese en MADD u otras organizaciones Muchas de las v�ctimas lesionadas, dicen que por un largo tiempo, "las lesiones consumen m�s energ�a de la cuenta". En otras palabras, luchar por recuperarse de las lesiones, ocupa todo el tiempo que se tiene y consume toda su energ�a. La idea de que ellos mismos procuren involucrarse en alguna actividad, requiere no solamente contribuci�n de tiempo, sino tambi�n de energ�a, lo que puede ser abrumador. La dependencia local de MADD, puede tener entre sus socios, personas que tambi�n hayan sido v�ctimas de choques provocados por conductores ebrios, quienes le pueden ayudar a sentirse comprendido. Si usted no tiene familia o amigos cercanos en quienes confiar para que le ayuden, el contacto regular por tel�fono con otras v�ctimas lesionadas que pertenezcan a MADD pueden ser un salvavidas.

Es cierto que quienes saben mejor lo que es estar lesionado, son otras v�ctimas que tambi�n han sido lesionadas. Escucharlos como aprendieron a luchar, puede ayudarle mucho. Adem�s de conocer otros recursos como consejer�a, asistencia financiera, demandas civiles y otras preocupaciones que usted tenga. Uno de los m�s valiosos servicios que MADD proporciona, es ayud�ndole a aprender m�s acerca del caso criminal contra el conductor ebrio que le peg�. El abogado defensor de las v�ctimas de MADD (Victim Advocates) lo acompa�ar� a corte si usted decide ir. Tambi�n pueden ayudar, prepar�ndolo para testificar en corte.

Despu�s, cuando usted empiece a sentir que tiene suficiente energ�a para trabajar en MADD, podr�a decidirse a visitar a otras v�ctimas recientemente lesionadas, para infundirles esperanza y compartir lo que usted ha aprendido. Si le gusta dar discursos, puede llegar a formar parte del Bur� de Oradores de MADD o del Panel de V�ctimas de Choques, o decirles a otros lo que el crimen de conducir en estado de ebriedad ha significado para usted y su familia. Puede tambi�n interesarse en escribir a los legisladores o asistir a las audiencias legislativas para saber m�s acerca de conducir ebrio y los derechos de las v�ctimas. Mucha gente encuentra que deben ayudar a hacer algo constructivo para acabar con el "conducir ebrio". A otros no les interesa involucrarse.

Ser� hasta que usted lo decida y cuando quiera, que se ver� involucrado. Familiares y Amigos La familia y los amigos puede ser una bendici�n, si le auxilian en su recuperaci�n. Le proporcionamos a continuaci�n, algunas sugerencias para los familiares y amigos de las v�ctimas que han sido lesionadas. Si usted est� de acuerdo con estas sugerencias, es muy probablemente que desee proporcionarles este folleto. Sugerencias para los familiares y amigos de los lesionados A�n cuando su enfoque es primeramente sobre el ser amado lesionado, se comprende que usted, tambi�n, est� traumatizado. Enterarse del choque, correr al hospital y ver a su ser querido sufriendo de dolor, p�lido, ensangrentado y abatido, es en si, todo un trauma.

Probablemente usted sufri� un "shock", ansiedad y un terrible terror. Busque la ayuda y el apoyo que necesita, y disp�nganse a luchar.  Recuerde que f�cilmente haber sido usted quien estuviera lesionado. Estando conciente del hecho, le dar� a usted, humildad y paciencia.  La recuperaci�n de su ser querido raramente ser� completa. De igual modo, aunque las lesiones f�sicas sanen completamente, no sera lo mismo con las cicatrices emocionales. Si la v�ctima lesionada tiene miedos y ansiedades, se entiende que est�n siguiendo el curso normal de un choque que ha sido traum�tico, tratando de hacer lo mejor para conformarse.  Trate de ser un cuidador antes que un guardi�n o un salvador. Un cuidador o enfermero motiva a la v�ctima a hacerse cargo de si mismo o si misma, de la major manera posible, y entonces ayudarle con lo dem�s.

Un guardi�n lo hace todo sin involucrar a la v�ctima en recuperaci�n (de �l o ella). Trate de ser conciente de las necesidades de la v�ctima y ofrecerle su ayuda sin insistir en.  Trabaje hacia la normalizaci�n de la experiencia de la v�ctima, no la minimice. Haciendo leve la seriedad de las lesiones o intensidad del dolor, es cruel y humillante. Ayudar a la v�ctima a entender que otros con lesiones similares tienen las mismas dificultades, les ayuda (a �l o ella) a sentirse major y no anormales.  Aprenda a ser tolerante con la ira y la desesperaci�n y aliente su exteriorizaci�n. Entender que est� hablando de la oscuridad de las emociones humanas es mucho m�s saludable que dejarlas que hagan ebullici�n adentro. Comprender que los pensamientos y deseos vengativos son inofensivos, pueden incluso ser terap�uticos. Elimine de su vocabulario la frase: "usted no debe sentirse as�".  Posibilidad de Culpa, especialmente si alguien m�s fue muerto en el choque.

Gentilmente anime a la v�ctima a reconsiderar sus sentimientos de culpa con pensamientos razonables. Si hay componentes del choque por los cuales la v�ctima pueda leg�timamente sentirse culpable, ay�dele (a �l o a ella) a entender que ese componente es solamente una peque�a parte de la complejidad del choque. Cargar con la responsabilidad total es irrazonable e innecesaria. Lo m�s probable es que la falla haya sido completamente del conductor ebrio.  Espere reacciones en el Aniversario. Nadie puede explicarlo, pero con frecuencia, las v�ctimas lesionadas experimentan una resurgencia del dolor f�sico, tambi�n depresi�n, en, o cerca del aniversario del choque, aunque no puedan comprender el porqu� del aniversario. Permita a la v�ctima hablar y repetir la historia acerca de lo que ha pasado.

Hablar de la historia le ayuda a uno a luchar y tambi�n a a sacar a la superficie las memorias olvidadas. Es importante hablar de la historia y volver a hablar de ella. Solamente si la historia es la misma, la que ha sido repetida muchas veces, sin un nuevo entendimiento o conocimiento, debe preocuparse porque la v�ctima puede estar apegada a la pesadumbre por el choque.  Ayude a identificar los sentimientos de la v�ctima (de �l o de ella). Ay�deles a describir con m�s exactitud lo que est�n sintiendo adentro (�l o ella).  Comprenda que es normal para la v�ctima moverse hacia adelante, caerse y retroceder, cuando ellos avanzan a trav�s del camino de la recuperaci�n.  Ayude a la v�ctima a procesar las pesadillas, los destellos del pasado y las noches de terror. El personal m�dico impaciente, los medios de comunicaci�n, la frustraci�n, los ajustadores de seguros, las personas en el sistema de justicia criminal, el personal de rehabilitaci�n que parecen negligentes, y los familiares y amigos que los abandonan, todos son fuentes de tensi�n adicional para el lesionado.

Procure ser especialmente sensitivo al trauma, al hacer declaraciones o testificar en corte. Es en extremo humillante, que el abogado defensor pregunte a la v�ctima las razones que tuvo para ser lesionado o si fue responsable del choque. En ocasiones los abogados defensores a�n tratan de demostrar que la v�ctima tuvo la intenci�n de suicidarse.  Otorgue un reconocimiento honesto y razonable de los signos de recuperaci�n. No diga elogios excesivos o diga a la persona que es "una inspiraci�n". La obligaci�n de ser inspirador o ser fuerte puede ser agobiante. Hay que hacer notar cada logro.  Anime a las v�ctimas a socializar, pero no insista sobre ello, hasta que ellos est�n listos. Ofr�zcase para establecer enlaces con otras v�ctimas lesionadas, a llevar a la v�ctima a grupos de apoyo, a ayudar a la v�ctima para que pueda asistir a eventos deportivos, actividades musicales u otras de las que �l disfrutaba antes del choque y trate de restablecerlas. 

�Cu�dese usted mismo! Ver a uno de sus seres amados sufrir tanto, puede llenar de angustia su coraz�n. El cuidado f�sico progresivo a la v�ctima, se empareja con la preocupaci�n acerca de lo que el futuro le depara, puede ser f�sica y mentalmente agotador. H�gase reconocimientos m�dicos regulares, tome vitaminas y medicinas para la tensi�n, y disfrute algo de tiempo cada semana con personas saludables que lo amen. Mantenga la relaci�n con sus amigos. No sea t�mido al pedirles que lo ayuden para cuidar a la v�ctima.  No me digas que soy afortunado Yo vivo con mis lesiones, La gente me dice, "�No eres afortunado?" Y ellos no entienden Porque mi rostro s�bitamente se paraliza Y mi voz se pone tensa. Yo puedo decir que soy afortunado Si as� lo eligiera en un d�a determinado, Pero cuando otros lo dicen, Yo siento como si Ellos minimizaran mi dolor Y no reconocen mi precio, Cont�ndome solamente como vivo o muerto Sin importar qu� tan duro puede ser Continuar vivo. Algunos d�as estoy contento La vida en si es todo lo que importa Y la saboreo. Pero cuando me duele demasiado, O me dicen que no sanar� completamente, Cuando no puedo trabajar o jugar como antes, O siento que soy una carga para otros, �Entonces no me siento afortunado del todo! �Me siento enga�ado! Algunos d�as incluso deseo Haber muerto antes que vivir as�. Por favor no me digas Que soy afortunado Si solamente estoy lesionado.

Dime en su lugar Que est�s contento que todav�a est� yo aqu�, Y d�jame saber porqu�. Dime que te interesas por Mi pena, dolor, ira y ajustes. Dime que con gusto escuchas una y otra vez Mis decepciones, p�rdidas y frustraciones. Y tienes paciencia mientras yo aprendo otra vez a vivir. Entonces alg�n d�a yo podr� decirte Cuan afortunado yo soy -de tener a alguien Quien entiende y acepta mis pesares Y quien tambi�n comparte mis alegr�as. Dorothy Mercer.
 

Jackson, Edgar N., Coping With the Crises in Your Life. New York: Jason Aronson, 1980 (Some Chapters) 

Komlos, Sharon. Feel the Laughter Monroe, NY: Trilluim Press, 1987. 

Kushner, Harold S. When Bad Things Happen to Good People. New York: Avon books, 1981. 

Lash, Marilyn, M.S.W., When Your Child is Seriously Injured: The Emotional Impact on Families. Tufts University/New England Medical Center, 1991. 

Lash, Marilyn, M.S.W., When Your Child Goes to School After an Injury. Published and distributed by Exceptional Parent Magazine, 1992. 

Mercer, Dorothy, Ph.D. Injury: Learning to Live Again. Ventura, California: Pathfinder Publishing, 1994. 

Pocket Guide to Federal Help for the Disabled Person. Produced by the office of Information and Resources for the Handicapped, U.S. Department of Education, Washington, D.C. 20202.   

Saldana, Theresa. Beyond Survival. New York: Bantam Books, 1986. 

Senelick, Richard C., M.D., and Ryan, Cathy E. Living With Head Injury: A Guide for Families. Washington, D.C.: Rehab Hospital Services Corporation, 1991. 

Stearns, Ann. Living Through Personal Crises. New York: Ballantine Books, 1984. 

Swiercinsky, Dennis P., Ph.D., Price, Terrie L., Ph.D., Leaf, Leif Eric, Ph.D. Traumatic Head Injury: Cause, Consequence, and Challenge. Kansas City, Missouri: The Head Injury Association of Kansas and Greater Kansas City, Inc., 1987. 

Warrington, Jan. The Humpty Dumpty Syndrome. Light and Life Press. (Head Injury)

Por Dorothy Mercer, Ph. D. y Janice Harris Lord, ACSW-LMSW-LPC